Historia de un 'impeachment': claves del proceso que puede acabar con Trump
¿Qué es un impeachment? ¿Por qué se está investigando a Donald Trump? ¿Qué implicaciones tiene este proceso? Resolvemos las dudas
“Las acciones de la presidencia de Trump han revelado los hechos deshonrosos de traición del presidente a su juramento del cargo, la traición a nuestra seguridad nacional y la traición a la integridad de nuestras elecciones”. Fueron las palabras de Nancy Pelosi al anunciar el inicio del procedimiento de impeachment contra Donald Trump[contexto id=»381723″]. «El presidente debe rendir cuentas; nadie está por encima de la ley», añadió. La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos anunciaba así la apertura de un proceso de juicio político contra el mandatario, que lo ha calificado de «caza de brujas». ¿Qué es un impeachment? ¿Cuáles son los «hechos deshonrosos» que se están investigando? ¿Qué implicaciones tiene un impeachment? Estas son las claves.
¿Qué es un impeachment?
Un impeachment es un proceso de destitución en el que un funcionario público es acusado de violar la ley y sometido por ello a escrutinio en la Cámara de Representantes (que votará si acusa o no a Trump) y el Senado (que juzgará al mandatario si la Cámara de Representantes vota a favor de acusarlo). Esto no significa que Trump vaya a ser destituido de su cargo de manera automática. La Constitución prevé que el Congreso puede destituir al presidente (o al vicepresidente o a los jueces federales…) en caso de «traición, corrupción u otros crímenes y delitos importantes» («treason, bribery, or other high crimes and misdemeanors», en su versión original en inglés). Evidentemente, la ambigüedad de estos conceptos genera un debate aún no resuelto sobre qué acciones concretas suponen una «traición, corrupción u otros crímenes y delitos importantes».
¿Hay antecedentes en la historia de Estados Unidos?
Existen dos casos en los que se ha iniciado un impeachment contra un presidente estadounidense. Ambos afectaron a mandatarios demócratas: a Andrew Johnson en 1868 y a Bill Clinton en 1998. Johnson estaba acusado de haber violado la ley al destituir al secretario de Guerra tras la contienda civil estadounidense, una decisión que no estaba entre sus atribuciones. Clinton, por su parte, fue acusado de obstrucción de la Justicia y perjurio al mentir bajo juramento ante un jurado sobre su aventura extramatrimonial con la entonces becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky.
Tanto en el caso de Johnson como en el de Clinton, el impeachment pasó la prueba de la Cámara de Representantes, pero se estancó al llegar al Senado, por lo tanto, ningún presidente ha sido destituido por un impeachment en la historia de Estados Unidos.
Existe un tercer precedente, el de Richard Nixon en 1961. La Cámara de Representantes inició los trámites para presentar un impeachment contra el entonces presidente por el caso Watergate, pero técnicamente nunca llegó a ser acusado ya que dimitió antes de que los representantes votaran.
¿Por qué se inicia ahora un impeachment contra Trump?
Numerosos legisladores demócratas reclaman desde hace meses el inicio de un procedimiento de destitución contra Trump sobre la base de las conclusiones de una investigación por la supuesta injerencia rusa en la campaña presidencial de 2016. Sin embargo, Pelosi intentó contener al ala más radical de su partido y no iniciar el proceso ya que el fiscal Robert Mueller encontró que existían «pruebas insuficientes de la culpabilidad del presidente» en la supuesta injerencia de Moscú cuando Trump era candidato a las presidenciales de 2016.
At this point, the bigger national scandal isn’t the president’s lawbreaking behavior – it is the Democratic Party’s refusal to impeach him for it.
— Alexandria Ocasio-Cortez (@AOC) September 22, 2019
Pero ahora, gracias a las revelaciones de un confidente que, de momento, permanece anónimo, se ha conocido que el presidente estadounidense bloqueó supuestamente ayudas destinadas a Ucrania para forzar a su presidente, Volodymyr Zelensky, a que investigara un posible caso de corrupción que afecta a Joe Biden, posible rival demócrata de Trump en las elecciones de 2020. En otras palabras, el presidente utilizó supuestamente su poder como inquilino de la Casa Blanca y unas ayudas financiadas con el dinero de los contribuyentes con el objetivo de coaccionar a un Gobierno extranjero para que iniciara una investigación que dañaría a un rival político y obtener así un beneficio propio en las próximas elecciones.
¿Qué se necesita para que salga adelante el proceso?
El impeachment es un proceso complejo que puede durar meses. Lo que ha hecho Pelosi es anunciar que seis comités del Congreso que actualmente investigan los hechos continuarán con sus pesquisas y, en función de sus conclusiones, las presentarán ante la cámara, que deberá votar si acusa formalmente al presidente. Para ello se necesita una mayoría simple en la Cámara de Representantes. Es decir, 218 de un total de 435 escaños. Actualmente, la Cámara Baja estadounidense cuenta con 235 representantes demócratas, por lo que es previsible que el proceso supere esta criba.
El segundo y último paso corresponde al Senado. Una vez que la Cámara Baja acusa formalmente al presidente, es la Cámara Alta la que lo juzga. Para que Trump abandone finalmente la Casa Blanca, el impeachment debe contar con el voto favorable de dos tercios del Senado, es decir, 67 de un total de 100. El Senado cuenta con 45 demócratas, 53 republicanos y dos independientes (cuyo voto suele coincidir, aunque no siempre, con el de los demócratas). Es decir, se necesitaría que al menos 20 senadores republicanos votaran a favor de destituir al presidente. No es imposible pero sí muy complicado que el impeachment supere esta fase.
¿Qué consecuencias tendría?
Si el impeachment sale adelante, Donald Trump abandonaría la Casa Blanca y sería el actual vicepresidente, Mike Pence, el que ocuparía su puesto hasta que termine la legislatura. En caso de que Pence no pudiera asumir sus funciones, el cargo correspondería a la presidente de la Cámara de Representantes, en este caso Nancy Pelosi.
Hasta ahora, nunca ha salido adelante un impeachment, o sea que es difícil aventurar cuál sería el futuro político de Donald Trump. Sin embargo, cuando han triunfado impeachments contra otros altos cargos —como jueces—, el Senado votó posteriormente a favor de prohibirles que volvieran a ocupar su cargo, por lo tanto, es improbable que Trump pudiera presentarse a otras elecciones. Si el impeachment continúa activo durante las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 —un escenario muy improbable— y Trump perdiera los comicios, el proceso se detendría, ya que la Constitución establece que este solo se puede desarrollar contra cargos que estén en activo.
En este vídeo, tienes un resumen de los aspectos más importantes.