Libros y destinos para lectores y veraneantes que procrastinan
Tic tac. Agosto ya llegó, el verano tiene los días contados y nuestra promesa de «ponernos a día con las lecturas» también.
Recordatorio amigable a lectores procrastinadores: estamos en agosto. Tic tac. Queda apenas un mes para que el verano (en cuanto época vacacional), ese tiempo mágico e incandescente en el que nos proponemos darle alcance a la promesa de ponernos-al-día-con-las-lecturas-acumuladas se deje atropellar por la rentrée y sus tropel de novedades literarias (que ya os aviso, son muchísimas y están muy bien).
Si aún no os decidís por los títulos que vais a meter en la maleta, si sois de los combinan destino y lectura, o si este año no toca viaje y tenéis que abrazaros fuerte al cliché de «viajar con la imaginación», aquí os dejo una pequeña guía que os puede ayudar a navegar la abundancia de alternativas. Muchas novedades frescas, alguno que otro «nuevo clásico». Todo con factor de protección UVA/UVB.
Para aislarse en el campo: Los asquerosos
Santiago Lorenzo. Blackie Books.
Comienzo por el último libro que me he leído. Sí, el libro de Lorenzo ya ha alcanzado las 10 ediciones y los 50.000 ejemplares vendidos. Tarde pero insegura, siempre. Los asquerosos cuenta la historia de Manuel, un hombre que por accidente se ve obligado a vivir aislado de toda presencia humana y en una situación a simple vista «muy precaria», en Zarzahuriel un pueblo abandonado y generoso relativamente cerca de Madrid. Poco a poco Manuel se va dando cuenta de que necesita muy poco para ser feliz y menos aún para ser libre. «Se supone que la soledad es el gran mal que aqueja al hombre contemporáneo. A él toda le parecía poca. Dentelleaba la que tenía y pedía más, para guardarla, para ahorrarla, para dilapidarla a todas horas, como quien quiere más chocolatinas, más tabaco, más vacaciones. Como ese que desea más amigos y más amor, así codiciaba el señor Manuel más nadies y menos álguienes«.
Lorenzo desmenuza la condición humana moderna con maestría, ironía y humor, nuestras dependencias prescindibles, nuestros complejos mal disimulados, nuestra aversión al silencio, y atina a describir con saña psicoanalítica a tantos personajes incongruentes -y sí, asquerosos- que hemos conocido, que acaso hemos sido. «Todos hacían las mismas gracias todas las semanas, pero con cara de creerse que las inventaban nuevas y a estrenar. Las mismas, a repertorio fijo. Pero notándose anticipados, especiales, inéditos, originales, únicos: las cinco vocales iniciales para su vieja novedad».
Para perderse en la selva: La Tierra Hueca
Beatriz García Guirado. Aristas Martínez
Para ser completamente honestos este libro de Beatriz García es un viaje en toda regla, no hace falta leerlo en la selva amazónica, o en un retiro de ayahuasca (aunque nos remita a ambas cosas), cualquier viaje transformador, con o sin desplazamiento incluido, es una excusa perfecta. Así lo reseña Borja Bauzá en su entrevista a Beatriz García: «El libro narra el viaje que realiza Alexander Gorski a una selva imaginada –Nakajo– con el objetivo de esclarecer la desaparición de un viejo amigo. Y esa es sólo la superficie; su búsqueda se verá constantemente interrumpida por la aparición de elementos sobrenaturales que van sumergiendo a Gorski en un viaje interior plagado de reflexiones sobre quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos. No es un libro denso –el estilo fresco y ligero viene aliñado con dosis de humor negro y bastante irreverencia– pero tampoco es una lectura fácil para los amigos de la certidumbre y del relato lineal. En otras palabras: basándose en los mitos y los rituales de las culturas amazónicas del río Xingú, en la región brasileña del Mato Grosso, Beatriz García Guirado propone un juego. Se llama ‘déjate llevar’ y, si accedes, completarás un periplo de 180 páginas con la sensación de haber pasado días en la piel de Charlie Marlow.»
Para caminar por Paris: La revolución de las flâneuses
Anna María Iglesia. Wunderkammer
Caminar como acto de insubordinación, esa es la premisa sobre la que gira este ensayo de Anna María Iglesia, quien hace un recorrido crítico por la historia de las flâneuses, esas caminantes rebeldes que paso a paso han decido dejar de ser objeto de observación para convertirse en sujeto que observa.
