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Internacional

El ministro de Seguridad israelí pide anexionar toda Gaza desde la Explanada de las Mezquitas

Itamar Ben Gvir defiende expulsar a todos los miembros de Hamás y fomentar la migración voluntaria

El ministro de Seguridad israelí pide anexionar toda Gaza desde la Explanada de las Mezquitas

El ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, el pasado mes de mayo en Jerusalén. | Reuters

El ministro de Seguridad de Israel, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, ha realizado este domingo una nueva visita a la Explanada de las Mezquitas, desde donde ha pedido que la Franja de Gaza vuelva a ser ocupada por las fuerzas israelíes, en el marco de la ofensiva contra el enclave palestino tras los ataques del 7 de octubre de 2023. “Para garantizar la ocupación total de la Franja de Gaza, debemos declarar la soberanía en todo (el enclave), expulsar a todos los miembros de Hamás y fomentar la migración voluntaria (de israelíes)”, ha declarado según un vídeo publicado en su perfil de la red social X.

El ultraconservador ha considerado que “solo así” Israel conseguirá traer de vuelta a los rehenes tomados por las milicias palestinas y que se encuentran en Gaza, y ganar “la guerra”. “Lo digo precisamente desde aquí, en el Monte del Templo –nombre que dan los judíos al lugar–, donde hemos demostrado que la soberanía y la gobernanza son posibles”, ha agregado. Tras su visita, la Autoridad Palestina, a través de un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores en su perfil de la red social X, ha denunciado el “flagrante desafío” de Ben Gvir a la comunidad internacional y sus resoluciones tras la “provocadora” presencia del ministro, que por primera vez ha dirigido una oración en dicho lugar.

“Esto confirma que las estrategias colonias racistas a las que se ve sometido nuestro pueblo se enmarcan en una política gubernamental oficial destinada a liquidar la causa palestina y los derechos de nuestro pueblo, y a frustrar el movimiento internacional popular y sin precedentes para detener de inmediato los crímenes de genocidio, desplazamiento forzado y hambruna, y poner fin a la ocupación israelí del territorio palestino”, ha manifestado. La cartera ministerial palestina, a su vez, ha denunciado los ataques de colonos registrados en la víspera en Cisjordania, que se saldaron con la vida de un palestino, mientras que otros ocho resultaron heridos. “Observamos con extrema preocupación las violaciones de la ocupación en la Cisjordania ocupada y el creciente uso de munición real por parte de terroristas colonos en sus ataques contra civiles palestinos, todo ello bajo la protección y supervisión del Ejército (israelí)”, ha señalado.

El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha sostenido que “las incursiones generalizadas en los patios de la sagrada mezquita Al Aqsa esta mañana por parte de colonos, liderados por el ministro extremista y terrorista Ben Gvir y el miembro extremista de la Knesset -Parlamento israelí- Amit Halevi, constituye una escalada de crímenes contra la mezquita”. “Es una continuación de la agresión continua contra nuestro pueblo palestino, su tierra y sus lugares sagrados. Además, provoca los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo mediante la profanación. (…) La reiterada coincidencia de las incursiones de colonos con las festividades judías no logrará judaizar la mezquita, imponerle una nueva realidad ni alterar su identidad árabe-islámica”, ha asegurado.

En este sentido, ha condenado “las incursiones de los colonos, sus provocadoras visitas guiadas y el izamiento de banderas” israelíes, después “de que la mezquita fuera vaciada de fieles, se impusiera un cierre total y se enviaran refuerzos militares”, según reza un comunicado recogido por el diario ‘Filastín’, afín a Hamás. La visita de Ben Gvir ha sido criticada también por el Gobierno de Jordania, que custodia la mezquita, alegando que se trata de una “flagrante violación del Derecho Internacional, una provocación inaceptable y una escalada reprensible”.

El portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Sufian al Qudá, ha mostrado su “rechazo absoluto y la enérgica condena” de Amán a las “continuas e inaceptables incursiones” del ministro, así como a la disposición por parte de las fuerzas de seguridad israelíes de permitir la presencia de colonos israelíes en la misma. “Consideramos esto una flagrante violación del ‘statu quo’ histórico y legal (…), un intento de dividirla temporal y espacialmente, y una profanación de su santidad”, ha sostenido, mientras que ha advertido “sobre las consecuencias de estas continuas violaciones” a los lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén.

Por ello, ha instado a Israel, como potencia ocupante, a “detener todas las acciones provocadoras del ministro extremista”, alegando que sus acciones “constituyen una continuación de la política de Gobierno extremista israelí de continuar la peligrosa escalada y las medidas unilaterales en la Cisjordania ocupada”. Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Arabia Saudí ha expresado su “más enérgica condena” a las “reiteradas prácticas provocadoras de funcionarios del gobierno” israelí contra la Mezquita de Al Aqsa y ha avisado de que “estas prácticas alimentan el conflicto en la región”.

“(Riad) reitera su constante llamamiento a la comunidad internacional para que ponga fin a las prácticas de funcionarios de ocupación israelíes, que violan el derecho y las normas internacionales, mientras que socavan los esfuerzos de paz en la región”, ha manifestado. Las visitas de altos cargos israelíes al complejo llevan aparejadas la condena de las autoridades palestinas y jordanas, encargadas de velar por el ‘statu quo’, que impide a los judíos rezar en la Explanada de las Mezquitas, si bien la Policía ha tolerado rezos limitados en la zona cuando escolta a fieles que entran en el complejo. En el lugar –en manos de Israel tras la toma de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967)– estuvieron ubicados el Primer y el Segundo Templo, herencia histórica destruida de la que sólo queda como vestigio el Muro de las Lamentaciones, así como la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado para el islam.

Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha prometido este domingo “fortalecer” su control sobre Jerusalén, incluida la Explanada de las Mezquitas, desde donde esta misma mañana el ministro de Seguridad, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha pedido que la Franja de Gaza vuelva a ser ocupada completamente por las fuerzas israelíes. “Quienes odian a Israel en el mundo seguirán tomando decisiones y manifestándose en nuestra contra, pero fortaleceremos para siempre nuestro control y soberanía en Jerusalén, el Muro de las Lamentaciones y el Monte del Templo”, ha declarado, en referencia a la Explanada de las Mezquitas, a través de su perfil en la red social X.

En este sentido, y con motivo de la festividad judía del Tisha BeAv, el titular de la cartera ministerial ha asegurado que “2.000 años después de la destrucción del Segundo Templo, el Muro de las Lamentaciones y el Monte del Templo vuelven a estar bajo la soberanía del Estado de Israel”. Katz, que ha compartido varias imágenes del momento, ha acudido a rezar al Muro de las Lamentaciones “por el regreso de los rehenes, por la paz de las comunidades, por la protección de los heroicos soldados y fuerzas de seguridad, y por la derrota de los asesinos de Hamás”.

Cabe mencionar que tras la visita de Ben Gvir, la Autoridad Palestina, Hamás y varios países de la región, incluido Jordania que custodia la zona, han condenado su “provocación”. Por su parte, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha emitido un breve comunicado en el que ha asegurado que “la política de Israel de mantener el ‘status quo’ en el Monte del Templo no ha cambiado y seguirá estando inalterada”. Las visitas de altos cargos israelíes al complejo llevan aparejadas la condena de las autoridades palestinas y jordanas, encargadas de velar por el ‘statu quo’, que impide a los judíos rezar en la Explanada de las Mezquitas, si bien la Policía ha tolerado rezos limitados en la zona cuando escolta a fieles que entran en el complejo. En el lugar –en manos de Israel tras la toma de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967)– estuvieron ubicados el Primer y el Segundo Templo, herencia histórica destruida de la que sólo queda como vestigio el Muro de las Lamentaciones, así como la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado para el islam, después de las ciudades santas de La Meca y Medina.

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