El nuevo mensaje de Almudena Cid por el que todos miran a Christian Gálvez (otra vez)
La exgimnasta ha tenido una celebración de cumpleaños inolvidable gracias a su nuevo amor, Gerardo Berodia. Sin embargo, todos miran a su exmarido
Almudena Cid | Gtres
A Almudena Cid le ha costado de lo lindo recuperar la felicidad. Su separación de Christian Gálvez, anunciada a finales de 2021, le obligó a iniciar un camino que no ha sido de vino y rosas. Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, pero el amor no siempre entiende de lógica y mucho menos de frases hechas. Decir adiós al presentador supuso aceptar que su cuento de hadas quedaba hecho cenizas de manera oficial.
Nunca ha ocultado que ha tardado más tiempo de la cuenta en sanar sus heridas, sobre todo porque tuvo que ver cómo el que quería que fuera padre de sus hijos rehacía su vida en tiempo récord, junto a la periodista Patricia Pardo. La decisión de Almudena Cid fue volcarse en su trabajo y en sus amigos.
La paciencia siempre suele dar sus frutos y así es como llegó a su vida de nuevo el amor. El afortunado fue un exfutbolista de nombre Gerardo Berodia. Quizá con el miedo a volver a fallar, pero con la ilusión de quien empieza un proyecto de vida nuevo, Almudena Cid se zambulló de lleno en este romance del que ya recoge sus frutos.
Un cumpleaños inolvidable
Almudena Cid cumplió 43 años el pasado jueves 15 de junio y con lo que no contaba era con la gran fiesta que le había organizado su chico. Gerardo le tapó los ojos para que no viera cómo había decorado la reunión por su día, con globos y todo tipo de detalles.
La sonrisa de la exgimnasta delataba nerviosismo pero también emoción por lo que estaba viviendo, uno de esos momentos imborrables que funcionan como si de una vitamina se tratara. Nada más quitarle la venda, Almudena puso cara de estupefacción y rompió a llorar al ver la sorpresa.
Unos minutos más tarde, quiso compartir en sus redes sociales el vídeo y la felicidad que sintió: «Durante años tuve un sueño recurrente. Volvía a la rítmica y cuando llegaba al tapiz, las compañeras y la entrenadora me daban la espalda. Nunca alcanzaba a ver sus caras», comenzaba diciendo.
Y continuaba: «La noche antes de mi cumpleaños soñé que nadie me felicitaba. Esta vez no entraba en un tapiz, estaba de gira con una función de teatro. En el hall una mujer hinchaba unos globos de helio. Uno de esos que pedía a mis padres de pequeña en las fiestas de San Prudencio, en Vitoria, y que tras muchos años insistiendo en que me lo compraran conseguí que, por fin, me ataran uno a la muñeca. Esa misma noche de verano escapó por la ventana del salón».
El dardo de Almudena Cid a Christian Gálvez
Pero lo mejor estaba por llegar. Almudena Cid no quiso despedir este mensaje sin hacer una reflexión desde lo más profundo de su alma. Unas líneas que se han interpretado como un zasca hacia Christian Gálvez.
«He deseado sentirme aceptada. Siempre sin pedirlo. Este año he deseado también sentirme respetada. Lo que sentí ayer fue respeto y amor. Mucho amor. Gracias por estar en mi vida. Los que vinisteis y los que no. Gracias a todos los que habéis deseado verme caminar por mí misma, aunque ayer me paralizarais con vuestra presencia».
