Kéfir: el mejor probiótico para facilitar la digestión y reforzar las defensas
Se trata de una bebida fermentada recomendada para problemas como indigestión, candidiasis o estreñimiento
El kéfir es una bebida fermentada y cremosa originaria del área caucásica que se ha ido popularizando a lo largo de los años.
Realmente, el kéfir es el resultado de la transformación de la leche a partir de dos procesos de fermentación controlada de la lactosa: láctica y alcohólica. Se le denomina kéfir tanto a los nódulos que provocan la fermentación de la leche como al producto final fermentado.
Información nutricional del kéfir
Este es el valor nutricional que aporta el kéfir en una porción de 100 g:
- Calorías: 64 kcal
- Proteínas: 3,3 g
- Grasas: 3,5 g
- Calcio: 127 mg
- Vitamina A: 30,6 g
- Hidratos de carbono: 4,8 g
Propiedades del kéfir
Según la revista Cuerpomente, los valores nutricionales del kéfir pueden variar ampliamente según su origen, ya sea a partir de leche o agua, pero comparten un denominador común: un contenido abundante de probióticos que se amplifica aún más en caso de que sea kéfir casero.
El kéfir de leche, además de ser rico en bacterias beneficiosas, es una fuente importante de calcio, proteínas y vitaminas del grupo B. Una ventaja destacable es su capacidad para reducir la lactosa, transformándola en ácido láctico y evitando así problemas de intolerancia.
Adicionalmente, el kéfir es rico en vitamina K2, que se ha demostrado eficaz en la absorción de minerales y su conversión en masa ósea. Aunque en menor cantidad, el kéfir también aporta vitaminas A, D y biotina, junto con minerales como el potasio y el fósforo.
Por otro lado, los gránulos de kéfir albergan alrededor de 400 millones de microorganismos por gramo, con aproximadamente la mitad compuesta por bacterias del tipo Lactobacillus, que contribuyen a proteger el organismo contra bacterias perjudiciales.
Una propiedad única del kéfir es la presencia de un polisacárido insoluble conocido como kefiran, que actúa como un potente antimicrobiano natural.
Beneficios del kéfir
Los beneficios más destacados del kéfir se originan principalmente debido a su naturaleza probiótica y a las transformaciones que introduce en la leche. Algunos de los beneficios más destacados son:
- Mejora la microbiota y fortalece las defensas: actuando como un probiótico, el kéfir contribuye a regenerar la flora intestinal, y se recomienda para problemas como la indigestión, candidiasis, estreñimiento o diarrea. También tiene un papel relevante en el estímulo del sistema inmunológico.
- Mejora la salud mental: algunas investigaciones sugieren que los probióticos en el kéfir pueden tener un impacto positivo en la salud mental al influir en el eje intestino-cerebro y reducir el estrés y la ansiedad.
- Facilita la digestión de la leche: Al pre-digerir la leche, reduce significativamente su contenido de lactosa, la principal causa de intolerancia, convirtiéndola en ácido láctico. Las propiedades nutricionales de la leche se mantienen prácticamente intactas. Las modificaciones más notables son de carácter digestivo: menor lactosa y mejor emulsión de la grasa. Esto lo hace más adecuado para quienes tienen dificultades para asimilar la leche. Además, la flora del kéfir pertenece a la categoría de «flora de fermentación», lo que beneficia la regulación de la flora digestiva y, en consecuencia, fortalece el sistema inmunológico.
- Alivia problemas digestivos: El tiempo de fermentación influye en el efecto del kéfir sobre el estreñimiento o la diarrea. Si se filtra después de 24 horas, la leche kefirada tiene un suave efecto laxante, pero si se deja fermentar por más tiempo, se vuelve más ácida y adquiere propiedades astringentes, lo que puede ayudar a prevenir molestias digestivas.
- Mejora la salud cardiovascular: algunos estudios sugieren que el consumo regular de kéfir puede ayudar a reducir los niveles de colesterol y la presión arterial, lo que contribuye a una mejor salud cardiovascular.