Martin Sheen, Nicole Kidman y otras 'celebrities' que cambiaron de nombre para poder triunfar
El veterano actor, cuyo nombre es Ramón Antonio Gerardo Estévez, acaba de reconocer que se arrepiente de ese cambio
Martin Sheen lleva más de cinco décadas en el mundo del séptimo arte, y los comienzos parece que no fueron fáciles. Sobre todo para el hijo de un matrimonio de inmigrantes. Su padre, Francisco Estévez Martínez, era un español originario de la localidad pontevedresa de Parderrubias, y su madre, Mary Anne Phelan, era una mujer irlandesa. El nombre real del actor es Ramón Antonio Gerardo Estévez y, aunque nació en Ohio, sus orígenes españoles no le facilitaron la vida.
Él mismo lo ha explicado en más de una ocasión, al recordar cómo fue ese cambio de nombre: «Siempre que llamaba por teléfono para pedir trabajo o para alquilar un apartamento, al dar mi nombre me respondían dudosos. Y cuando llegaba allí el trabajo o la casa no estaban disponibles. Entonces pensé que ya tenía demasiados problemas para encontrar un trabajo como actor, así que inventé a Martin Sheen».
Eso sí, oficialmente sigue siendo Ramón Antonio Gerardo Estévez. Nunca se lo cambió y nunca tuvo en mente hacerlo. Pero cuando comenzó a utilizar el nombre por el que se le conoce en Hollywood y empezó a triunfar, era tarde para utilizar su nombre original.
Martin Sheen y su legado
Hace solo unos días reconoció, en una entrevista en Closer Weekly, que tomó esta decisión debido a las presiones sociales: «Es algo de lo que me arrepiento. Fui persuadido a hacerlo cuando no tenía la valentía suficiente», afirmó. «Cuando no tienes coraje para plantarte por aquello que defiendes, lo pagas tiempo después», añadió antes de indicar que esta era solo su experiencia.
De sus cuatro hijos, dos han seguido sus pasos en el mundo de la interpretación: Charlie Sheen y Emilio Estévez. Fue este último, el mayor de todos, quien quiso seguir el legado a pesar de las recomendaciones de su agente. «¡Gracias a Dios que no lo hizo!», exclamó alabando la decisión de su hijo.
Nicole Kidman deja al descubierto su gran secreto
En el año 2014 Nicole Kidman descubrió la gran mentira de su vida en una entrevista para la edición británica de Instyle. Ya con un amplio currículum laboral, la protagonista de Días de trueno, desveló un secreto que solo sabían sus íntimos: su verdadero nombre. «Mi madre me puso Hokulani, que significa ‘estrella celestial’», explicó.
«Es algo que la gente no sabe, bueno Keith sí y a veces me llama así», dijo refiriéndose a su marido, el músico Keith Urban. «Les contaba a mis compañeros de colegio que había nacido en la mismísima playa de Waikiki en Honolulú. La verdad es que nací en el hospital, pero sonaba bien y me creían».
Esta confesión también destapó que Nicole Kidman tampoco es oriunda de Australia. Siempre se había dicho que este era su país de origen, y fue algo además que se afianzó aún más cuando protagonizó la película del mismo nombre junto a Hugh Jackman. En realidad, la exmujer de Tom Cruise nació en la isla hawaiana de Oahu.
Demi Moore, entre un diminutivo y el apellido de su ex
Si hay una actriz camaleónica en todos los aspectos, esa es Demi Moore. En enero del 2021 sorprendió al mundo entero luciendo un nuevo rostro durante su participación como modelo en el desfile de Fendi. Un momento que ha pasado a los anales de la historia de la semana de la moda de París.
A lo largo de su carrera cinematográfica han sido numerosos los cambios de la protagonista de Ghost. Cortes de pelo, implantes mamarios, un cuerpo más musculado, la actriz no ha tenido reparo en modificar su imagen según las exigencias de los guiones de algunas de las películas que le han llevado a lo más alto en el star system.
Pero los cambios ya empezaron antes. En realidad, Demi Moore se llama Demetria Gene Guynes. Un nombre que suele ser pregunta recurrente en un conocido juego de mesa. Su nombre artístico viene del diminutivo de su nombre, mientras que el apellido pertenece a su primer nombre de casada. Su padre abandonó a su madre antes de que la actriz naciera, por lo que el apellido de su padre biológico ni siquiera figura en su partida de nacimiento.
Fue su padrastro, Daniel Guynes, quien sí le dio su apellido. Pero tres meses después de cumplir 17 años, en agosto de 1979, conoció al músico Freddy Moore, líder la banda Boy. Se enamoraron, se fueron a vivir juntos y se casaron en 1980 cuando ella ya tenía 18 años. A partir de ese momento, Demi adoptó el apellido de su marido, de quien se separó cuatro años después de su boda.
Norma Duval, de cabeza al cabaret más famoso de París
Optar por un nombre artístico no es marca registrada hollywoodiense. En España también ha habido estrellas de renombre que consiguieron triunfar no solo por sus aptitudes, sino también gracias a un cambio de nombre. Ha ocurrido siempre y han sido muchas las artistas que han conseguido llegar a lo más alto con un nombre que no es el suyo.
Purificación Martín Aguilera es el nombre que figura en su DNI. Y aunque siempre ha estado orgullosa de sus raíces, así como de sus padres, la vedette cambió de nombre cuando ya había debutado en el teatro. En concreto cuando empezó a trabajar en la compañía de Fernando Esteso. Y de ahí a París, donde consiguió ser cabeza de cartel del Folies Bergère, el mítico cabaret de la capital francesa.
Pastora Soler: el cambio llegó tras su encuentro con el descubridor de Rocío Jurado
Aún en el siglo XXI hay nuevos artistas que siguen decantándose por un nombre artístico para triunfar ya sea en el cine, la televisión o en la música. Además de Norma Duval, Rocío Dúrcal, Marisol, Ana Belén o Bertín Osborne, son algunos de los virtuosos que responden a otro nombre.
Pastora Soler es una de las jóvenes artistas que tampoco se llama así. Pilar Sánchez Luque es el que reza en su partida de nacimiento. Aunque sus primeros pinitos en el mundo de la copla los hizo en su más tierna infancia, fue en la adolescencia cuando Luis Sanz, descubridor de Rocío Jurado o Lola Flores, estuvo presente en una audición en casa de su maestro. A partir de ese momento empezó a firmar sus trabajos como Pastora Soler.