Seúl anuncia un plan para compensar a víctimas del trabajo forzoso de la etapa colonial de Japón
La oposición del Ejecutivo de Corea del Sur ha denunciado que la medida es la «mayor humillación en la historia diplomática»
El Gobierno surcoreano ha anunciado este lunes un acuerdo alcanzado junto al Ejecutivo de Japón para la compensación del trabajo forzoso impuesto por el imperialismo nipón durante la época colonial de la primera mitad del siglo XX, medida que acerca a los dos vecinos en la mejora de sus relaciones.
La indemnización se realizará a través de una fundación pública respaldada por Seúl, la Fundación para las Víctimas de la Movilización Forzada, en lugar del pago directo de empresas japonesas responsables, para compensar así a más de una docena de coreanos que ganaron batallas legales.
La fundación, afiliada al Ministerio del Interior, recolectará donaciones «voluntarias» del sector privado. Se espera que el gobierno busque donaciones de empresas que se beneficiaron del tratado bilateral de 1965 que tenía como objetivo normalizar las relaciones diplomáticas, informa la agencia de noticias Yonhap.
«Para recordar el dolor y el sufrimiento de las víctimas del trabajo forzoso y transmitirlo progresivamente a las generaciones futuras, la fundación planea buscar activamente medidas para fundamentar y ampliar aún más la conmemoración de las víctimas y los proyectos de educación, investigación e investigación«, reza un comunicado del Ministerio de Exteriores surcoreano.
El Tribunal Supremo surcoreano ordenó en 2018 a Nippon Steel y Mitsubishi Heavy Industries el pago de una compensación para las víctimas de trabajo forzado durante la época de dominio colonial nipón sobre Corea, entre 1910 y 1945. Las dos empresas contribuirán, aunque de forma indirecta, a este nuevo fondo con aportaciones a la patronal japonesa o donaciones.
La propuesta no satisface a las víctimas, pero los dos gobiernos esperan poder resolver esta rémora que desde hace décadas enturbia las relaciones bilaterales entre ambos países.
Por ello, el gabinete de Yoon Suk Yeol ha manifestado que estas medidas «superan la desafortunada historia del pasado y se basa en la reconciliación y amistad de buena vecindad y cooperación».
«El Gobierno, junto con Japón, nuestro vecino más cercano que comparte los valores universales de la democracia liberal, la economía de mercado, el estado de derecho y los Derechos Humanos, en medio de la grave situación reciente en la península de Corea, en la región y en el mundo, busca promover los intereses comunes, como la paz y la prosperidad«, ha señalado la cartera diplomática en su misiva.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Japón, Hayashi Yoshimasa, ha apreciado el anuncio realizado por Seúl, considerando que esta medida «restablece relaciones sanas» entre ambos países asiáticos.
Asimismo, ha expresado el «profundo remordimiento y sinceras disculpas» por el pasado colonial, y ha confirmado que ha «heredado la posición de los sucesivos gabinetes sobre cuestiones históricas», informa la agencia Kyodo.
En los últimos meses ha habido un impulso para fortalecer los lazos entre Seúl y Tokio en el marco de la asociación de seguridad trilateral con Estados Unidos.
«Mayor humillación en la historia diplomática»
El líder de la oposición surcoreana, Lee Jae Myung, ha criticado la medida política, al expresar su indignación ante la propuesta de que la compensación provenga de donaciones públicas en vez de dinero de las empresas japonesas que impusieron el trabajo forzoso.
«La administración de Yoon Suk Yeol parece haber elegido finalmente el camino de traicionar a la justicia histórica», ha declarado el líder de Partido Democrático (PD) durante una reunión del partido, calificando el trato como «la mayor humillación y mancha en la historia diplomática», recoge Yonhap.
Lee, que ha criticado que Tokio «repetirá declaraciones pasadas» en cuanto a «las disculpas», ha destacado que su partido no tolerará ningún intento de «indulgencia a los crímenes de guerra de Japón».
«Es un daño secundario a las víctimas que piden una disculpa sincera y una compensación por parte de los agresores y la violencia que va en contra del fallo del Tribunal Supremo», ha aseverado el líder opositor.