El príncipe Guillermo volverá a no ser el único protagonista el día de su cumpleaños
La reina Isabel ha dado el visto bueno a estos nuevos fastos con los que se festejarán los 40 años de los duques de Cambridge
Han pasado más de dos semanas desde que la reina Isabel II celebró su Jubileo de Platino por todo lo alto. Pero este año 2022 no es especial solo para ella. Su nieto, el príncipe Guillermo de Inglaterra, y la mujer de este, Kate Middleton, han cumplido 40 años. Una década señalada en la vida de cualquier persona, ya sea perteneciente a la realeza o cualquier ciudadano de a pie, y que merece una celebración por todo lo alto.
Así será para los duques de Cambridge. Hace unos días los tabloides ingleses anunciaron a bombo y platillo que la reina ha dado su beneplácito para que su nieto y su mujer tengan su merecida fiesta por sus cuatro décadas de vida. La soberana dio su permiso un día antes de que el príncipe Guillermo cumpliera los 40, indicando que pone a su disposición tanto el castillo Windsor como la casa de Sandringham.
Fuentes cercanas a la familia real desvelaron al Mirror, que la reina Isabel estaba de acuerdo con que los duques de Cambridge «celebren sus históricos cumpleaños con una fiesta a la altura de las circunstancias». La monarca tiene intención de acudir al mismo, pero debido a sus problemas de movilidad, parece que no será hasta el último momento cuando confirme su asistencia.
El príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate, cumpleaños para dos en unos meses
Por el momento no han trascendido muchos más datos sobre cómo será la celebración conjunta del príncipe Guillermo y Kate. El príncipe cumplió los 40 el pasado 21 de junio, mientras que su mujer sopló las velas el 9 de enero. En su momento, la duquesa de Cambridge no celebró sus cuatro décadas debido al aumento de contagios por COVID, por lo que, al igual que ha hecho su marido, se decidió por una fiesta íntima en su residencia.
Todo apunta a que los fastos tendrán lugar a finales de verano, tiempo suficiente para que el matrimonio organice cómo quiere que sea el festejo. Desde la casa real se ha informado de que la intención es que sea una fiesta acorde a los tiempos que corren y al estilo del matrimonio.
No se puede obviar que son dos de los miembros más queridos de la Familia Real, y también son una pareja de hoy en día que destaca por su cercanía, su implicación en causas sociales y por su rectitud. Evitan los escándalos y tratan de cumplir con su papel institucional con suma profesionalidad.
Aunque cuentan con el equipo de protocolo, Kate tiene experiencia en lo que a organización de fiestas se refiere. Sus padres dirigen la compañía Party Piece Holding, una empresa dedicada a la organización de fiestas y eventos, que Michael y Carole Middleton fundaron hace 30 años. La propia duquesa de Cambridge llegó a trabajar en la empresa familiar que, como la mayoría, pasó por apuros económicos durante la pandemia.
El mítico ‘baile de las décadas’
Por el momento los detalles de la fiesta son un misterio. Lo que sí se sabe es que esta no es la primera vez que el futuro rey de Inglaterra comparte cumpleaños con otros miembros de su familia. Para eso hay que remontarse al año 2000, momento en el que Guillermo cumplió 18 años, pero además otros miembros de la Familia Real celebraron su cambio de década.
La más destacada fue la reina madre. La progenitora de la reina Isabel cumplió 100 años el 4 de agosto, mientras que sus nietos, los príncipes Andrés y Ana celebraron sus 40 y sus 50 años respectivamente. Mientras que la princesa Margarita sopló 70 velas.
Para celebrar tanta festividad, la reina Isabel organizó en Windsor el llamado ‘Baile de las décadas’. Una impresionante fiesta que el pasado mes de diciembre volvió a la actualidad después de que el Daily Mail filtrara la lista de los invitados donde figuraban tanto Jeffrey Epstein como Ghislaine Maxwell.
Por este asunto se le preguntó al hijo pequeño de la reina Isabel en su polémica entrevista con la BBC, que a pesar de intentar justificar que el pedófilo y su pareja estuvieran invitados a esta fiesta, sus declaraciones no hicieron otra cosa que añadir más leña al fuego. La lista de invitados era por tanto otra prueba de la estrecha relación entre Epstein y Andrés, ambos acusados de abusos sexuales.