Cláusulas sexuales y otras exigencias de los famosos en sus acuerdos prematrimoniales
Jennifer Lopez y Ben Affleck han sido los últimos en firmar un acuerdo de este tipo tan típico en Hollywood y también en la realeza
Aún estamos digiriendo la noticia del compromiso de Jennifer Lopez y Ben Affleck y la pareja vuelve a dar la sorpresa. Los dos están felices y encantados con esta segunda oportunidad que le han dado a su amor y tienen claro que lo suyo es para siempre. O no.
Hace casi dos décadas que la cantante y el actor suspendieron su boda a pocos días de la celebración y con el acuerdo prematrimonial ya firmado. Un varapalo para ellos y para los millones de fans que vivieron su noviazgo como si fuera propio.
A pesar de esta felicidad total y absoluta que están viviendo, ambos han querido dejar todos los asuntos bien definidos antes de darse el ‘sí, quiero’. Ya en septiembre se rumoreó que estaban poniendo en orden sus finanzas y ahora ha trascendido una de las cláusulas impuestas para pasar por el altar. Esta no es otra que la que hace referencia a la vida sexual de la pareja cuando ya sean marido y mujer.
La cláusula sexual de Ben Affleck y Jennifer López
La diva del pop no se anda con chiquitas y según la información publicada ha obligado a Ben a dejar por escrito que tendrán más de cuatro relaciones sexuales a la semana. No es una novedad. Este fue uno de los puntos del primer contrato que ya firmaron cuando se comprometieron por primera vez y que dejan claro que Jennifer Lopez tiene claro lo que quiere, cuándo lo quiere y con quién lo quiere.
El romanticismo, el cariño y la dulzura son tres de las características que suelen rodear a la pareja cada vez que se dejan ver juntos. Da igual que sea pisando la alfombra roja o dando un tranquilo paseo por los alrededores de su casa. Destilan amor y se muestran embelesados sin importarles las miradas ajenas. Y parece que esta cláusula sexual ha restado algo de lo bonito que tuvo la pedida de mano.
La propia cantante del Bronx compartió en su página web cómo había sucedido todo. Sin poder quitar la sonrisa de su cara y mostrando el impresionante anillo con el que se ha comprometido, la intérprete de On the floor publicó un vídeo en el que desveló con pelos y señales cómo lo vivió.
«El sábado por la noche, mientras estaba en mi lugar favorito del mundo (dándome un baño de espuma),mi amor se arrodilló y me hizo la pregunta. Me cogió totalmente desprevenida y solo le miré a los ojos sonriendo y llorando al mismo tiempo, intentando entender que después de 20 años estaba ocurriendo otra vez. Me quedé literalmente sin palabras y él dijo: ‘¿Es eso un sí?’. Dije sí, por supuesto que es un sí».
Algo propio de Hollywood y la realeza
Casarse con un acuerdo prematrimonial bajo el brazo es algo muy común en Hollywood. Razones no faltan si se tienen en cuenta las abultadas cuentas corrientes que suelen tener los contrayentes. Pero las excentricidades de las estrellas del celuloide llegan también a los despachos de abogados que se frotan las manos -y también esbozarán alguna sonrisa- cuando tienen que redactar algún contrato prematrimonial.
No todo tiene que ver con lo económico, pues hay quien se atreve a plantear desde un principio la custodia de los niños en caso de divorcio -si es que hay familia de por medio-, las obligaciones maritales tales como tener una hora a la semana para disfrutar en pareja de una simple cena. También hay quien estipula una cantidad para el ex por cada año que hayan estado casados.
Brooklyn Beckham y Nicola Peltz firmaron el suyo antes de su boda el pasado 9 de abril, por el que han dejado protegidas sus respectivas fortunas, incluyendo las de cada una de sus familias.
