Bruselas lamenta el rechazo «tribal» del Partido Popular Europeo a la ley de biodiversidad
El vicepresidente para el Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans se ha confesado «decepcionado»
El vicepresidente para el Pacto Verde Europeo, proyecto de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha lamentado este lunes en Luxemburgo la oposición «tribal» del Partido Popular Europeo (PPE) a la ley de restauración de la naturaleza propuesta por la Comisión Europea porque considera que atajar la crisis climática «debería ser algo panpolítico».
Los ‘populares’ europeos, que comenzaron las negociaciones sobre el texto con un ánimo constructivo, dieron un giro político al rechazar la norma en las comisiones parlamentarias de Agricultura y Pesca, aunque no lograron frenar su avance en la de Medio Ambiente, la única competente para aprobar la ley.
En este sentido, el vicepresidente Timmermans se ha confesado «decepcionado», no por el resultado de las votaciones, sino «sólo por un grupo político que ni siquiera quiere hablar del contenido», aunque confía en que los Estados miembro se alineen en su reunión de este martes en Luxemburgo para acordar una posición común.
Crisis climática por diferencias políticas
«Me entristece que algunos intenten llevar la política climática a las guerras culturales porque entonces se crea una oposición tribal y una vez que se entra en ella, los hechos ya no importan», ha lamentado el holandés, que ha recordado que «la crisis climática trasciende las diferencias políticas» y que atajarla «debería ser algo panpolítico, no de derechas o de izquierdas».
Preguntado por si cree que el Pacto Verde Europeo corre peligro, el vicepresidente ha explicado que lo que ha visto en los últimos años es una serie de cambios políticos en varios Estados miembro, con un «giro a la derecha» en los gobiernos de países como Suecia o Finlandia, al tiempo que «la emergencia climática es cada vez mayor».
«Corremos el riesgo de paralizarnos en un momento en que lo último que podemos permitirnos es la parálisis», ha incidido Timmermans, que sostiene que «no hacer nada va a ser mucho más costoso que actuar», al tiempo que ha invitado a la UE a deshacerse de la «ilusión» de que la inacción será más beneficiosa. No obstante, el vicepresidente se ha mostrado optimista de cara a «convencer a la mayoría», tanto de Estados miembro como de partidos políticos, de que esto es una «parte esencial del Pacto Verde». «Hay mucho trabajo que hacer», ha zanjado.