'El Server', la empresa que conecta a las hijas de Zapatero con Venezuela
Alba y Laura anunciaron hace unas semanas un nuevo puesto de creador de contenido para el mercado venezolano
El Server, la empresa que conecta Venezuela con las hijas de Zapatero. | Ilustración de Alejandra Svriz
Uno de los mercados que más está en alza es el de los deportes electrónicos o eSports. Está modalidad llegó a España hace unos años de la mano del archiconocido Ibai Llanos y, ahora, se ha extendido a distintas partes del mundo, poniendo su foco en Sudamérica. Esto lo saben muy bien desde Whathefav, la agencia de comunicación de Alba y Laura Rodríguez Epinosa, hijas del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Fue el pasado mes de febrero cuando, desde su empresa, publicaron un anuncio de empleo en el que buscaban un creador de contenido para «expandir los eSports a Venezuela». Ahora, sabemos que la empresa que contactó con ellas para llevar a cabo este trabajo fue El Server, que hizo de nexo con el país latinoamericano.
Pero ¿cuál es el papel de El Server en todo este proceso? Lo primero que debemos saber es que la agencia que fundaron las dos hermanas, y que nació en 2019, trabaja para otras entidades, como es el caso de la mencionada empresa venezolana. Es por eso que, tal y como confirman en El Mundo, fue esta empresa la que requirió los servicios de la compañía de Alba y Laura para entrar de lleno en el mercado de los deportes electrónicos. Un mundo especialmente competitivo pero que, en los últimos años, está generando muchos beneficios.
Qué sabemos de ‘Whathefav’, la agencia de las hijas de Zapatero
Como ya contamos en THE OBJECTIVE, fue hace casi cinco años cuando las dos hijas de Zapatero decidieron comenzar una nueva aventura profesional. Lo hicieron después de formarse en el campo de Comunicación y de trabajar en distintos ámbitos. Esto les hizo ganar cierta profesionalidad y poder aplicar todo lo que habían aprendido en esta experiencia. Así nació Whathefav, que, durante 2022, registró unos ingresos de 301.191,70€, tal y como consta en el Registro Mercantil. Además, en ese mismo documento se indica que la empresa está formada por un total de siete personas y es Alba quien hace de CEO, mientras que Laura es administradora solidaria.
Sí que sabemos que ambas dejaron sus respectivas carreras profesionales para sumarse a esta andadura, que la describieron como «una agencia creativa, multimedia y enfocada a los eSports». Además, desde su página web insisten que, desde su apertura, han incrementado sus ingresos en un 200% hasta llegar a 2023. Es por eso que, el pasado 14 de febrero, hicieron público un anuncio que llamó sorpresivamente la atención, tal y como explicamos en THE OBJECTIVE. La empresa buscaba un perfil concreto; una persona natural de Venezuela, con residencia en Madrid, que supiera de grabación y edición de vídeos, que tuviera soltura ante la cámara y, también, con gran afición «a los videojuegos».
El empleo, que ya ha desaparecido de su perfil de LinkedIn, era en remoto y para un proyecto concreto -lo que comúnmente conocemos como un contrato por obra o servicio– por el que se ofrecía un salario de 13.000€, como se puede observar en la web empleo de Domestika. De esta manera, ha sido El Server el que, tal y como apuntan desde el diario El Mundo, contactó con la empresa de las hijas de Zapatero, quienes se ofrecieron -a cambio de una retribución, claro- a encontrar la persona perfecta que fuera capaz de «desarrollar un proyecto gaming para Venezuela desde Madrid».
La empresa venezona El Server y su conexión con las hijas de Zapatero
Y ¿qué podemos conocer más de El Server? La página web de la empresa ofrece pocos datos sobre a lo que se dedican. Sí que podemos observar, si echamos un vistazo a sus redes sociales, que se trata de un medio venezolano, enfocado a los eSports. Sí que es cierto que desde su dirección web no se redirige ni se puede encontrar con que otras empresas ha trabajado. Si miramos su perfil de X, nos damos cuenta que se hace eco de los distintos eventos de deportes electrónicos que hay en el país, por lo que parece ser que su objetivo es crecer a nivel profesional.
En sus redes sociales se definen como «una fuente de noticias y análisis de videojuegos venezolana» y cuentan con apenas 90 seguidores. Aunque eso sí, han querido diversificarse y, también, tienen presencia en otras fuentes como YouTube, Twitch, X, TikTok e Instagram. Tampoco en su perfil de X constan de muchos seguidores, aunque sí que es cierto que son bastante activos. Donde más afloran sus publicaciones es en su blog de la página web, en el que tratan temas tan diversos como los enfrentamientos de La velada del año de Ibai Llanos y escriben sobre diferentes series de televisión internacionales.
Lo cierto es que la influencia de los eSports ha llegado a una infinidad de partes del mundo. Y es normal que tanto las hijas de Zapatero como desde El Server se hayan interesado en este nicho. En el año 2022, el mercado latinoamericano de los deportes electrónicos generó unos ingresos de 500 millones de dólares -460 millones de euros- y, en estos próximos años, se pretende que la cifra incremente hasta los 750 millones -692 millones de euros-. Los mejores equipos de estos deportes electrónicos se encuentran en Argentina y Brasil. Sí que es cierto que, por ahora, Venezuela todavía se está adentrando en este mundo, aunque parece ser, tal y como reflejan sus datos, lo están haciendo con buen pie.
Por su parte, tanto Alba como Laura Rodríguez Espinosa se alejaron del foco público hace muchos años. Cuando se convirtieron en noticia al aparecer su imagen junto a los Obama, tanto el presidente del Gobierno como su mujer hicieron todo lo posible para preservar su intimidad. Es por eso que, una vez que abandonaron La Moncloa, allá por el año 2011, comenzaron una vida totalmente anónima. O ese, al menos, era su deseo. Ahora, ni Sonsoles ni sus hijas acompañan a Zapatero en sus eventos, intentan mantenerse en un discreto segundo plano, centradas en su trabajo. Tanto es así que son pocas las imágenes que se tienen de Laura y Alba, más allá de su comentada aparición, vestidas de negro, que les marcó para toda la vida.
