Estos son los mayores millonarios de bitcoin del mundo: fanáticos, frikis y visionarios
Estamos ante una nueva fiebre del oro. No hay pepitas doradas, pero siguen los mismos cazatesoros. Las criptomonedas han abierto la puerta a la ilusión de hacerse rico, muy, muy rico, en unos meses. Y hay algunos que lo han conseguido.
Estamos ante una nueva fiebre del oro. No hay pepitas doradas, pero siguen los mismos cazatesoros. Las criptomonedas han abierto la puerta a la ilusión de hacerse rico, muy, muy rico, en unos meses. Y hay algunos que lo han conseguido. El universo de las criptodivisas es opaco y volátil, aun así, Forbes ha presentado la primera lista de millonarios en criptomonedas del mundo, basándose en estimaciones y rangos de patrimonio neto. El objetivo: sacar a la luz a las nuevas grandes fortunas que tratan de mantenerse en las sombras. Ellos son los grandes multimillonarios de criptomonedas del mundo: frikis, fanáticos y visionarios.
Chris Larsen: 7.500 millones de dólares
El veterano inversor de Silicon Valley Chris Larsen es la persona más rica del mundo en criptomonedas, según Forbes. Larsen no es un novato en inversiones. Con 57 años es un emprendedor en serie con numerosas compañías fundadas a sus espaldas. Sin embargo, la gallina de los huevos de oro no la encontró hasta 2012, cuando cofundó Ripple, una compañía que se encarga de facilitar pagos internacionales para los bancos utilizando blockchain. Ripple tiene su propia moneda —o token— el XRP. En la actualidad hay 100.000 millones de XRP en el mundo: de ellos, la propia Ripple controla 61.000 y Larsen posee personalmente 5.200 millones. Además, el emprendedor tiene el 17% de Ripple. O sea, haciendo cuentas, Forbes estima que Larsen posee —al valor actual del XRP— entre 7.500 y 8.000 millones de dólares.
Joseph Lubin: 5.000 millones de dólares
Joe Lubin es uno de los fundadores de una de las criptodivisas más famosas y estables: Ethereum. Este experto en robótica e inteligencia artificial de 53 años trabajó en Goldman Sachs antes de apostar por el blockchain. “Esta tecnología podría ser una principio de organización para el Tierra, el mundo, el planeta”, dijo Lubin a Forbes. Así se metió desde el principio en el proyecto de Satoshi Nakamoto con Ethereum. Ahora, algunos expertos en criptomonedas creen que Lubin podría ser el mayor propietario particular de Ether y especulan con una fortuna de hasta 10.000 millones de dólares. Sin embargo, Lubin insiste en que ha estado vendiendo para poder fundar su propia empresa: ConsenSys, de 600 trabajadores y presente en más de 28 países y especializada en criptomoneda.
Changpeng Zhao: 2.000 millones de dólares
Hace tan solo siete meses, Changpeng Zhao no tenía nada. Ahora es fundador del mayor intercambiador de criptomonedas del mundo: Binance. Zhao, conocido como CZ, ha conseguido acumular seis millones de usuarios y ha trasladado sus operaciones a tres países diferentes para mantenerse al día de las regulaciones que podrían poner en riesgo sus negocios. Binance tiene su propio token, el BNB, que ha pasado de valer 10 céntimos a 13 dólares. CZ posee el mayor plantel de esta criptomoneda. Nacido en Jiangsu (China), la familia de Zhao se trasladó hasta Vancouver, allí CZ tenía que servir hamburguesas en el McDonald’s y trabajar en una gasolinera por las noches para mantenerse. Después de especializarse en ingeniería informática, a CZ se lo rifaban en las grandes empresas, pero él apostó por sus propias ideas. Ahora han dado sus frutos.
