Ni nuez moscada, ni jamón: este es el truco de mi abuela para darle más sabor a las croquetas
Otro detalle que hace únicas a las croquetas es el uso de la carne sobrante de guisos como el cocido o el puchero
Las croquetas son uno de los platos más queridos en la gastronomía española. Su receta, aparentemente sencilla, esconde numerosos secretos que las convierten en un manjar inolvidable. A pesar de que el jamón y la nuez moscada son ingredientes icónicos de esta preparación, mi abuela tenía un truco especial que las elevaba a otro nivel: el uso de un caldo casero muy sabroso como base de la bechamel.
Las croquetas de mi abuela eran mucho más que un plato; eran un reflejo de su creatividad, paciencia y amor por la cocina. El truco de usar un caldo casero como base de la bechamel demuestra que, en la cocina, los pequeños detalles marcan la diferencia. Así que la próxima vez que prepares croquetas, prueba sigue este truco y sorprende a todos con un sabor más intenso y especial.
El truco de mi abuela
Mi abuela siempre insistió en que un buen caldo es la esencia de unas croquetas memorables. Usaba huesos de jamón, carne de pollo y verduras frescas para preparar un caldo que luego incorporaba lentamente a la bechamel. Este toque no solo potenciaba el sabor de las croquetas, sino que también les daba una textura más cremosa y uniforme.
Marcando la diferencia entre unas croquetas comunes y otras verdaderamente espectaculares. Este método es muy popular en Andalucía y se utiliza para intensificar los sabores tradicionales de cualquier guiso popular.
Otros trucos de las abuelas
1. Aprovechar la carne de los guisos
Otro detalle que hacía únicas las croquetas de mi abuela era el uso de carne sobrante de guisos como el cocido o el puchero. Desmenuzaba cuidadosamente la carne, el pollo y el chorizo y las mezclaba con la bechamel, lo que añadía una profundidad de sabor única. Este método también es típico en muchas casas andaluzas, donde aprovechar las sobras es común.
2. Especias en la bechamel
Aunque la nuez moscada y la pimienta son básicos en la receta tradicional, mi abuela solía ser cautelosa con su uso. En lugar de confiar únicamente en estas especias, equilibraba los sabores para que el caldo y las carnes fueran los protagonistas. Algunas veces, añadía un toque de ralladura de limón a las croquetas de pescado o marisco, una práctica muy común en las croquetas de regiones costeras.
Receta de las clásicas croquetas de jamón
Croquetas de jamón
Ingredientes
- 50 gramos de jamón
- 500 mililitros de caldo de huesos de jamón
- 80 gramos de mantequilla
- harina
- 5 huevos
- pan rallado
- sal
Elaboración paso a paso
- Picar el jamón fino.
- Preparar un caldo con los huesos de jamñon.
- Derretir la mantequilla.
- Añadir la harina sin parar de remover.
- Agregar el caldo.
- Remover hasta obtener una bechamel cremosa.
- Añadir el jamón picado.
- Remover con una cuchara.
- Guardar la masa en la nevera unas ocho horas.
- Formar las croquetas.
- Pasarlas por huevo batido y por pan rallado.
- Congelar o freír las croquetas.
Pasos esenciales para unas croquetas perfectas
Una preparación cuidadosa era fundamental. Mi abuela seguía estos pasos: si no tenía caldo en casa, preparaba uno cociendo huesos de jamón, pollo y verduras a fuego lento durante horas. Este caldo, colado y caliente, era el líquido que usaba para la bechamel.
Para hacer la bechamel, derretía mantequilla, añadía harina y la cocinaba para quitar el sabor crudo antes de incorporar el caldo caliente poco a poco. Removía constantemente hasta obtener una mezcla cremosa.
Al terminar, dejaba reposar la masa durante varias horas para que los sabores se integraran, lo que facilita el modelado de las croquetas. Por último, las pasaba por huevo y pan rallado dos veces, asegurando así que tuvieran una textura crujiente por fuera y cremosa por dentro.
Tipos de croquetas
Aunque el jamón y el pollo eran las opciones habituales, mi abuela experimentaba con otras combinaciones. Por ejemplo, usaba bacalao desalado y un toque de ajo para las croquetas de pescado, o sustituía el caldo de carne por uno de gambas para croquetas marinas, siguiendo la tradición de otras regiones como Valencia, donde ingredientes como la gamba roja son protagonistas.