Imputado en Rumanía por violación y tráfico de personas el 'streamer' Andrew Tate
Así, ha detallado que los cuatro son sospechosos de crear en 2021 un «grupo criminal» para «el tráfico de personas en Rumanía, pero también en otros países»
Policía rumana. | Europa Press
Las autoridades de Rumanía han imputado este martes por tráfico de personas y violación al exboxeador y ‘streamer’ británico-estadounidense Andrew Tate y su hermano Tristan, así como a dos mujeres de nacionalidad rumanas detenidas junto a ellos en diciembre de 2022.
La Dirección de Investigación de la Delincuencia Organizada y el Terrorismo (DIICOT) ha indicado en un comunicado que estas cuatro personas, que se encuentran bajo arresto domiciliario, hacen frente también a cargos por organización de un grupo criminal, acceso ilegal a sistemas informáticos, alteración de datos informáticos e instigación a la violencia.
Así, ha detallado que los cuatro son sospechosos de crear a principios de 2021 un «grupo criminal» para «el tráfico de personas en Rumanía, pero también en otros países, como Estados Unidos y Reino Unido», al tiempo que ha especificado que habrían captado a personas engañándolas haciéndolas creer que iniciarían una relación sentimental.
«Posteriormente, eran trasladadas y acogidas en edificios en el condado de Ilfov, donde a través de actos de violencia física y coacción psicológica (…) eran explotadas sexualmente por los miembros del grupo forzándolas a realizar actos pornográficos para producirlos y difundirlos en plataformas de este contenido», ha explicado, antes de detallar que se ha identificado a siete víctimas.
La detención de los hermanos Tate tuvo lugar después de que el exboxeador publicara un vídeo en redes sociales y en el que respondía a una mofa de la joven ambientalista Greta Thunberg, todo ello comiendo pizza de una popular cadena de pizzerías rumana.
La aparición de la caja de pizza en el vídeo dejaba claro que Tate se encontraba en territorio rumano, lo que permitió a las autoridades del país europea acelerar el caso e irrumpir finalmente en el lugar en el que se alojaba el conocido ‘streamer’, de ideología ultraconservadora y escéptico del cambio climático.
