Receta de mejillones al vapor con salsa picante
La elaboración que hoy te traemos a THE OBJECTIVE tiene varios puntos a destacar: es un molusco con muy poca grasa, fácil de hacer y económico
Los mejillones son uno de esos productos que permite multitud de recetas distintas. Con la base de una sencilla elaboración al vapor, podemos acompañarlos de diferentes salsas, utilizarlos para realizar empanadas o incluso hacer los míticos mejillones tigres.
Además de esa versatilidad a la hora de prepararlos, estamos ante un producto que es económico. El kilo de este molusco puede oscilar entre los dos y los cinco euros (a precios actuales). Por ello, la receta que hoy te traemos en THE OBJECTIVE (mejillones al vapor con salsa picante, que se pueden preparar también sin picante), podrás realizarla por muy poco dinero.
Y sobre sus valores nutricionales, según explica la Federación Española de Nutrición (FEN), «destaca el aporte de proteínas de buena calidad, aunque en cantidad algo inferior a las del resto de los moluscos. Contiene muy poca cantidad de grasa por lo que su valor calórico no es muy elevado (100 g de porción comestible de mejillones aporta 60 Kcal)».
También es de resaltar su contenido en selenio y en menor medida de hierro, fósforo y yodo. «El hierro que contienen —4,5 g por 100 g de carne de mejillón— es superior incluso al de muchas carnes como la de cerdo o ternera, si bien hay que tener en cuenta que los mejillones se consumen en cantidades inferiores a las carnes, y con menos frecuencia», apunta la FEN.
Ingredientes*
- Un kilo de mejillones
- Medio vaso de vino blanco
- Media cebolla
- Dos tomates
- Guindilla o cayena (o cualquier otro picante)
- Perejil picado
*Para dos raciones generosas
Cómo cocinar mejillones al vapor
El primer paso para la receta de hoy es cocinar los mejillones al vapor. De una forma simple y rápida. Eso sí, aunque la cocción no va a tardar más de cinco minutos, la preparación previa puede resultar un poco laboriosa, ya que hay que limpiar uno a uno cada mejillón.
¿Cómo se limpia? Necesitará un cuchillo de puntilla (pequeño, que sea manejable) con la hoja lisa. Para limpiar bien cada mejillón tenemos que seguir tres pasos: primero raspar los restos que veamos que pueda tener la cáscara del molusco; luego retirar los denominados como ‘bisos’ (habitualmente llamado como barbas del mejillón), y lo quitamos haciendo fuerza con la puntilla y tirando; y por último pasándolo por debajo del grifo para quitar las impurezas. Repetimos el proceso con cada mejillón.
Hecho esto, es momento de cocerlos. Los ponemos en una olla junto con medio vaso de vino blanco y tapamos. Cuando oigamos que el líquido empieza a hervir esperamos cinco minutos (depende del tamaño de los mejillones). Pasado ese tiempo, y al comprobar que todos están abiertos y hayan adquirido un tono naranja, estarán listos.
Salsa picante de tomate para los mejillones
- Para preparar la salsa picante de tomate comenzamos picando finamente la cebolla y dorándola en una sartén con una cucharada de aceite de oliva. Cuando lleve unos minutos en el fuego añadimos un ajo picado y el picante que vayamos a usar a la sartén y seguimos cocinando hasta que adquiera ese tono dorado que buscamos. Respecto al picante, podemos usar las guindillas enteras o picadas (recuerda que si les quitas las semillas, picará menos).
- Durante el proceso de pochado de la cebolla vamos a dejar listo los tomates. Los pelamos y le quitamos las pepitas. Picamos finamente el resto y, cuando la cebolla y el ajo estén bien cocinados, los introducimos en la sartén. Cocinamos a fuego fuerte unos minutos y bajamos a fuego medio-bajo, para que la salsa se vaya haciendo poco a poco.
- Un truco para obtener un sabor más intenso a nuestra salsa es añadir un cazo del caldo que se ha generado durante el proceso de preparación de los mejillones. Cuando la añadamos subimos el fuego al máximo para que rompa a hervir y volvemos a reducir. ¿Cuánto tiempo? Hasta que tengamos la textura que nos guste, podemos dejarla un poco líquida o más espesa.
- Finalmente servimos poniendo los mejillones en un plato, vertiendo la salsa por encima y con un toque de perejil picado.