La UE se une a la misión de EEUU en el mar Rojo a través de la operación 'Atalanta'
Defensa tomará «en su momento» las «decisiones oportunas» sobre la «posible participación» de España
La Unión Europea (UE) ha decidido apoyar la operación ‘Guardián de la Prosperidad’, encabezada por Estados Unidos y que tiene como objetivo declarado garantizar la seguridad de navegación en el mar Rojo ante los ataques de los hutíes contra buques en la zona, a través de la operación ‘Atalanta’.
«Las irresponsables acciones de los hutíes son una amenaza para la libertad de navegación en el mar Rojo», ha indicado el Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, quien ha señalado que «los Estados miembro han acordado contribuir a la operación estadounidense ‘Guardián de la Prosperidad’ a través de la operación ‘Atalanta'».
Así, ha explicado a través de un mensaje en su cuenta en la red social X que los países del bloque «intensificarán el uso compartido de información» e «incrementarán la presencia con activos navales adicionales». «Esto demuestra el papel de la UE como garante de la seguridad marítima. Igualamos con acciones nuestras palabras», ha zanjado.
De esta forma, España colaborará, a través de la operación ‘Atalanta’, con la operación multinacional anunciada esta misma semana por el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ante los ataques desde Yemen por parte de los hutíes, que se sumaron al conflicto desatado el 7 de octubre tras los ataques ejecutados contra Israel por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
La operación ‘Atalanta’, cuyo comandante es el vicealmirante español Ignacio Villanueva Serrano, tiene su cuartel general en la ciudad de Rota y trabaja para garantizar la seguridad marítima ante los actos de piratería en el noroeste del océano Índico y el mar Rojo.
Austin afirmó durante el anuncio que España sería uno de los países participantes, si bien el Ministerio de Defensa español matizó el martes que la participación de Madrid está sujeta a decisiones de la UE y la OTAN y que, en consecuencia, España no se implicará «unilateralmente» en este ámbito.
En este sentido, el Estado Mayor de la Defensa ha señalado en un mensaje en X que «España tomará en su momento y valorando todas las circunstancias concurrentes, particularmente en el marco de la UE, las decisiones oportunas respecto a una posible participación en la operación ‘Prosperity Guardian'», haciendo referencia a la misión por su nombre en inglés.
Los hutíes, respaldados por Irán y que controlan la capital de Yemen, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país desde 2014, han asegurado que continuarán sus ataques contra buques con bandera israelí, propiedad de empresas israelíes o que vayan a puertos israelíes, a pesar de la creación de esta nueva misión multinacional.
Sin embargo, el portavoz de los hutíes, Mohamed Abdusalam, reiteró el martes que el grupo protegerá «la seguridad de las rutas marítimas en el mar Rojo y el golfo Pérsico» y garantizó que «no habrá amenazas a los buques de cualquier país, a excepción de los vinculados a la entidad enemiga –en referencia a Israel— o que se dirijan a sus puertos».
‘Guardián de la Prosperidad’ quedará bajo mando de las Fuerzas Marítimas Combinadas, una alianza multinacional dedicada a defender las rutas marítimas internacionales, y concretamente de la Task Force 153, establecida en abril de 2022 y que opera en el mar Rojo, el estrecho de Bab el Mandeb y el golfo de Adén.
Los hutíes han lanzado varios ataques contra Israel a raíz de la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza tras los ataques ejecutados por Hamás el 7 de octubre. En el marco de sus acciones en el mar Rojo, han secuestrado un buque –el ‘Galaxy Leader’– y han llevado a cabo ataques con drones y misiles contra otros, causando daños en al menos dos de ellos.
La situación ha llevado a diversas compañías –incluidas cuatro de las cinco principales dedicadas a transporte marítimo del mundo– a suspender sus operaciones a través de esta vía marítima, clave para el comercio internacional, o a desviar sus barcos a través de vías mucho más largas que implican rodear el continente africano a través del cabo de Buena Esperanza.