«La pregunta que debemos formularnos cada vez que nos preguntamos por las flâneuses y por su historia es sobre su papel en cuanto observadoras, poetas, y sobre todo, ensayistas de la ciudad. Dicho en otras, debemos preguntarnos sobre el papel de la mujer a la hora de generar una experiencia urbana a partir de su propia identidad de género y, consecuentemente, de producir una narrativa urbana.» El manifiesto de Iglesia es completamente vigente y aporta a la discusión una serie de voces de escritoras, pensadoras y activistas, para convertirse incluso en manifiesto feminista.
Para sentir la brisa mediterránea: La forma del agua
Andrea Camilleri. Editorial Salamandra
El inconfundible mediterráneo italiano puede respirarse en la obra de Camilleri quien en La forma del agua no solo le da vida por primera vez al personaje que lo haría inmortal, el inspector Salvo Montalbano, sino también a Vigàta, esa pequeño pueblo de costa completamente ficticio, vigorosamente real.
Cuenta Jorge Raya, en una pieza dedicada a Camilleri, esta anécdota acerca de La forma del agua: «Camilleri le entregó el manuscrito de su primera novela al maestro Leonardo Sciacia, con la valiente determinación de obtener una valoración sincera. “¿A cuántas personas piensas llegar con esto?”, fue la respuesta. No le importaba demasiado a Camilleri, que se conformaba con unas 500 copias vendidas. Desconocía Sciacia que aquel hombre acababa de crear a un personaje mítico de la novela negra europea, el comisario Montalbano –guiño y codazo a Manuel Vázquez Montalbán–, que ha vendido más de 20 millones de una serie compuesta por 26 obras traducidas a 35 idiomas. En nuestro país siempre lo leímos con devoción.»
Para navegar hasta Nueva Zelanda: El mar alrededor
Keri Hulme. Automática Editorial
En nuestro recorrido por la última Feria del libro de Madrid, Dario Ochoa de Automática Editorial, nos recomendó un libro que acaban de presentar esa semana: El mar alrededor de Keri Hulme, una novela icónica de la narrativa neozelandesa, la primera en ganar el Man Booker Prize en 1985, y que nunca había sido traducida al español hasta ahora. Su historia es esta: «En la solitaria torre junto a la costa neozelandesa en la que vive recluida Kerewin Holmes, una artista de ascendencia europea y maorí, irrumpe durante una tormenta Simon, un niño de apariencia salvaje, mudo y rubio como el sol. A la mañana siguiente llegará para recogerlo su padrastro, Joe, un operario de fábrica maorí. Entre el magnético niño, el extrañamente tierno padrastro y la hosca Kerewin pronto nacerá un vínculo singular que, progresivamente, los llevará a adentrarse en el enigma de sus pasados y mediante el que Keri Hulme explora, con enorme sensibilidad y maestría, realidades tan complejas como el amor, el aislamiento, la violencia, la identidad de género o el conflicto entre las culturas europea y maorí.»
Darío nos contó además la particular historia que rodeaba a la novela: «El mar alrededor es la primera y única novela de la autora que fue rechazada por todas las editoriales de Nueva Zelanda porque la consideraban demasiado compleja y tal vez muy dura. Cansada, la autora decidió encerrarla en un bloque de metacrilato y enterrarla físicamente, para superar ya el proyecto, porque tardó 12 años en escribirla y nadie le hacía caso. Cuando finalmente la iba a enterrar, un colectivo feminista que se llamaba Spiral respondió a una de las cartas que había escrito Kerry con el libro le decían: ‘es maravillosa, queremos publicarla’. Se publicó e inmediatamente se convirtió en un éxito masivo, ganó el Man Booker Prize y vendió un millón de ejemplares«.
Para insolarse en Benidorm: Ensayo y error. Benidorm
Varios autores. Editorial Barrett.
