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Gastronomía

Cuatro vinos sin alcohol, porque haberlos haylos

Pese a las opiniones encontradas, la norma actual admite considerarlos también como vinos

Cuatro vinos sin alcohol, porque haberlos haylos

Corcho de una botella de vino.

No son muchos de momento pero sí hay un variado público que los consume. Una vez desalcoholizados tienen ante todo sensaciones frutales, frescas y bastante gusto goloso, por lo que son más ricos si se toman fríos. Hablamos de vinos sin alcohol o casi, pues se consideran vinos desalcoholizados desde los 0,0% alcohol hasta el 0,5%, y parcialmente desalcoholizados los que se encuentran entre 0,5 % y  8,5 %. He aquí lo que dista el total del parcialmente desalcoholizado, ese mínino 0,5 % que ya establecía la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) en el año 2012.

Lo que sí es obvio es que ni unos ni otros tienen nada que ver con el ‘vino convencional’ (al que se exige un mínimo de 8,5º de alcohol) aunque se pueden considerar vinos. Porque ni aromas, si sabor ni estructura se asemejan. Dicho eso, están a la orden del día porque hay un nuevo consumidor que opta por las bebidas sin alcohol o casi, y algunas bodegas empiezan a atender esta demanda para no renunciar a este nicho de público que sobre todo en el exterior no para de crecer. 

¿Qué se considera un vino sin alcohol?

En cualquier caso, ha sido a partir de la ultima modificación acordada en la Unión Europea (en diciembre de 2021) que en la normativa de la  nueva Política Agrícola Común (PAC), para el periodo 2023-27, queda recogida la autorización para considerara vino tanto los desalcoholizados como de parcialmente desalcoholizados, y que incluye además a los  frizzantes y los 5,5%, tipo de elaboraciones que no paran de crecer. Entre el argumentario para defender que se identifiquen como vinos los legisladores apuntan que es la manera de asegurar que sean bebidas procedentes de la uva o del vino, porque esto queda recogido como requisito además de que en la etiqueta tiene que poner que se trata de una elaboración desalcoholizada (total o parcial). Por tanto, parece que de este modo se consigue en Europa que el uso del término ‘vino’ quede limitado al ámbito vitivinícola.

Eso sí, hay que decir que por ahora sólo está permitida esa reducción de alcohol en vinos que no pertenecen a ninguna indicación geográfica (denominación de origen o indicación geográfica protegida). Otra cosa es que esto cambie con el paso del tiempo y el avance de la tecnología permita obtener un producto ‘más fiel’ al original. De momento, su existencia responde al claro propósito de satisfacer las expectativas de este nuevo consumidor defensor de un estilo de vida más saludable (por motivaciones de diversa índole), lo que conlleva menos calorías y menos alcohol. Un público que encuentra muchas opciones en otro tipo de bebidas y con las que ya son varias las bodegas que están dispuestas a competir. Pero que quede claro, aunque se les pueda considerar vinos nada tienen que ver con el producto que todos conocemos.

La desalcoholización

Respecto a la desalcoholización, podemos resumirlo en un proceso que extrae el alcohol del vino base pero también parte de los aromas naturales que después sus recuperados para la ‘reconstrucción’ del vino intentando mantener parte de la esencia original y por lo que se recurre a prácticas enológicas como la adicción de mosto o mosto concentrado. Algo que parece también se irá regulando desde Europa en pro de la calidad e identidad del vino resultante. De momento, he aquí cuatro de los productos desalcoholizados que se pueden encontrar en el mercado, de diferentes bodegas y tipos de vino (rosado, tinto, blanco y espumoso).

Cuatro vinos sin alcohol

Gama Natureo de Familia Torres 

La firma catalana es pionera en la elaboración de estos vinos pues ‘los Natureo’ salían por primera vez en el año 2008, una gama en la que ahora ya tienen cuatro productos distintos. Entre ellos está 

Natureo Rosado 2023 (8,70 euros) compuesto a partes iguales de uvas de cabernet sauvignon y syrah. Tras la fermentación alcohólica el vino resultante se somete a la desalcoholización. En la copa es un producto cargado de aromas de frutas rojas, ligero, fresco y amable gracias a las sensaciones golosas.

Natureo Rosado 2023.

Los Zero Zero de Aroa Bodegas

En la bodega navarra del grupo Vintae es donde se sitúan los dos ‘sin’ (blanco y tinto) de su marca Le Naturel. Zero Zero Le Naturel tinto 2022 (8,80 euros) es un monovarietal de garnacha tinta, desalcoholizado tras la fermentación y donde nuevamente mandan los frutillos rojos, la frescura, las notas golosas y la sutileza en el paso.

Zero Zero Le Naturel tinto 2022.

Win sin Alcohol del Grupo Matarromera 

Otra de las firmas pioneras en la elaboración de vinos sin alcohol es la Familia Matarromera, creadores de la Bodega Win-Sin Alcohol donde también hacen un amplio repertorio de elaboraciones, tanto sin alcohol como frizzantes. Entre ellos elegimos Win Verdejo (8,50 euros), un blanco sin alcohol de verdejo que acompañan con un 10% de viura y sauvignon blanc. Notas herbáceas y de fruta blanca, con media acidez (recuerdos cítricos) y agradable paso de boca.

Win Verdejo.

Espumosos ‘sin’ de Raventós Codorníu

También entre los elaboradores de burbujas va en aumento la aparición de productos desalcoholizados porque son sin duda los ‘más resultones’. Y entre las casas que hacen espumosos la histórica firma cavista Codorníu lleva ya más de una década elaborando desalcoholizados, como el Codorníu Zero (7,50 euros). Se trata de una combinación de uvas blancas de chardonnay y xarel.lo, y resulta un espumoso frutal, con notas tropicales y cítricas, y fresco. Muy recomendable tomar bien frío.

Codorníu Zero.

Los productos referidos responden exclusivamente a un criterio profesional y de calidad.

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