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Gastronomía

Dani García, chef: «Los gambones a la sal no llevan aceite, se hacen con agua»

Esta técnica en la receta es clave para que este plato quede jugoso por dentro y ligeramente crujiente por fuera

Dani García, chef: «Los gambones a la sal no llevan aceite, se hacen con agua»

Gambones a la sal. | Canva

La cocina española vive desde hace años un proceso de depuración y vuelta a lo esencial. Cada vez son más los chefs que apuestan por recetas donde el producto es el verdadero protagonista y se respeta la materia prima. Este es el caso del chef Dani García, que apuesta por la receta de los gambones a la sal elaborada de la forma más simplista.

Dani afirmaba recientemente a los medios que: «Los gambones a la sal no llevan aceite, se hacen con agua». Esta declaración del reputado chef, rompe con una costumbre muy extendida en las cocinas particulares, donde se suele añadir aceite a la plancha casi de manera automática.

Gambones a la sal

Gambones a la sal

Brenda Alonso
Utiliza mejor sal gorda
Tiempo de preparación 2 minutos
Tiempo de cocción 4 minutos
Tiempo total 6 minutos
Plato Aperitivo
Cocina Mediterránea
Raciones 6 personas
Calorías 55 kcal

Ingredientes
  

  • 16 gambones
  • sal
  • agua

Elaboración paso a paso
 

  • La sartén debe de estar bien caliente antes de empezar. El calor intenso es fundamental para sellar rápidamente el gambón.
  • Se espolvorea una capa de sal gruesa directamente sobre la plancha. Esta sal actúa como conductor del calor y como aliño
  • Se colocan enteros, con cáscara, sobre la sal caliente.
  • Este es el gesto diferencial que destaca Dani García. El agua genera vapor, ayuda a que el gambón se cocine de manera uniforme y evita que se reseque
  • Bastan uno o dos minutos por cada lado, dependiendo del tamaño.
  • Se sirven inmediatamente, sin añadir nada más.
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Por qué no llevan aceite

Según Dani García, el aceite en esta preparación no solo es innecesario, sino contraproducente. El gambón ya contiene su propio jugo y contiene grasa natural, suficientes para aportar sabor y ternura. Por lo que, al añadir aceite, se corre el riesgo de enmascarar el sabor real del marisco y de que se fría en lugar de asarse.

Además, el aceite alcanza altas temperaturas en la plancha y puede generar humo, alterando el aroma final del plato. En cambio, unas gotas de agua producen vapor, lo que permite que el gambón se cocine de manera más homogénea y conserve su ternura. Para el chef, esta técnica es un ejemplo de cómo la cocina de alto nivel no siempre implica técnica, sino conocimiento del producto y de los procesos básicos.

La sal ideal para los gambones

No todas las sales funcionan igual. Para los gambones a la sal, la más recomendable es la sal marina gruesa. Este tipo de sal soporta bien las altas temperaturas y no se disuelve rápidamente, lo que permite un control más preciso del punto de salado. La sal fina, por el contrario, se quema con facilidad y puede adherirse demasiado a la superficie del gambón, dando como resultado un plato excesivamente salado.

Variantes de los gambones a la sal

Aunque la versión clásica es insuperable, existen algunas variantes que pueden resultar interesantes:

  • Gambones a la sal con limón: se añade unas gotas de limón justo al servir, nunca durante la cocción.
  • Con hierbas aromáticas: una ramita de romero o tomillo cerca de la plancha puede aromatizar ligeramente el ambiente sin invadir el sabor.
  • Al horno: se cubren los gambones con sal gruesa ligeramente humedecida y se hornean a alta temperatura durante pocos minutos.
  • Con sal aromatizada: sal mezclada previamente con ralladura de cítricos o algas secas para un toque diferente.

La reflexión de Dani García sobre los gambones a la sal es, en el fondo, una lección de cocina aplicable a muchos otros platos. Y es que, a veces, la excelencia está en saber qué quitar en lugar de qué añadir.

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