Existen dos tipos de personas, los que detestan Benidorm y convierten en hobby criticar este bizarro accidente de la Costa Blanca, y quienes disfrutan de su excepcionalidad. El libro de Editorial Barrett increíblemente apela a ambos públicos al ofrecer una visión heterogénea y multidisciplinar de «la Nueva York del Mediterráneo». Desde profesionales de la arquitectura y el urbanismo como Carlos Ferrater y Iago Carro, hasta fotógrafos como Martin Parr (autor indiscutible de la foto de portada), músicos como Joaquín Rodríguez de Los Nikis, y escritores como Marta Sanz y Kike Parra, entre otros, construyen un discurso que va más allá del cliché o que lo diseccionan con entusiasmo de escolar ante su primera rana. «Al igual que su arquitectura, sus habitantes y sus costumbres culturales, económicas y sociales han evolucionado a pasos agigantados desde que a mediados del siglo XX el boom turístico transformara Benidorm. Ensayo y error. Benidorm es una reflexión sobre la ciudad de Benidorm que trata todos estos aspectos de una forma singular, desterrando el concepto de ciudad con un turismo rancio o anticuado o el de arquetipo de destrucción costera.»
Para visitar otras culturas: La civilización en la mirada
Mary Beard. Editorial Crítica.
Interesante trabajo de la historiadora Mary Beard, que hace énfasis en que observamos desde nuestra perspectiva occidental y tendemos, erróneamente, a juzgar todo lo que no obedece a nuestros parámetros como bárbaro e incivilizado. Así reseña este trabajo Fatima Elidrissi conversando con la traductora de gran parte de la obra de Beard al español, Silvia Furió: «Toda civilización se configura en torno a unas imágenes compartidas colectivamente, de forma que sus miembros se caracterizan por un modo peculiar y diferente de ver el mundo en que viven. “La incómoda verdad es que los llamados bárbaros no son más que aquellos que tienen una idea diferente a la nuestra de lo que significa ser civilizado y de lo que importa en la cultura humana. A la postre, la barbarie de una persona es la civilización de otra”, afirma Beard, que ilustra su afirmación explorando, por un lado, las representaciones del cuerpo humano en distintas civilizaciones y, por otro, las imágenes – y problemas– para representar lo divino.»
Para observar a Estados Unidos: Los hombres de Rusia.
Reinaldo Laddaga. Jekyll & Jill.
La carta de presentación de Jekyll & Jill que acompaña a este libro cuenta que Los hombres de Rusia, del argentino Reinaldo Laddaga (¡qué apellido maravilloso!), es «una alegoría de la extrema derecha en la bufonesca y ominosa versión que recorre la política de América y Europa«.
La trama: «El hijo adolescente del director de un zoo inundado en el estado de Florida narra la llegada de un extraño grupo Los hombres de Rusia, oscura secta que trafica con drogas y mujeres y que esconde propósitos políticos.» Esta historia le sirve a Laddaga para contar la historia de su familia al tiempo que explica cómo y por qué Estados Unidos llegó a este presente para muchos insólito. ¿Qué tienen en común los clanes de paleoconservadores y neorreaccionarios admiradores de Putin y del Frente Nacional? Laddaga responde uniendo los puntos que conectan la crisis de la vieja clase obrera, la epidemia de los opiáceos, el 9/11, 4chan, la proliferación del tráfico sexual, el espectro de Rusia y «la nostalgia entre hombres blancos de la sexualidad ilimitada y convulsiva que nunca conocieron, pero que creen que están a punto de perder».
Para pedalear por Londres: Cosas no quiero saber
Deborah Levy. Literatura Random House
Los dos primeros volúmenes de la autobiografía en construcción de Deborah Levy ya están en la calle, y si bien podemos observar con Levy algunas estampas de su Sudáfrica natal o de su breve retiro en Mallorca, es Londres la ciudad en la que se centra su relato, ese Holloway Road oceánico que pedalea a diario con su bicicleta, mientras intenta entender hacia dónde nadar cuando te estás ahogando pero regresar al barco no es más una opción.
Así reseña Ariana Basciani estas dos obras: «En Cosas que no quiero saber, Levy se pregunta sobre su estado como mujer en la sociedad, sobre el rol de madre y la cárcel que pueden llegar a ser los roles de género cuando se anteponen a la palabra amor. “Como todo lo relacionado con el amor, nuestros hijos nos hacían inmensamente felices –e infelices–, pero nunca tan desgraciadas como nos hacía sentir el neopatriarcado del siglo XXI. Se nos exigía ser pasivas pero ambiciosas, maternales pero eróticamente enérgicas, abnegadas pero realizadas”. ‘¿Qué hacemos con el conocimiento que no podemos soportar para vivir?’. Una respuesta fue canalizarlo hacia la literatura. De ahí el título El coste de vivir, una especie de entrevista a sí misma donde la pregunta siempre intenta darle libertad a la autora, a las lectoras y a las escritoras que hablan en su libro. Tanto Duras como Simone de Beauvoir, Louise Bourgeois, Emily Dickinson, Adrienne Rich, Doris Lessing, Virginia Woolf o Elena Ferrante son parte de las interlocutoras esenciales en ambos libros de la autobiografía».
