Corea del Norte paraliza el desmantelamiento de la base de misiles de Sohae
Varias fotos tomadas recientemente por satélite muestran que Corea del Norte ha congelado el desmantelamiento de la base de misiles de Sohae, una medida a la que se comprometió el líder Kim Jong-un en su cumbre con el presidente de EEUU, Donald Trump.
Varias fotos tomadas recientemente por satélite muestran que Corea del Norte ha congelado el desmantelamiento de la base de misiles de Sohae, una medida a la que se comprometió el líder Kim Jong-un en su cumbre con el presidente de EEUU, Donald Trump.
Las imágenes obtenidas el pasado 16 de agosto y analizadas este jueves por la web especializada 38 North muestran que «no ha habido actividad de desmantelamiento significativa» en dichas instalaciones, en comparación con otras fotografías tomadas dos semanas antes. Aunque se ha observado progresos notables entre julio y comienzos de agosto en el desmontaje de algunas estructuras clave de la base de Sohae, en la provincia de Pyongang del Norte –cerca de la frontera con China–, estos trabajos «parecen haberse estancado», según 38 North.
Muchos componentes de la plataforma de lanzamiento que fueron desmontados continúan almacenados en las instalaciones, mientras que otras estructuras siguen intactas y se ha detectado una ligera reducción en el número de vehículos estacionados en la base.
Esta web especializada fue la primera en informar a finales de julio de que Pyongyang había empezado a desarmar Sohae, algo que acordaron informalmente Kim y Trump en su histórica cumbre del 12 de junio en Singapur. La paralización de los trabajos de desmantelamiento coincide con el aparente estancamiento del diálogo entre Washington y Pyongyang para lograr la «total desnuclearización» de la península de Corea a cambio de que EEUU garantice la supervivencia del régimen, uno de los compromisos alcanzados en dicha reunión.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha reprochado al Norte la falta de avances concretos para el abandono de sus armas nucleares, mientras que el régimen de Kim Jong-un ha criticado el mantenimiento de las sanciones internacionales por iniciativa de Washington.
Se cree que en Sohae se probaron algunos de los mayores motores para misiles norcoreanos de largo alcance con combustible líquido, por lo que su desmantelamiento fue visto como un gesto de buena voluntad del régimen de cara a su desarme nuclear.
No obstante, algunos analistas han apuntado que Sohae ya no representa un epicentro tan importante para el programa de armas norcoreano en comparación con los destinados al desarrollo de misiles de combustible sólido, que a diferencia del líquido permite cargar los proyectiles rápidamente, haciendo más difícil su detección.