
En defensa de las notas al pie
Hace unos días leía en el periódico un ataque, como de pasada, a las notas a pie de página con el ostentoso título de “La novela acude al rescate de la Historia de España”. El artículo recogía la opinión de un novelista que consideraba que los trabajos de los académicos tienen “más pies de página que texto”. Lo destacaba como si las notas fueran algo de origen diabólico. No es una opinión minoritaria. Ni mucho menos. Las embestidas contra los pies de páginas son constantes, aunque estos hayan salvado la civilización en unas cuantas ocasiones. Anthony Grafton en su ensayo Los orígenes trágicos de la erudición. Breve tratado sobre la nota al pie de página (Fondo de Cultura Económica) lo explica de una manera sencilla. Las notas son, como los retretes, guardianas de la discreción. Él no lo escribió así, pero nunca mostrarás el retrete a tus invitados en un recorrido por tu casa. Sin embargo, al final, todos tendemos a visitarlo.






































