Paz Padilla sigue cuesta abajo y sin frenos en su regreso a Mediaset
La audiencia de ‘Déjate querer’ continúa desplomándose semana tras semana y la presentadora no da con la tecla para invertir esta peligrosa tendencia
Había una gran expectación en Mediaset cuando hace tres semanas se confió en Paz Padilla para estrenar el renovado Déjate querer. Y, a juzgar por los (positivos) datos cosechados, no era para menos. No obstante, esa buena tendencia se ha virado y ha empezado a caer en picado. De manera progresiva, la audiencia ha empezado a retirar su confianza al formato.
Son muchos los motivos que pueden esgrimirse para explicar un descenso en picado que ha alcanzado su punto más bajo este pasado fin de semana, pero empecemos exponiendo las realidades. El pasado sábado, el espacio de prime time de Telecinco apostó por Juan Magan y Falete como reclamo. El resultado, un 9,2% de cuota y 897.000 espectadores, lo que se traduce en bajarse del doble dígito y perder -0,9 puntos respecto a la semana pasada.
Paz Padilla pierde el pulso
El mazazo fue doble ya que no solo se perdieron telespectadores, sino que también claudicó frente a la competencia. El espacio de Paz Padilla hincó rodilla ante Antena 3. La cadena líder de Atresmedia apostó para la noche sabatina por la comedia española Toc toc. Gracias a esta película anotaron un 9.7% de cuota de pantalla, tres décimas más que la que emitieron siete días antes.
Para quien no lo sepa, es interesante destacar que, en televisión, la cifra del 10% se entiende como una especie de barrera psicológica que separa la aceptación del fracaso. Para hablar de éxito hay que irse a guarismos mayores.
Paz Padilla cogió el relevo de Toñi Moreno (ahora en TVE) en Déjate Querer. El retorno de la gaditana tras la polémica que suscitó su despido «por incumplimiento de contrato». Después de unos meses de litigio, Mediaset anunció, en junio de 2022, que reincorporaba a la presentadora «exactamente en los mismos términos en los que estaba».
Un motivo crucial
El arribo de Paz fue un soplo de aire fresco. Para su primer programa contó con la presencia de Bertín Osborne y de Jorge Pérez. El segundo volvía a un plató de televisión para dar la cara, después de la fortísima controversia organizada por su encuentro íntimo con Alba Carrillo, que a punto estuvo de costarle el matrimonio.
Estos invitados fueron del gusto de una audiencia que respaldó a Paz Padilla, otorgándole su confianza. De ese modo, el estreno de Déjate Querer lideró su franja con un 13% de cuota de pantalla y 1.231.000 espectadores.
En su segunda semana anotó un 10.1%. Las visitas de Nacho Palau y Manuel Cortés apenas mantuvieron el interés de 998.000 espectadores. Pero bajar del 10% en su tercera entrega ha hecho que se encienda la señal de alarma en Mediaset.
En este sentido, las redes sociales se convierten en un buen termómetro para calibrar la opinión de la audiencia con los programas de televisión. El de la expresentadora de Sálvame genera reacciones, en su mayoría, de desinterés y aburrimiento ante unos personajes que no logran conectar con los usuarios.
El deseo primaveral de Mediaset
Más allá de la jurisdicción de Paz Padilla, hay que destacar que Telecinco viene de firmar el peor febrero de su historia, mediando un 11% de share. Sin embargo, la cadena mejoró medio punto respecto al resultado de enero, aunque también ahí perdió la batalla contra Antena 3, según arrojaron datos de Dos30, empresa especialista en análisis estratégico de audiencias de televisión.
Y si el segundo mes del 2023 estuvo lejos de las expectativas, el tercero no parece enmendar la plana. Los primeros días de marzo se han saldado con otro dato negativo: El estreno de Supervivientes fue el menos seguido de la historia del reality, con un 15.6% de cuota y 1.621.000 espectadores, tal y como puedes leer en THE OBJECTIVE.
La gala conducida por el camaleónico Jorge Javier Vázquez protagonizó un patinazo doloroso que aspira a mejorar en las próximas semanas. Supervivientes lleva años siendo el concurso referencia de la televisión en la transición hacia el verano, pero parece que esta no va a ser dulce. La cadena con sede en Fuencarral va a vivir unos meses primaverales de lo más agitados y con la necesidad de revertir una situación que cada semana les está haciendo volar más bajo.