Rocío Crusset confiesa qué opina su madre (Mariló Montero) de la boda de Carlos Herrera
La hija de Mariló Montero y Carlos Herrera hace un alto en su vida en Estados Unidos para hablar de la última gran boda en la familia ¿y de la suya?
Rocío Crusset tenía claro que su marcha a Estados Unidos le iba a servir para madurar y ganar experiencia a pasos agigantados. Dejó de imaginar su vida entre rascacielos y en un pisito de soltera de Nueva York, al más puro estilo Carrie Bradshaw, para hacerlo realidad, porque para eso están los sueños.
Rocío Crusset se pone al día
La modelo ha hecho un paréntesis en su idílica vida al otro lado del charco para dejarse caer por el país que le vio nacer. Rocío acudió hace unos días al desfile de Duarte en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. Allí pasó revista a su actualidad y a la de su familia. Habló de todo, desde la boda de su padre hasta una hipotética suya.
La hija de Mariló Montero y Carlos Herrera fue una de las invitadas, como no podía ser de otra manera, al enlace de su padre con Pepa Gea. Un día lleno de amor para ambos periodista, que tuvo lugar el pasado mes de diciembre, aunque los protagonistas decidieron mantenerlo en secreto, hasta que el pasado 29 de enero lo destapara Toñi Moreno en su nuevo programa.
Sobre cómo fue la ceremonia, Rocío Crusset explicó lo siguiente: «Estuvimos allí, muy normal, muy tranquilos. Fue un momento muy íntimo, no lo vivimos como ‘¡ah, una boda!’. Fue una comida normal que tuvimos y ya está. Cuando hay dos personas que llevan un tiempo, cada uno tiene su vida, su familia, su trabajo, cada uno lo suyo».
Es más, le restó importancia al paso por el altar: «El casarse ahora no cambia nada, es un compromiso que te apetece hacer porque estás enamorado y claro, pues… Pepa es encantadora, nos llevamos todos muy bien, quiero ver a mi padre feliz que es lo que me importa, es una pequeña parte de mi familia».
La reacción de Mariló Montero
No es ningún secreto que una de las preguntas obligadas era para conocer cómo se había tomado Mariló Montero la boda de quien fuera su marido. Rocío Crusset lo desvela: «Mi madre está en un momento muy bueno. Está muy contenta, trabajando muchísimo y viviendo, como ella dice, su segunda soltería. Es una mujer muy independiente. Se alegro mucho por la boda de mi padre, se llevan muy bien y al final, ella quiere su felicidad». De hecho, no dudó en mostrar un deseo de lo más sincero para la periodista navarra: «Me gustaría que se enamorase».
Se suele decir que de una boda sale otra, ¿será la suya? Sobre esta posibilidad, la hija de Carlos Herrera echa balones fuera: «No me planteo nada, estoy bien como estoy, tan contenta, y si pasa, va a ser muy discreto. No me veo vestida de novia, caminando hacía un altar, sino con algo mucho más sencillo».
Unas declaraciones sinceras y de las que a buen seguro toma buena nota su novio, Maggio Cipriani. El empresario italiano y la maniquí española comenzaron su relación en mayo de 2019. Anteriormente, Rocío había mantenido una relación sentimental con el cubano Juan Betancourt.
El sueño americano de Rocío Crusset
Con tan solo 28 años -en junio cumple 29- , Rocío Crusset está haciendo buena la gran decisión de su vida, que no fue otra que la mencionada de dejar su España natal. La sevillana hizo las maletas con rumbo a New York. Allí ha sabido hacerse un hueco, tanto a nivel personal como profesional.
No solo vive de moda, sino que también ha desarrollado un buen olfato para otros negocios. El pasado mes de octubre probó suerte como diseñadora de joyas. Lo hizo lanzando una colección de piezas arquitectónicas bañadas en oro, inspiradas en Salvador Dalí e Isamu Noguchi.
Las cosas le van bien y en su pensamiento no está regresar a casa: «Dejé de plantearme qué hacer en unos años de momento, estoy muy bien allí. El balance entre Europa y Estados Unidos es lo que me mantiene estable».