Al menos 34 muertos y 117 heridos por un ataque ruso contra la ciudad ucraniana de Sumi
La zona del impacto estaba abarrotada de personas que en ese momento estaban celebrando el Domingo de Ramos

Ataque ruso en la ciudad ucraniana de Sumy. | Ministerio del Interior de Ucrania
El Gobierno ucraniano ha denunciado que un ataque aéreo ruso ha dejado al menos 34 muertos y 117 heridos, entre ellos siete niños, en la ciudad de Sumi, en el noreste del país, cerca de la frontera con Rusia. Tras los esfuerzos diplomáticos estadounidenses, Volódimir Zelenski, el presidente ucraniano, ha acusado a Putin de ignorar la propuesta de un alto el fuego y el enviado especial de EEUU a Ucrania, Keith Kellog, ha asegurado que este bombardeo «traspasa los límites de la decencia».
El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, ha informado en su cuenta de la plataforma de mensajería Telegram que varios misiles balísticos han impacto esta mañana en el centro de la ciudad. El primer ministro ucraniano, Denis Shmihal, ha confirmado poco después que han resultado particularmente afectados «edificios y residencias de la Universidad Estatal de Sumi», que han acabado «destruidos» en un «cínico y violento ataque».
La zona del impacto estaba abarrotada de personas que en ese momento estaban celebrando el Domingo de Ramos, ha añadido el ministro, quien ha pedido a la población que se abstenga de acudir a las zonas alcanzadas para facilitar la evacuación y la atención a los heridos.
El presidente del país, Volodímir Zelenski, ya ha denunciado «el terrible ataque con misiles balísticos rusos». «Solo una escoria inmunda puede actuar así, arrebatando la vida a gente común», ha lamentado el mandatario ucraniano.
«Sin presión sobre Rusia, la paz es imposible. Las conversaciones nunca han detenido los misiles balísticos ni las bombas aéreas. Lo que se necesita es una actitud hacia Rusia que un terrorista merece», ha añadido. Rusia todavía no se ha pronunciado sobre este incidente.
La UE denuncia «escenas desgarradoras» en Sumi y acusa a Rusia de intensificar sus ataques
La jefa diplomática de la Unión Europea, Kaja Kallas, ha condenado el ataque de este domingo contra la ciudad ucraniana de Sumi. «Escenas desgarradoras en Sumi esta mañana: los residentes reunidos para el Domingo de Ramos fueron alcanzados por misiles rusos», ha manifestado la alta representante de Política Exterior y Seguridad Común en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X. Para Kallas, lo ocurrido en Sumi este domingo es «un ejemplo horrible de cómo Rusia intensifica sus ataques mientras Ucrania ha aceptado un alto el fuego incondicional». «Mis condolencias están con el pueblo ucraniano hoy», ha concluido la diplomática.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, se ha declarado «indignado por el criminal ataque», continuación de «la campaña de violencia de Rusia, que demuestra una vez más que esta guerra existe y perdura solo porque Rusia así lo decide».
Reacciones
Entre las primeras reacciones individuales destacan las de los países bálticos. Para el primer ministro de Estonia, Kristen Michal, el ataque representa otro esfuerzo más de Rusia para destruir Ucrania. «Seamos claros. El objetivo de Rusia es arrasar con Ucrania. Otro ataque brutal contra civiles inocentes lo demuestra. Nuestra ayuda a Ucrania no puede retrasarse en el momento más crucial. Si no se presiona a Rusia, no habrá paz», ha hecho saber.
También el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha condenado «otro vil crimen de guerra ruso», que ha descrito como «una bofetada a todos los que buscan y desean la paz». «El mundo civilizado debe usar la fuerza para detener a estos bárbaros que están asesinando a civiles y niños. Nuestros corazones están con las familias de las víctimas y los heridos. En este momento de dolor, Lituania reafirma su compromiso inquebrantable de apoyar a Ucrania y al presidente Zelenski hasta que se logre una paz justa», ha manifestado.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, también se ha mostrado de la opinión que el ataque es prueba «evidente» de que «solo Rusia quiere continuar» con la guerra y ha descrito el bombardeo como «un flagrante desprecio por las vidas humanas, el derecho internacional y los esfuerzos diplomáticos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump».
El primer ministro británico, Keir Starmer, se ha declarado «consternado» y, tras asegurar que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenki -quien ha agradecido uno por uno estos mensajes en su cuenta de la red social X- ha demostrado su compromiso con la paz, su homólogo ruso, Vladimir Putin, «debe ahora aceptar un alto el fuego total e inmediato sin condiciones».
Donald Tusk, primer ministro de Polonia, también ha expresado la misma idea pero en términos mucho más tajantes: «Esta es la versión rusa de un alto el fuego. Una masacre en Domingo de Ramos». El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, considera lo ocurrido como «impropio de un país que busca la paz» y ve «necesario aumentar la presión sobre Rusia y brindar un fuerte apoyo militar a Ucrania.
Por su parte, la primera ministra de Letonia, Evika Silina, ha tachado directamente lo ocurrido como una «atrocidad». «Los ataques deliberados contra civiles y niños son absolutamente inexcusables. Mantenemos nuestra inquebrantable solidaridad con Ucrania hasta que se logre una paz justa y duradera».