Los mejores trucos para que las berenjenas fritas no absorban demasiado aceite
Se trata de una hortaliza con propiedades excelentes aunque tiene el inconveniente de que se empapa de aceite, sobre todo cuando se fríe
La berenjena es una hortaliza riquísima que predomina en la cocina mediterránea. La planta es más bien de climas cálidos, secos y soleados y se cosecha entre los meses de junio a octubre.
Su origen se halla en La India, donde se consume desde hace más de 4.000 años. Allí le dan el nombre de brinjal. Desde el suroeste de La India, fue ganando terreno hacia Asia y hoy China es con diferencia el principal productor mundial, con casi 20 millones de toneladas anuales, según datos compartidos por Cuerpomente.
En España se producen unas 175.000 toneladas cada año. Destaca la cosecha de Castilla-La Mancha, donde existe la denominación de origen «berenjenas de Almagro», de tamaño pequeño y forma redondeada.
Propiedades de la berenjena
La berenjena contiene un 92,6% de agua, por eso es ligera y poco calórica. Además, contiene fibre que favorece el buen estado de la flora bacteriana y el correcto transito intestinal.
En cuanto a sus nutrientes, destaca su gran aporte de potasio, ácido fólico, vitaminas B1, B6 y magnesio. Además, como su color revela, contiene antocianinas, de acción antioxidante.
Beneficios de la berenjena
Según publicó Cuerpomente estos son los beneficios de la berenjena:
- Digestiva. La berenjena se puede considerar un alimento ligero y digestivo siempre que se cocine de manera apropiada. Es muy importante que no se consuma cruda ya que así es un tóxico para el organismo.
- Baja el colesterol. Tanto la fibra como las sustancias químicas que se encuentran especialmente en la piel y las semillas contribuyen a mantener el colesterol en niveles óptimos. Algunos compuestos de la berenjena inhiben la síntesis de colesterol en el hígado, mientras que otros evitan que se oxide y se adhiera a las paredes arteriales.
- Ayuda a controlar el azúcar. Es apropiada para diabéticos porque contiene muy pocos hidratos de carbono, mucha fibra, que reduce la velocidad de absorción de los azúcares de otros alimentos, y sustancias que ayudan a mantenerlo bajo control, como la trigonelina.
- Diurética. El mineral más abundante es el potasio y casi no contiene sodio, lo que favorece la eliminación de líquidos y reduce la presión arterial (si no se añade demasiada sal al cocinarla). Esto facilita el trabajo del corazón y apoya la función eliminadora de los riñones.
- Buena para el sistema nervioso. La presencia de vitamina B6, B1 y magnesio en cantidades significativas son buenas para reforzar el sistema nervioso y mejorar el estado de ánimo. La vitamina B6 es especialmente recomendable durante el embarazo, pues previene la diabetes gestacional y alivia las náuseas. Las personas con tendencia a formar cálculos renales solo deben consumirlas ocasionalmente, pues contienen una gran cantidad de oxalatos, que favorecen la cristalización inicial.
- Poder antioxidante. Además, la berenjena contiene una decena de ácidos fenólicos antioxidantes muy potentes y antocianinas –pigmentos que dan el característico color oscuro a la piel– como la nasunina. Ambos tipos de compuestos impiden la oxidación del colesterol –una de las causas de que se convierta en un problema para la salud– y con ello previenen tanto los trastornos cardiovasculares como las enfermedades degenerativas.
- Protege el cerebro. La nasunina protege especialmente las membranas de las neuronas, por lo que previene y combate diversos trastornos de tipo nervioso. También se ha investigado su utilidad contra el cáncer porque inhibe la formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan los tumores y combate la indeseable acumulación de hierro en los tejidos.
Trucos efectivos para que la berenjena frita no absorba demasiado aceite
La berenjena tiene una estructura especial con pequeñas bolsas de aire que la hacen esponjosa. Esto la convierte en una hortaliza que se deshace en el paladar y retiene bien los sabores, pero también tiene la tendencia de empaparse de aceite, especialmente cuando se fríe.
Para evitar que absorba demasiado aceite al freírla, podemos utilizar tres trucos realmente útiles:
- El truco de la sal: cortar la berenjena por la mitad, espolvorearla con sal y dejarla reposar en un escurridor durante media hora. Luego se enjuaga para desalarla y se seca cuidadosamente con papel absorbente. Este método ayuda a extraer parte del agua de la pulpa. Después de este paso, es importante cocinar la berenjena lo antes posible para evitar la oxidación.
- El truco del huevo o la cerveza: bañar la berenjena en clara de huevo o cerveza antes de freírla. Esto crea una capa protectora que reduce la absorción de aceite durante la fritura.
- El truco del horno: precocinar la berenjena en el horno a baja temperatura, como si se estuviera deshidratando. Esto ayudará a que, al freírla posteriormente, absorba menos aceite.
Al emplear estos trucos, podremos disfrutar de berenjenas deliciosas y con menos contenido de aceite, manteniendo su esponjosidad y sabor característicos.