Kiko Rivera recibe el alta hospitalaria
Este lunes a medio día, tres días después de ingreso, el Dj ha abandonado las instalaciones hospitalarias para dirigirse a su casa
Kiko Rivera se encontraba, desde el pasado viernes, ingresado en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla tras haber sufrido un ictus. A pesar del desconcierto causado y de la preocupación, parece que todo ha quedado en un susto, ya que este lunes ha recibido el alta.
La mujer del hijo de Isabel Pantoja, Irene Rosales, ha sido la encargada de informar en todo momento del estado en el que se encontraba su marido, asegurando desde un primer momento que el ictus había sido «leve» y se había pillado «absolutamente a tiempo», por lo que el Dj se encontraba bien.
Tan solo un día después, Kiko Rivera era trasladado a planta y él mismo se encargaba de mandar un tranquilizador mensaje a sus seguidores, asegurando que, a pesar de haber temido por su vida, todo había salido bien, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
Kiko Rivera recibe el alta hospitalaria
Y todo ha ido bien desde entonces, pues este lunes a medio día, tres días después de ingreso, Kiko Rivera ha abandonado las instalaciones hospitalarias para dirigirse a su casa. Irene Rosales ha sido la encargada de recoger al dj, que ha salido por la puerta de urgencias del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.
Con una capucha y la mascarilla puesta, Kiko Rivera ha evitado dar declaraciones y se ha subido rápidamente al coche donde le esperaba su mujer y un acompañante. El Dj, no obstante, sí que ha hecho un gesto de saludo con la mano a los reporteros.
Parece que, por suerte, todo ha quedado en un tremendo susto que, por cierto, ha causado un gran revuelo en el mundo del corazón, ya que ni su madre, Isabel Pantoja, ni su hermana, Isa, han podido entrar a verle al hospital, y aún no se sabe claramente la razón. Sin embargo, según Irene Rosales, la cantante sí que llamó este viernes para informarse del estado de salud de su hijo.
Kiko Rivera, de 38 años, sufre de ácido úrico y diabetes tipo 1, de modo que precisa insulina de forma regular, aunque no tenía antecedentes hasta el momento de accidentes cerebrovasculares.