Cameron y Tyler Winklevoss: 1.100 millones de dólares
La de Cameron y Tyler Winklevoss es una historia de justicia poética. Los gemelos que conocieron en Harvard a Mark Zuckerberg y contra él que pleitearon durante años por “robarles” la idea de Facebook se convirtieron en diciembre en los primeros milmillonarios de bitcoin. La cronología de esta giro de guion es sencilla: en el juicio de 2012, los Winklevoss consiguen que Zuckerberg les pague 65 millones de dólares por su colaboración en la creación de Facebook —una minucia en comparación con el valor que ya tenía entonces la red social. Entonces, deciden utilizar 11 de estos millones en invertir en bitcoin. Esta inversión les convirtió en los propietarios de una de las mayores carteras de Bitcoin del mundo. Ellos llegaron a decir que tenían el 1% del valor en dólares que tiene la moneda entera. Nunca vendieron ni un solo bitcoin, ni siquiera cuando su valor cayó el 80% de 2013 a 2015. Una criptomoneda desconocida, una apuesta arriesgada y una recompensa merecida. En 2012, la moneda cotizada alrededor de 120 dólares y a finales de 2017, llegó a superar los 20.000 dólares.
Matthew Mellon: 1.000 millones de dólares
Este inversor es uno de los únicos de la lista que no ha creado su propia empresa relacionada con las criptomoneda, ni ha fundado alguna de las monedas. Matthew Mellon invierte solo a su nombre. El heredero de una de las grandes fortunas bancarias de Estados Unidos comenzó a invertir en criptomonedas hace años, después de un período de adicción a las drogas. Por esa razón, tanto amigos como familiares trataron de disuadirle, creyendo que se trataba de otra de sus obsesiones. Así, Mellon abandonó algunas de sus primeras inversiones y vendió pronto todos sus bitcoins. Pero después, el magnate comenzó a invertir en XRP, el token lanzado por Ripple, que tiene como objetivo utilizar la tecnología blockchain para los grandes bancos. Se gastó dos millones de dólares, ahora su fortuna alcanza 1.000 millones. «Mi familia pensó que estaba loco, pero yo sabía que era una apuesta segura».
Brian Armstrong: 1.000 millones de dólares
Si esto es la fiebre del oro, Brian Armstrong es el tipo que se hace rico vendiendo las sartenes. Eso es más o menos lo que es Coinbase, el centro neurálgico y el punto de entrada más popular para las criptomonedas en Estados Unidos. Armstrong, de 35 años, lo fundó en 2012 y su funcionamiento es sencillo pero imprescindible para el comercio de criptodivisas: por un lado, permite a los pequeños clientes e inversores comprar en Bitcoin, Bitcoin Cash, Ether y Litecoin usando un cuenta bancaria; por otro lado, los grandes comerciantes pueden hacer allí ofertas en criptomonedas. En estos últimos meses que no ha parado de crecer la fiebre de Bitcoin, Coinbase se convirtió en la aplicación de iPhone más descargada en EEUU. Generó 1.000 millones de ingresos en 2017.
Matthew Roszak: 1.000 millones de dólares
Dicen que Matthew Roszak fue la persona que le dio a Bill Clinton y a Richard Branson sus primeros bitcoins. Roszak participó en una de las primeras ofertas de bitcoin en 2013. Llevaba ya dos años aprendiendo sobre criptomonedas, incluso antes de que existiera el término. «He sido muy afortunado y era muy pronto», dijo Roszak a Forbes, que antes de ser criptoinversor, trabajó como emprendedor en tecnología, cofundó empresas de software y puso capital en fondos venture. Así, en 2013, se convirtió en socio en el fondo Tally Capital: ya ha invertido en 20 startups relacionadas con criptomonedas, incluyendo Coinbase.
Anthony Di Iorio: 1.000 millones de dólares
La estrategia de Anthony Di Iorio es sencilla y efectiva: llega pronto, invierte, espera que la moneda crezca y se estabilice, entonces destina sus ganancias en otra nueva y prometedora moneda. Di Iorio, de 43 años, estudió marketing y empezó a preocuparse de verdad por cómo funciona la economía y el capital después de la crisis. Entonces, en 2012, con un grupo de creyentes, creó el código que sustenta la plataforma Ethereum. Este canadiense está muy orgulloso de haber ayudado a fundar este sistema basado en tecnología blockchain, que ahora vale más de 100.000 millones de dólares. «Ahora entro en un banco, y me dicen ‘dios mío, empezaste Ethereum’, mientras que antes no me daban ni una cuenta bancaria”, contó a Forbes.
