El comentado (y polémico) gesto de Justin Bieber y su esposa, Hailey, con los fans
Justin Bieber se ha negado a firmar autógrafos a los fans, algo que reafirma su decisión de alejarse de los fans para buscar una mayor tranquilidad
Justin Bieber vuelve a colocarse, una vez más, en el foco de la polémica. El cantante y su esposa, la modelo Hailey Bieber, se negaron a firmar autógrafos a un grupo de fans que esperaban junto a su furgoneta a la salida de un restaurante en la ciudad de Nueva York. La pareja se metió rápidamente en el interior del vehículo para asombro de sus seguidores, que no pudieron ver cumplido uno de sus sueños.
El matrimonio caminaba por las calles de la Gran Manzana cuando fueron requeridos por un grupo de seguidores que tan solo pedía una rúbrica por parte del intérprete de Sorry. Sin embargo, éste le miró con el semblante muy enfadado y negó con la cabeza ante la petición de este individuo, para meterse a continuación en la furgoneta que le esperaba.
Justin, una vida bunkerizada
¿Qué le llevó a Justin Bieber a rechazar firmar a un fan? La respuesta es una incógnita, pero no sorprende en absoluto puesto que hace más de un año que el canadiense decidió por algún motivo levantar un muro entre su intimidad y sus seguidores, para garantizar así su privacidad.
Uno de los episodios más sorprendentes de esta estrategia tuvo lugar en 2021. Justin volvía a su domicilio de Nueva York y al ver la gran cantidad de gente que lo aguardaban allí para fotografiarse junto a él. Una aglomeración que colmó la paciencia del ex de Selena Gomez.
«Esta es mi casa. ¿Sabéis a lo que me refiero? Aquí es donde vivo. Y no me gusta que estéis aquí. Podéis estar en cualquier parte pero… ¿en mi casa?», comenzó el cantante a decir al grupo. «¿Sabes cuando llegas a casa al final de la noche y quieres relajarte? Este es mi espacio para hacer eso, así que me encantaría que me dejarais hacerlo», les pidió.
Una de las chicas que se agolpaba allí para ver de cerca a su ídolo no dudó en pedirle un abrazo después de este enrabietado discurso, como si nunca se hubiera producido. Como era de esperar, Bieber se lo negó.
No es la primera vez que el artista muestra su lado más arisco e incluso en alguna ocasión ha preparado alguna treta para evitar ser reconocido. Es lo que sucedió durante su reciente visita a Tokio, cuando recurrió al truco de la peluca y gafas de sol. Justin Bieber se disfrazó para que las fans japonesas no lo reconocieran por la calle y así no perturbarlo.
Mala fama
Esta actitud deja entrever que Justin Bieber no está nada a gusto con la cara B de la fama, la sobreexposición mediática le supera e incluso ha sufrido diferentes problemas de salud. Como suele suceder, toda acción ha tenido su reacción y en su caso es una bajada de popularidad importante, que, lejos de ser perjudicial para él, no le desagrada.
Hay datos que justifican esta reflexión anterior. Por ejemplo, ver los rankings de plataformas. Bieber, es líder en Youtube, con 22 millones de suscriptores. A pesar de ello, no todos son fans del artista, ya que el vídeo de su canción Baby cuenta con más de 6 millones de dislikes, la cifra más alta de la historia en la red social.
Por último, cabe destacar que el nombre de Justin Bieber ha sido actualidad en los últimos días gracias al mundial de Qatar. El marido de Hailey Baldwin ha encontrado la manera de hacer negocio en los campos. ¿Cómo? Ofreciendo agua potable y alcalina gratis a toda persona que se acerque al estadio gracias a la instalación de alrededor de 150 fuentes públicas.