La prensa china da un giro radical en su postura sobre la covid tras las protestas
En el país comunista donde la prensa está casi exclusivamente bajo control del Estado, los medios no han tardado en seguir la nueva línea oficial
Hasta hace poco, la prensa china describía el covid como una enfermedad muy peligrosa y criticaba la gestión caótica de la pandemia en el extranjero. Pero ahora que China parece iniciar el fin de su drástica política de «cero covid», el virus parece menos grave.
«No tengan demasiado miedo, pero tomen algunas precauciones» contra el virus, dijo estos últimos días a sus lectores el Beijing Youth Daily, diario estatal de la capital, junto a testimonios de convalecientes.
En el país comunista donde la prensa está casi exclusivamente bajo control del Estado, los medios no han tardado en seguir la nueva línea oficial, una semana después de unas manifestaciones históricas contra las restricciones sanitarias.
Desde hace casi tres años, Pekín aplica una estricta política sanitaria que incluye confinamientos reiterados y test PCR casi diarios. Pero el hartazgo que llevó a las calles a la gente ha hecho que las autoridades ablanden estas medidas.
El propio presidente Xi Jinping reconoció que la variante ómicron es «menos letal» y eso plantea la posibilidad de «más apertura en las restricciones».
«Con una infección de la variante ómicron, la gran mayoría de las personas no tendrán ningún síntoma o muy leves, y muy pocos tendrán (síntomas) severos, esto ya muy conocido», dijo el profesor de Medicina Chong Yutian, de Cantón, en un artículo publicado en el China Youth Daily.
Posibles castigos
Es un cambio radical en relación a la norma en vigor hasta ahora. «Se trata de una especie de propaganda oficial para preparar a la población a más flexibilizaciones y dar al gobierno los medios para retirarse (de la política de ‘cero covid’)», explica a la AFP Willy Lam, experto en política china con sede en Hong Kong.
La prensa permite así preparar el terreno, también ante posibles medidas punitivas contra las autoridades locales, criticadas por aplicar las restricciones de forma demasiado estricta.
El organismo a cargo de la respuesta ante la pandemia advirtió el sábado en el Diario del Pueblo que los funcionarios locales que cometieron excesos serán «estrictamente dados por responsables». «Muchos responsables locales serán castigados», pronostica Lam.
El sábado, ya tuvo lugar un primer ejemplo: en la provincia de Hunan (centro), un responsable local de la seguridad fue expulsado del Partido Comunista y despedido por haber agredido a un habitante en un altercado relacionado con el confinamiento.
Las empresas a cargo de los test también están en el punto de mira de las autoridades, después de que medios estatales informaran de que habrían cometido varias infracciones.
Estas empresas «serán las primeras sacrificadas por el gobierno», tuiteó el bloguero chino Jing Zhao, bajo el pseudónimo Michael Anti.
El bien de la población
Para el gobierno chino, este giro después de casi tres años de propaganda alarmista sobre el virus no será fácil y probablemente indicará que es por el bien de la población.
Después de que varias autoridades locales anunciaran que las personas mayores y las que salen poco de su domicilio estarían exentas de los PCR masivos, la agencia oficial de noticias Xinhua se apresuró a decir que esta medida era la prueba de que «el gobierno responde a los pedidos del pueblo».
El Partido Comunista de China «admite que lo política de cero covid puso en peligro un pilar fundamental de su legitimidad: su promesa de proponer un nivel de vida mínimo a los ciudadanos», analiza para la AFP Diana Fu, profesora asociada de Ciencias Políticas en la Universidad de Toronto.
Según ella, suavizar las restricciones sanitarias forma parte de la estrategia tradicional del partido, que consiste en responder a las manifestaciones con «la política del palo y la zanahoria».
«Cuando el aparato de seguridad se pone en marcha para reprimir a los manifestantes, los gobiernos locales hacen también concesiones en términos de flexibilización de restricciones anticovid, para hacer caer la presión».