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Los socialistas alemanes rechazan expulsar al excanciller Schröder del partido

La comisión de arbitraje no ve «motivos suficientes» para su expulsión del SPD, aunque muchos de sus miembros la hayan solicitado por sus vínculos con Putin

Los socialistas alemanes rechazan expulsar al excanciller Schröder del partido

El excanciller Gerhard Schröder, en una imagen de 2018. | Olga Matseva (AFP)

Gerhard Schröder se salva por el momento de ser expulsado de los socialistas alemanes. El Partido Socialdemócrata de Alemania ha rechazado este lunes que existan motivos suficientes para echar al excanciller de la formación por sus estrechos lazos con el presidente ruso, Vladimir Putin. Y es que Schröder, de 78 años y presidente de Alemania entre 1998 y 2005, lleva desde que comenzó el conflicto abogando por encontrar una solución negociada que favorezca a Moscú, una petición que muchos han vinculado a su pertenencia a consejos de administración de grandes empresas petroleras y gasísticas rusas.

A pesar de todo ello, la comisión de arbitraje del partido ha asegurado «no ver motivos suficientes» para echarle del SPD, después de que muchos de sus miembros hayan solicitado su expulsión por sus vínculos con Moscú. En concreto, la comisión ha indicado que Schröder no violó los estatutos por relacionarse con empresas estatales rusas.

En este sentido, ha concluido que no existen suficientes motivos que respalden su expulsión o que avalen tomar medidas en su contra, si bien la decisión puede ser apelada en un plazo de dos semanas por los socialdemócratas.

Y eso que el excanciller no solo es presidente del comité de accionistas de Nord Stream AG, el polémico gasoducto entre Rusia y Alemania que no tiene licencia para operar, sino que también es presidente del consejo de supervisión de Rosneft, la mayor petrolera rusa. Además, desde el comienzo de la guerra, Schröder no solo no ha querido distanciarse del Kremlin, sino que incluso ha disculpado algunos movimientos de Putin y ha puesto en duda la matanza de civiles en Bucha. «Yo no hago mea culpa, no es lo mío», llegó a asegurar al New York Times a mediados de abril.

Rosneft, de la cual el Gobierno ruso posee el 51% de las acciones, es la compañía petrolera más grande de Rusia y una de las compañías petroleras líderes en el mundo en términos de volumen de producción y número de reservas. El pasado mes de marzo, tan solo un mes después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, el personal de su oficina presentó su dimisión por discrepancias en torno al posicionamiento sobre la invasión.

Además, en Alemania, se están empezando a dar pasos para despojarle de cualquier privilegio político. Es una tradición de larga data en Alemania que los excancilleres aún conserven un cargo en el Bundestag, incluso mucho después de haber dejado el escenario político. Sin embargo, según informaciones de la cadena pública ARD, el Parlamento alemán ha decidido anularle su dotación de personal y oficina en, que «queda formalmente en suspenso».

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