Las 7 cosas que pasan en tu cuerpo (y en tu vida) cuando dejas de beber alcohol un mes
Si aún crees que al alcohol no te afecta, echa un ojo a las siete cosas que pasan en tu cuerpo cuando dejas de beberlo durante sólo cuatro semanas
Quien más quien menos se ha tomado una copita en las últimas semanas, unas cervezas con amigos o un vinito con la comida de trabajo. Para bien o para mal, el alcohol está más que normalizado en nuestra vida cotidiana, y por ello es tan difícil huir de él cuando estamos intentando adelgazar o, lo que es más común, no engordar.
Pero quizá no deberíamos normalizar tanto el consumo de alcohol, y no sólo por las consecuencias que tiene en nuestro peso, sino por todos los efectos secundarios que nos provoca a corto, medio y largo plazo.
Obviamente, en este artículo no trataremos el tema de la adicción al alcohol, pero sí el del consumo habitual del mismo. Hay personas que han normalizado tanto las bebidas espirituosas que las toman a la hora del almuerzo o cuando llegan a casa después de una ardua jornada laboral.
Y aunque por una copa de vino o una cerveza no pasa nada, si al final vamos sumando todas las que nos tomamos en un mes, sale una cuenta que asusta a cualquiera.
Efectos secundarios de dejar de beber alcohol
Consumir alcohol continuamente o con demasiada asiduidad es perjudicial. Si aún no estás convencido, echa un ojo a las siete cosas que pasan en tu cuerpo cuando dejas de beber por un mes:
1. Aumenta la felicidad
El alcohol es un depresor por eso algunas personas se sienten mal al día siguiente de beber alcohol. Si dejamos de beber alcohol durante un mes nos sentiremos más felices y con mayor equilibrio mentalmente.
2. Adelgazar
El alcohol no es lo que engorda, mayormente es las bebidas con las que se mezcla.
Keri Gans, autora de The Small Change Diet, afirma que «La mayoría de las bebidas que agregamos tienen un alto contenido de azúcar y no brinda ningún beneficio nutricional».
El alcohol ayuda a desinhibir y aumenta el apetito al estimular las células nerviosas del hipotálamo del cerebro. Por eso, después de beber tenemos más hambre y comemos más.
No tomar bebidas alcohólicas durante un mes contribuye a la bajada de peso.
3. Puedes dormir mejor
Si bien puedes sentir que beber una copa de vino antes de acostarte puede ayudarte a relajarte y conciliar el sueño más fácilmente, el alcohol generalmente tiene un efecto negativo en la calidad del sueño.
«El consumo excesivo de alcohol inhibe la regulación normal de las proteínas y los genes circadianos, y esto puede tardar semanas en volver a la normalidad. En otras palabras, tu sueño reparador paga el precio cuando sales de fiesta», asegura la doctora Daina Trout.
Como explica Trout, se necesita tiempo para que el horario de sueño vuelva a la normalidad después de un largo período de consumo de alcohol, por lo que si dejas de beber alcohol durante un mes, podrás notar que descansas mucho mejor.
4. Tu hígado comenzará a sanar
El trabajo de tu hígado es filtrar las toxinas. Y el alcohol es tóxico para tus células, y su consumo excesivo puede provocar hígado graso, cirrosis y otros problemas. La buena noticia: el hígado puede repararse e incluso regenerarse. Así que siempre vale la pena beber menos o dejar de fumar.
5. Puedes restablecer tu digestión
¿Has estado experimentando hinchazón y otros problemas digestivos recientemente? Eliminar el alcohol durante un mes puede ser una forma de aliviar este malestar digestivo, ya que esta bebida inhibe la producción normal de enzimas digestivas, lo que significa que no pueden descomponer lo que comes, y la comida se queda sin digerir en tu estómago. Esto no solo daña el revestimiento del estómago, sino que también produce gases, hinchazón e indigestión.
6. Mejorar tu piel
Un estudio de más de 3.000 mujeres descubrió que las participantes que consumían más de ocho bebidas alcohólicas a la semana tenían las líneas faciales superiores más marcadas, así como la hinchazón debajo de los ojos y una pérdida de volumen en la parte media de la cara.
7. Mejorar tu vida sexual
A pesar de suponer una cierta desinhibición, el consumo de alcohol —sobre todo en grandes cantidades— es una losa para la vida sexual de ellos y de ellas. En el caso de ellos, dificulta las erecciones, tanto en duración como en constancia, y supone una predisposición a una disfunción eréctil que puede ser transitoria si cesamos en su ingesta.