La realeza es quien lleva a rajatabla la firma de un acuerdo prematrimonial, independientemente de si se es el heredero al trono o la hermana del rey. El príncipe Harry fue reacio a firmar un acuerdo antes de su boda. «Jamás se planteó proponerle a Meghan firmar ningún tipo de documento de este tipo. Está convencido de que su matrimonio será duradero y no cree que tengan necesidad de firmar ningún preacuerdo», publicó The Daily Mail dos meses antes del enlace. Finalmente tuvo que claudicar y, en caso de divorcio, a la exactriz le corresponderá la décima parte de la fortuna del nieto favorito de la reina Isabel.
Tom Cruise, un acuerdo prematrimonial por boda
Si hay un experto en la firma de acuerdos prematrimoniales es Tom Cruise. Firmó uno cuando contrajo matrimonio con Nicole Kidman y se divorció de ella cuando las condiciones del contrato comenzaban a favorecer más a la actriz australiana. Adoptaron dos hijos que se quedaron bajo la custodia del protagonista de Top Gun.
Tras ella, Penélope Cruz ocupó el corazón del actor y después se casó con Katie Holmes. Días antes del enlace, Cruise puso sobre la mesa un acuerdo prenupcial. Un gesto que, según algunos medios neoyorkinos, fue un jarro de agua fría para la joven actriz que no entendía por qué su prometido dudaba de su amor. Sin embargo, otras informaciones apuntaban a que la propuesta corrió por parte de Katie, asesorada por su padre -abogado de profesión-.
Entre otras cláusulas se estipuló que, en caso de divorcio, Katie Holmes recibiría tres millones d dólares por cada año que permaneciera casada con él. Su unión duró casi seis años, por lo que solo hay que echar cuentas. De su relación nació su hija Suri, por cuya custodia total peleó la intérprete de Dawson crece. Tras la firma del divorcio, y hasta que la niña cumpla 18 años, Cruise abona 400.000 euros al mes en concepto de manutención de su hija.
Nicole Kidman y las adicciones de Keith Urban
Nicole Kidman aprendió la lección después de haber sido la mujer de Tom Cruise. Nunca ha hablado sobre los años de convivencia con la estrella de Hollywood, algo que bien podría haber estado plasmado en el acuerdo prematrimonial que firmaron en su día. Pero la australiana ha dicho en más de una ocasión que prefiere seguir siendo fiel a sus principios y respetarse a sí misma y sobre todo a sus hijos. Se casó muy enamorada y la ruptura fue un varapalo para ella.
Tras su ruptura se enamoró del músico Keith Urban y también se firmó un acuerdo prenupcial. Salvaguardar su economía era algo importante, pero especialmente velar por la salud de quien iba a convertirse en su marido. Y es que el cantante arrastraba problemas de adicciones que tuvieron una cláusula señalada en dicho acuerdo. En esta se especificó que en caso de que Urban recayera en las drogas no tendría derecho a compensación económica. De lo contrario, obtendría más de 600.000 dólares por año de matrimonio.
Jessica Biel, Justin Timberlake y la ‘cláusula de la fidelidad’
Si la cláusula sexual de los ‘Bennifer’ ha sido llamativa, la del matrimonio formado por Jessica Biel y Justin Timberlake no se queda atrás. Es de sobra conocida la fama de don Juan del cantante, por eso su pareja impuso un punto peculiar en el acuerdo que firmaron antes de casarse y que tenía en cuenta la posibilidad de un desliz del intérprete de Can’t stop the feeling! De ahí la denominada ‘cláusula de la fidelidad’ por la que Jessica recibirá 500.000 dólares en caso de que su marido la engañe con otra.
Aún así, los rumores de deslealtad de Justin a Jessica aparecieron en el año 2020 cuando le pillaron en actitud cariñosa con una compañera de reparto. Su publicista no tardó en negarlo y el propio artista emitió un comunicado afirmando que se arrepentía de su comportamiento, producto de una noche en la que llevaba unas copas de más. «Pido disculpas a mi increíble mujer y a mi familia por exponerlos a tan vergonzosa situación. Estoy centrado en ser el mejor marido y el mejor padre posible», escribió. Tras estas palabras se dijo que el matrimonio había decidido acudir a terapia de pareja.