Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, una relación estable que avanza paso a paso
El todavía marido de la infanta Cristina y su nueva pareja disfrutan de su primera Semana Santa juntos
Casi tres meses después de conocerse su situación sentimental, Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia siguen juntos, enamorados y viviendo su relación con naturalidad en Vitoria. No se esconden, nunca lo han hecho, aunque sí han sido cautos. Su historia de amor ya está consolidada, hasta el punto de que las visitas de Ainhoa a la casa familiar de la madre de Urdangarin suelen ser habituales. Así lo cuenta esta semana la revista ¡Hola! junto a unas imágenes de la pareja tomadas en diferentes días.
Todas tienen una particularidad, están sacadas durante varias salidas de ocio en plena naturaleza en las que se les ve paseando abrazados, compartiendo confidencias y disfrutando del paisaje y la compañía. Abrazados, de la mano y besándose, las instantáneas no dejan lugar a dudas. Van en serio, no es una relación pasajera y están felices mientras esperan la disolución de sus respectivos matrimonios.
Según la publicación, a pesar de la situación y la presión vivida las primeras semanas después de que saliese a la luz su noviazgo, la pareja ha ido afianzando su relación poco a poco en parte también a la ayuda de su círculo de amigos. Estos han abierto las puertas de sus casas para que la pareja pudiese tener algunas citas lejos de las miradas de los curiosos. Al fin y al cabo, Vitoria es una ciudad pequeña en la que se conocen todos, y por lo que parece, los planes de irse a vivir juntos aún tienen que esperar.
Vitoria y Francia, los destinos en los que presumen de amor
Desde que obtuvo su libertad, Iñaki comenzó a dar pasos al frente. Y así, nada más conocer la decisión de la jueza de Instituciones Penitenciarias, comunicó su decisión de abandonar el despacho de abogados Imaz & Asociados donde ha estado un año trabajando y donde además se fraguó su relación con su actual pareja. A pesar de los cambios y la presencia de los medios, Ainhoa continúa trabajando allí donde está muy bien valorada, como se dijo en su día.
Al parecer algunas tardes Iñaki Urdangarin espera a su chica a escasos metros del bufete sin bajarse del coche. Otras quedan para practicar yoga juntos en el centro Sanatana Dharma, pero los planes que más disfrutan son los que hacen al aire libre. Tanto uno como otro son dos apasionados del deporte y la naturaleza y por eso es habitual verles practicar senderismo por las afueras de la provincia de Álava.
Uno de esos puntos es el parque natural de Garaio, a solo 25 kilómetros de Vitoria. Allí también se escapó el ex duque de Palma días después de la publicación de las fotografías de destaparon su infidelidad. Aquellos días estuvo muy arropado por su madre, sus hermanos y sus sobrinos, el mejor apoyo que ha tenido siempre tanto en los buenos como en los malos momentos.
Asimismo, la pareja también suele patearse la zona del embalse Ullibarri-Gamboa y por supuesto, realizan escapadas a Francia. Estos viajes suelen realizarlos cuando disponen de tiempo, y esto coincide con los fines de semana. No muy lejos de Bidart, donde suelen pasar el verano los Urdangarin, está el refugio en el que se fotografió por primera vez a Iñaki y a Ainhoa juntos para sorpresa de todos.
El cambio de vida de Iñaki Urdangarin en un año
Esta época del año dista mucho de la que vivió el año pasado el exjugador de balonmano. Hace doce meses se encontraba ingresado en la prisión provincial de Álava donde acudía a pernoctar de lunes a jueves. Su situación era muy diferente, también en lo sentimental. Continuaba casado y feliz con doña Cristina que no dudó en viajar de Ginebra a Vitoria junto a sus hijos, para pasar la Semana Santa en la ciudad natal del que era su marido.
Este desplazamiento de la hermana del rey Felipe VI no hizo más que crear polémica, ya que las autoridades sanitarias desaconsejaban cualquier tipo de traslado sin justificación de peso. La situación de la pandemia seguía siendo alarmante en todo el mundo. Aún así, la infanta sumó un escándalo más a su lista, después del revuelo que provocó su vacunación en Emiratos Árabes aprovechando un viaje para ver a su padre.
Nada hacía presagiar entonces que un año después, el matrimonio que permaneció más unido que nunca desde que salió a la luz el entramado del caso Nóos, estaría completamente roto. Tampoco se pensaba que el motivo de la ruptura iba a ser una infidelidad de Iñaki a Cristina. Todo un escándalo para la familia del rey emérito, que curiosamente estos días volverá a recibir la visita de sus dos hijas mayores.
La infanta Cristina cambia Vitoria por Abu Dabi
El portal Vanitatis publica que las infantas Elena y Cristina van a pasar unos días con su progenitor. Según el entorno del emérito: «Dijeron que iban, tenían los billetes, y van a ver a su padre, que las espera con mucha ilusión. Si no fuera por estos viajes de las hijas, don Juan Carlos no estaría a gusto en Emiratos».
Esta escapada coincide con el décimo aniversario del accidente de Botsuana que supuso un punto de inflexión en el reinado de don Juan Carlos. Precisamente las infantas suelen pasar con su progenitor fechas señaladas como su cumpleaños o el aniversario de su coronación. Y este año con todo lo sucedido con su hija mediana, el viaje también está más que justificado.
Mientras tanto la reina Sofía lleva ya unos días en Palma de Mallorca junto a su hermana Irene. Todo apunta a que permanecerá en la isla durante estos días sin nadie más de la familia. La princesa de Asturias viaja en las próximas horas a España y según distintas informaciones, disfrutará de unos días de asueto junto a sus padres y su hermana en un destino secreto.