Para explorar Los Apalaches: Tierra vencida
Ann Pancake. Dirty Works Editores
Escapar no es una opción. No es el tagline de una película de acción de Charlton Heston, es que es lo que le sucedió a Ann Pancake con su tierra natal y lo que refleja en su novela Tierra vencida, una profecía, un microcosmos de las fuerzas destructivas que actúan sobre Estados Unidos.
Así la reseña Beatriz García: «La Tierra vencida de Ann Pancake está poblada de fantasmas. Leer sus relatos es recorrer la senda de Los Apalaches mirando a través de las ventanas de las casas donde la violencia histórica y la física se entremezclan: los espectros de la Guerra de Secesión persiguiendo a un padre y su hijo en el primer cuento que conforma el libro, Sin fantasmas; el niño “Jolo” con su piel brillante como las escamas de pescado creyéndose un profeta ignífugo; Wappatomaka, donde la tierra blanda y lodosa a merced de la inclemente lluvia y las crecidas se lleva cuanto hay a su paso y ella –o él.»
Para caminar por Madrid: La ciudad infinita
Sergio C. Fanjul. Reservoir Books.
Independientemente de si, por alguna extraña razón, venís de vacaciones de verano a Madrid, o de si sois los más gatos de la vida, pero este año sale veraneo de piscina municipal y cañas en terrazas semi-vacías, La ciudad infinita de Sergio C. Fanjul es una apuesta urbana interesante, un «cajón desastre» en el que caben un montón de anécdotas, imágenes y reflexiones que Fanjul recogió precisamente durante el verano en el que ejerció de «paseador oficial de la villa de Madrid» en pos de los eventos culturales de los Veranos de la villa. Un libro para leer paseando, conociendo, perdiéndose. Pero ojo, el de Fanjul, no es solo un libro de postales e historias breves y coloridas sobre los veintiún distritos de Madrid, aderezadas con reflexiones sobre la gentificación o los situacionistas franceses y sus derivas psicogeográficas, es también una crítica a los valores que (de)forman la sociedad contemporánea, especialmente la urbana: «Otro de los grandes temas de este libro de paseos, tal vez el más grande, es la desigualdad», cuenta Fanjul, su libro es entonces «un paseo por el territorio, pero también por la memoria, la historia, el urbanismo y la propia biografia.»
Para volver a votar: Candidato
Antonio J. Rodríguez. Literatura Random House
Seh. Dark. Pero ya que la posibilidad flota en el ambiente, una novela de ficción política centrada en la figura (la construcción) del candidato y que retrata eso que les ha dado por llamar «nueva política», obviamente a falta de mejor término, no está de más, y puede que incluso esté de menos.
Así introduce Borja Bauzá la entrevista que realizó a Antonio J. Rodríguez: «Simón Soria, un intelectual obsesionado con el pensador francés Raymond Aron, está harto. La Universidad Complutense, el lugar en el que imparte sus clases, le parece un nido de mediocres. Además, la muchachada del lugar no para de montarle escraches acusándole de ser todo tipo de cosas: facha, islamófobo, sionista, you name it. Por si eso no fuese suficiente, en casa el clima está enrarecido. Hace tiempo que la química con Elia, una exitosa relaciones públicas con la que lleva arrejuntado más de diez años, brilla por su ausencia. El panorama, en fin, da bastante pena. Es un ambiente que recuerda, echándole un poco de imaginación y salvando algunas distancias, al que vive Walter White en Breaking Bad. Ambos son tipos brillantes que llevan años siendo vapuleados por unas circunstancias que consideran injustas. Pero Simón, como Walter White, cuenta con un antídoto para evitar la rendición incondicional: una vanidad tremenda. Basta con alimentarla un poquito, suministrar el alpiste adecuado, y… boom!«