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La acogedora casa de Rosauro Varo y Amaia Salamanca que es la envidia de toda Marbella

El empresario ha tomado una decisión que será transcendental en su vida profesional, abandonando Telefónica

La acogedora casa de Rosauro Varo y Amaia Salamanca que es la envidia de toda Marbella

Rosauro Varo y Amaia Salamanca, en una imagen de archivo. | Gtres

El empresario Rosauro Varo ha renunciado a su puesto en Telefónica, tal y como contamos en THE OBJECTIVE. Hasta esta misma semana, Varo era miembro del consejo asesor y vicepresidente y consejero de la teleco —puestos que desarrollaba desde finales de 2022 y mayo de 2023, respectivamente—. La decisión ha venido motivada, como él mismo ha confesado, por razones «profesionales». Y es que el andaluz lleva una vida empresarial de lo más ajetreada, dividiendo sus éxitos en los negocios entre las licencias de VTC, varios restaurantes en la costa marbellí y una parcela personal ‘gobernada’ por sus tres hijos y Amaia Salamanca, su pareja desde hace una década.

«Esta decisión responde a una reflexión de carácter profesional orientada a una mayor dedicación a mis proyectos actuales y a la conveniencia de dar por finalizada esta etapa en la compañía», ha confesado el propio Rosauro, sobre las razones que le han motivado a deshacerse de una de sus ramas profesionales que siempre ha sido de lo más fructífera. Y es que, sí que es cierto que el empresario ha llevado, desde hace años, varios negocios a la vez y no todos han tenido la misma fortuna. No hay que olvidar que hace un par de años, varios de sus locales, cerca del mar de Marbella, salieron ardiendo, lo que se tradujo en una gran pérdida, sobre todo a nivel monetario.

El éxito en los negocios de Rosauro Varo

Rosauro Varo llega a facturar más de 1 millón de euros al año.
Rosauro Varo llega a facturar más de 1 millón de euros al año. | Gtres

Aún así, en todo lo demás, Rosauro puede presumir de llevar una vida de lo más estable. Lo cierto es que el andaluz no es un desconocido para la prensa. Es hijo de Amalia Rodríguez Hernández, una de las figuras más históricas del PSOE andaluz y, además, su matrimonio con Amaia Salamanca —que se hizo conocida en nuestro país gracias a Sin tetas no hay paraíso— hizo que comenzara a copar las distintas portadas de revistas del corazón. Sí que es cierto que ambos han llevado siempre su relación de una forma muy discreta, intentando no posar ante los medios, pero tampoco escondiéndose.

Es más, las imágenes que tenemos de ambos son en distintos eventos sociales, como conciertos o inauguraciones. En cambio, si echamos un vistazo al perfil de Instagram de la actriz madrileña, Rosauro está totalmente desaparecido, intentando poner el límite entre ese espacio personal y profesional. Rosauro Varo nació en Sevilla en los años 70. Creció en una familia que valoraba mucho el esfuerzo personal, la independencia económica y la iniciativa profesional. Desde joven mostró interés por el ámbito empresarial y creativo, lo que la llevó a formarse en disciplinas relacionadas con la gestión, la empresa y el emprendimiento, con una clara vocación internacional.

Una casa en Marbella con vistas al mar y la sierra andaluza

Su carrera comenzó vinculada al sector de la moda y los negocios, un ámbito en el que adquirió experiencia en gestión de marcas, desarrollo de producto y estrategia comercial. Esta etapa le permitió entender el funcionamiento real de las empresas, desde la creación de una idea hasta su posicionamiento en el mercado, y le dio una base sólida para evolucionar hacia proyectos propios. Más tarde, decidió orientarla hacia el emprendimiento y la inversión, especialmente en lo que tenía que ver con las startups, tecnología e innovación. Ha estado implicada en la creación y el impulso de proyectos empresariales, adoptando un perfil de inversora activa, interesada no solo en la rentabilidad, sino también en el crecimiento sostenible y el impacto a medio y largo plazo.

Uno de los pilares de su actividad actual es la inversión privada, especialmente en empresas emergentes y proyectos innovadores. Así, tiene dinero invertido en startups tecnológicas, especialmente en modelos escalables, y los proyectos relacionados con la digitalización, la innovación y los nuevos modelos de negocio. Además, también ha invertido en todo lo que tiene que ver con los VTC, comprando licencias y sacando una gran rentabilidad a este tipo de negocio que está en alza. Uno de sus mayores tesoros, además de su mujer y sus tres hijos, es, también, su casa en Marbella, que se ha convertido en un refugio personal y profesional, donde tiene la capacidad de evadirse.

Fue hace un tiempo cuando la familia Varo-Salamanca decidió dejar atrás el lujo de Madrid para dar la bienvenida a una nueva etapa en Marbella, ciudad que está muy bien conectada —por lo que Amaia puede seguir adelante con su carrera como actriz—, pero que tiene cerca el mar. Para Rosaura Varo, la vivienda no es un escaparate ni un elemento de representación social. Su casa responde más a la idea de refugio personal que a la de estatus. No hay constancia de una vida ostentosa ni de interés por residencias de lujo mediático; al contrario, su estilo apunta a un hogar funcional, elegante y sereno, pensado para vivir, trabajar y desconectar.

Fibras naturales, mucha luz, piscina infinita y a Aznar como vecino

Sin duda alguna, al igual que sucede en su vida, su casa encaja con un perfil más sobrio y contemporáneo, tal y como podemos comprobar en las imágenes que ha subido Amaia en las redes sociales. Y es que la actriz es especialmente activa, sobre todo en su perfil de Instagram, donde suele compartir fotos de su día a día y, también, en su casa. La vivienda cuenta con espacios luminosos, ordenados y bien estructurados. Además, la decoración es cuidada, pero sin excesos, con una estética moderna y atemporal. Además, predominan los materiales naturales, con una paleta de colores neutros y una sensación de equilibrio, más cercana al diseño consciente.

Además, su casa se ha convertido en un lugar para leer, analizar y pensar con cierta tranquilidad. También, sirve para mantener reuniones privadas y discretas y poder trabajar sin la presión ni el ruido exterior. Esto refuerza la idea de una casa concebida como espacio mental, no solo físico: un lugar que acompaña una vida reflexiva y autónoma. Ambos tomaron la decisión de mudarse hasta el sur de España en 2020, después de la pandemia, y lo hicieron junto a sus tres hijos, Olivia, Nacho y Mateo, quienes acuden a un exclusivo colegio de la zona. Compraron la finca, como explican desde El Mueble, con una hipoteca de 1,5 millones que vencerá en 2027. Allí, además, tienen como vecinos otros rostros conocidos como los de José María Aznar o María Dolores de Cospedal, quienes han elegido este lugar como su sitio de veraneo.

La vivienda cuenta con unas impresionantes vistas; no solamente al mar sino, también, a la sierra malagueña. Además, cuenta con dos plantas, materiales minimalistas y un espectacular jardín con piscina infinita. La casa también tiene dos patios, cinco habitaciones y varios baños, así como un salón-comedor con acceso a una gran cocina y hasta un gimnasio. Lo que más llama la atención de su casa es el look moderno y natural, en la que predominan las maderas, así como los detalles en mimbre, que le proporcionan el toque Mediterráneo. En la zona del salón, además, el gran protagonista es el sofá, que tiene un color grisáceo que se complementa con varios detalles —los cojines— en tonalidades más claras. También, posee paneles de madera y muebles hechos con fibras naturales, que se reflejan en las lámparas y las alfombras.

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