Putin bloquea Instagram pero no detiene a las 'influencers' rusas: así burlan la prohibición
Aunque Rusia ha bloqueado el uso de Instagram en el país, muchas influencers que viven de ello ya se han buscado una salida
Instagram ya no funciona en Rusia, después de que el regulador de telecomunicaciones del país, Roskomnadzor, bloqueara esta red social, el pasado 14 de marzo, a petición de la Fiscalía General debido a la negativa de la red de eliminar los llamamientos a la violencia contra los rusos, entre ellos los militares.
«De acuerdo con la demanda de la Oficina del Fiscal General de Rusia, el acceso a la red social Instagram, propiedad de Meta Platforms, se restringirá en el territorio de la Federación Rusa. Se están difundiendo materiales informativos que contienen llamamientos a la violencia contra los ciudadanos de la Federación Rusa, incluidos los militares, en la red social Instagram», dijo el regulador.
Al respecto, Meta, la empresa propietaria de Facebook e Instagram, anunció el pasado viernes que, de forma temporal por la guerra en Ucrania, permite a los usuarios saltarse sus normas de uso y enviar mensajes que normalmente estarían prohibidos como «muerte al invasor ruso» o incluso al presidente, Vladimir Putin, detalla Efe.
En cuanto a Facebook, ha corrido la misma suerte, pues el Gobierno ruso también lo ha bloqueado como respuesta a las restricciones que Moscú considera que la empresa impuso sobre medios de comunicación prorusos.
Las ‘influencers’ rusas lloran su marcha de Instagram pero buscan salidas: unas, a Telegram; otras se van del país
Al margen de que los rusos ya no podrán utilizar Instagram para comunicarse con sus seres queridos o simplemente estar al día de las novedades que siguen en esa red social, muchos ciudadanos del país presidido por Putin se han quedado sin su principal fuente de ingresos.
Los influencers rusos ya no pueden seguir utilizando la red social, que era su trabajo. Roskomnadzor prohibió oficialmente la red social el pasado viernes y otorgó a los usuarios rusos un período de gracia de 48 horas para despedirse.
Durante este tiempo, numerosos influencers han llorado a lágrima viva su salida de la red social, aunque muchos se han buscado la vida para seguir compartiendo su contenido en otras aplicaciones.
«No tengo miedo de admitir que no quiero perder mi Instagram», dijo la rusa Olga Buzova, de 36 años y que tiene nada menos que 23,3 millones de seguidores en Instagram. «No sé lo que me deparará el futuro. (…) En Instagram he compartido mi vida, mi trabajo y mi alma. No hice todo esto como un trabajo, para mí es parte de mi alma. Es como si me estuvieran quitando una gran parte de mi corazón y mi vida», añadió la influencer en un vídeo de siete minutos en el que no paraba de llorar.
Buzova sigue publicando posts en la red social, así que todo parece indicar que ha salido de Rusia para seguir con su trabajo.
Valeria Chekalina compartió con sus 10,5 millones de seguidores un emoticono de una cara llorando en su perfil y avisó de que se pasaría a otras apps que todavía están permitidas en Rusia, como Telegram.
Al margen de que se hayan buscado la vida tras el bloqueo de Instagram, la pena de los influencers y de los usuarios de la red social contrastó con algunas críticas de personas que no entendían cómo estaban llorando por salir de la red social mientras su país está invadiendo otro.