Muerte de Ivana Trump: sus amigos hablan de movilidad reducida y una escalera «traicionera»
Cinco días después de su repentina muerte, empiezan a conocerse detalles del deceso de la primera mujer del expresidente Donald Trump
El pasado sábado se conoció la repentina muerte de Ivana Trump, quien fue la primera mujer del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Tenía 73 años y nada hacía presagiar este final de la madre de los tres hijos mayores del multimillonario empresario, que fue el encargado de anunciar su pérdida con un conmovedor mensaje en el que solo tuvo buenas palabras para ella.
«Me entristece informar a quienes la amaban, que son muchos, que Ivana Trump ha fallecido en su cada de la ciudad de Nueva York», escribió Donald Trump en sus redes sociales, en las que describió a su exmujer como «maravillosa, hermosa e increíble», afirmando además que «su orgullo y alegría eran sus tres hijos, Donald, Ivanka y Eric. Estaba muy orgullosa de ellos, como todos nosotros lo estábamos de ella».
«Ivana era una superviviente. Huyó del comunismo y abrazó este país. Enseñó a sus hijos a tener agallas y resistencia, compasión y determinación. Su madre, sus tres hijos y sus diez nietos la echarán mucho de menos». Precisamente sus hijos no tardaron en pronunciarse, emitiendo un comunicado en el que se deshacían en halagos con ella: «Nuestra madre era una mujer increíble: una fuerza en los negocios, una atleta de clase mundial, una belleza radiante y una madre y amiga cariñosa».
Las declaraciones del dueño del restaurante al que era asidua Ivana Trump
Durante las horas posteriores al descubrimiento del cuerpo de la empresaria checa, comenzaron las especulaciones acerca de las posibles causas de su fallecimiento, entre las que se barajó la posibilidad de que alguien hubiera entrado en su domicilio. Las autoridades descartaron este punto y desde la oficina del forense local se ha calificado su muerte como un «accidente».
Los testimonios de sus allegados ya han comenzado a surgir. Uno de ellos es el de Giuliano Zuliani, propietario del restaurante que frecuentaba Ivana Trump. El restaurador ha hablado para People y sus palabras no han dejado indiferente a nadie: «No parecía estar del todo bien. Apenas podía andar. No se comió su plato, se lo llevó a casa con ella», ha contado insinuando que su clienta más reputada podría tener problemas de movilidad.
A sus amigas les preocupaba la escalera
Sus declaraciones nada tienen que ver con las de Nikki Haskell, gran amiga de Ivana Trump, quien ha asegurado a Page Six, que la multimillonaria estaba preparando sus vacaciones de verano: «Se iba a ir a St. Tropez. Iba a ser su primer viaje desde la pandemia. Tenía miedo de contraer el virus y por eso los dos últimos años se había vuelto más solitaria», explicó antes de desvelar que durante la pandemia permaneció encerrada y prefirió no salir de Estados Unidos hasta que todo pasase.
El informe del forense ha revelado que la muerte de Ivana Trump fue debido a una aparatosa caída por las escaleras de su casa ubicada en el Upper East Side de Manhattan, provocándole un fuerte traumatismo «por impacto contundente», que derivó en su fallecimiento.
Precisamente Nikki explicó que tanto ella como el resto de sus amigas siempre tuvieron una gran preocupación de que Ivana Trump pudiera resbalar en la que ha definido como una «preciosa y traicionera escalera». «Era imposible caminar por ella. Muy estrecha en la parte interna de los escalones y más ancha por fuera», añadió.
Así encontraron a la polifacética modelo
A las 12:40 del pasado jueves, hora local, el cuerpo de Ivana Trump fue encontrado a los pies de la escalera de su impresionante vivienda de Nueva York. Según publicó entonces The New York Post, haciendo alusión a fuentes policiales, un ayudante y una empleada del hogar de Ivana Trump intentaron acceder al domicilio sin éxito. Un miembro del equipo de mantenimiento consiguió abrir la puerta, hallando su cuerpo en las escaleras junto a una taza de café con el contenido derramado.
Ivana Trump huyó de su Checoslovaquia natal a Canadá y de ahí se mudó a Nueva York. Un año después de conocer a Donald Trump, el 7 de abril de 1977, contrajeron matrimonio en una lujosa boda que congregó a lo más granado de la alta sociedad norteamericana. A partir de darse el ‘sí, quiero’, Ivana, que adoptó el apellido de su marido hasta el final de sus días, entró a formar parte activa de los negocios de su marido en la Trump Organization.
La pareja fue una de las más seguidas por la prensa de época y aún lo fue mucho más tras su divorcio en 1992. El matrimonio se separó cuando se conoció la aventura del empresario con la actriz Marla Maples, con quien se casó doce meses después y tuvo a su hija Tiffany.
Ivana Trump falleció a los 73 años, y todos los que le han recordado a lo largo de estos días han destacado su carisma, su generosidad, su gran personalidad, su tesón y su pasión por sus hijos. Ha pasado a los anales de la historia por protagonizar uno de los divorcios más polémicos. Trató de quedarse con la mitad del patrimonio del padre de sus tres hijos, y consiguió quedarse con 25 millones de dólares (casi 25 millones de euros) en efectivo, la mansión familiar, otras propiedades, joyas y cinco millones de dólares (unos cinco millones de euros) en concepto de pensión alimenticia.