Sudáfrica declara el estado de desastre para hacer frente a una crisis energética
Las apagones y las averías que se registran en las centrales eléctricas del país son cada vez más frecuentes
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa. | Presidencia de Sudáfrica
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha declarado este jueves el estado de desastre en todo el país en un esfuerzo por hacer frente a la crisis energética que enfrenta el país desde hace meses.
La medida otorgará al Gobierno sudafricano poderes adicionales para responder a la crisis, incluida la capacidad de implementar procedimientos de contratación de emergencia y nuevas regulaciones, según ha informado SABC News.
En este sentido, la compañía energética nacional, Eskom, empezará a adquirir energía proveniente de productores privados, y adquirirá cerca de 300MW de países vecinos.
«Esto nos permitirá proporcionar las medidas prácticas que debemos tomar para ayudar a una serie de empresas a garantizar un suministro de energía ininterrumpido. Nos permitirá eximir a infraestructuras críticas como hospitales y plantas de tratamiento del deslastre de carga», ha aseverado Ramaphosa en un discurso televisado.
Según el presidente de Sudáfrica, el país debe dar una respuesta efectiva a la crisis energética, motivo por el que algunos de los ministros de su Gabinete estarán «día y noche» buscando soluciones, según ha recogido el citado diario.
«Esta crisis es una crisis existencial para nuestro país y debemos abordar esta crisis sin demora. La coordinación a la hora de abordar la crisis eléctrica es un instrumento importante que necesito, por lo que tendremos ministros enfocados día y noche en esta crisis que hemos estado enfrentando», ha aseverado.
Apagones y averías en las centrales eléctricas
Las apagones y las averías que se registran en las centrales eléctricas del país son cada vez más frecuentes. Mientras tanto, Eskom tiene dificultades económicas para mantener encendidas sus turbinas de gas de ciclo combinado. La empresa de servicios públicos también se ha visto obligada con anterioridad a desconectar algunas de sus centrales eléctricas, empeorando la situación.
