Seis beneficios de hacer surf, una opción más para ponerte en forma en verano
Hacer surf no solo puede ser entretenido, sino también una oportunidad de oro para ponernos en sintonía en cuerpo y mente
Una mujer sentada sobre una tabla de surf. | ©Unsplash.
Hacer surf puede echar para atrás a muchos cuando se acercan a sus olas en verano. Deporte estival por antonomasia, es cierto que exige una forma física relativamente buena para iniciarse, siendo complicado entrar en él sin un cierto fondo. Sin embargo, una vez dentro, descubrimos que es un deporte cargado de virtudes y perfecto para lograr una tonificación total del cuerpo.
Además de los lógicos beneficios físicos, el surf también va aparejado a ciertas ventajas que tienen que ver con la regulación hormonal. No es patrimonio exclusivo de cabalgar olas sobre una tabla, incluso aunque hablemos de paddle surf o de windsurf. Es normal que nuestras hormonas se alineen y conviertan la actividad física en un chute de relajación y tranquilidad cuando paramos.
Una realidad que es equiparable a otros deportes, evidentemente, pero miremos también las ventajas que hacer surf supone. Deporte social por excelencia, la ventaja está en que tampoco necesitamos compartirlo con una decena de personas —aunque sea más divertido— y no olvidemos que tiene otra clara ventaja sobre otros deportes: aprovechar las playas que nadie quiere. Generalmente lugares muy abiertos o cargados de oleajes no son las mejores playas para los que buscan nadar o algo de calma.
Todo lo contrario que demanda un surfista, que busca aquellos arenales más bravos, esperando que las olas sean propicias. En un sentido parecido hay que desmitificar dos cosas: la complejidad de hacer surf y su precio. No es sencillo de dominar, pero es muy agradecido cuando conseguimos dominar de vez en cuando una ola. Además, sus materiales —sobre todo en verano— no son tan onerosos como hace años. Una tabla de aprendizaje no suele superar los 200 euros y puede valernos para varias temporadas. También sucede que en verano, salvo excepciones, no hacen falta neoprenos.
Los beneficios de hacer surf: desde el físico al plano mental
No vamos a ahondar en la dificultad de hacer surf, pues es obvio que no es el deporte más sencillo del mundo. Amén de una cierta base física también exige estar cerca de una playa —lógicamente—, ciertos aparejos (un bañador vale) y tener algo de suerte con las olas. Sabiendo esto, comprendamos que hacer surf tiene una serie de beneficios que a veces pueden no resultar tan obvios. Puede ser fácil de comprender que físicamente nos va a venir de perlas, pero no es la única razón para practicarlo.
Katia Olmo, wellthy expert del hotel cinco estrellas Royal Hideaway Sancti Petri (Chiclana de la Frontera, Cádiz) recopila las ventajas de hacer surf, una de las actividades que dentro de este hotel gaditano proponen.
Beneficio nº1: un cuerpo en completo funcionamiento
Es difícil encontrar un músculo que no tenga agujetas tras una mañana de surf. Lo que puede parecer un contrasentido se convierte en una bendición. Hacer surf pone a todo el cuerpo a trabajar, independientemente del momento en el que estemos, ya sea en la remada como en la puesta en pie.
Todos los grandes grupos musculares del cuerpo trabajan durante esta práctica, como aclara la especialista, asegurando que «en la remada y la puesta en pie, se entrena, por un lado, el tren superior: hombros, pecho, espalda; y por otro, se fortalece el tronco y tren inferior: abdominales, lumbares, dorsales, glúteos y piernas».
Giros, bajadas del centro de gravedad, agarres, la perpetua tensión durante la puesta en pie… No hay un momento de calma mientras hacemos surf, más allá de dejarnos sestear de vez en cuando sobre la tabla antes de buscar una ola. Todo el cuerpo está en rompan filas para intentar capear las olas, así que nuestros músculos no dejarán de trabajar.
Beneficio nº2: un deporte exigente
El hecho de no tener casi un minuto de tranquilidad hace que hasta procesos tan elementales como la remada, momento en que nadamos para buscar las olas, sean de una alta exigencia. La fortuna está en que son deportes de bajo impacto, por lo que el daño articular no es tan elevado como cuando hacemos running o ejercicios de fuerza. Esto significa que hacer surf es una práctica que exige una gran quema de energía y grasas, por ese perpetuo funcionamiento, así que si queremos adelgazar o perder peso es perfecto.
No pretendamos tener el primer día un tono de surfista profesional, claro, pero la realidad es que una hora de surf quema unas más de 500 calorías, lo cual no es un gasto energético desdeñable. En ese mismo sentido, su exigencia también tiene que ver con la concentración, pues precisa de un usuario que esté alerta, tanto a otros surfistas como al propio mar, por lo que no concede tregua.
Esto supone un desarrollo cardiovascular importante, a la cual mejora, pues al demandar tanta actividad, el corazón lo aplaude. Así lo explica Katia Olmo, que dispone de la playa de La Barrosa para estos ejercicios: «al tratarse de una actividad que requiere estar físicamente activo durante largos periodos de tiempo, la frecuencia cardiaca se eleva y hay una mejora en la circulación de oxígeno en la sangre y el ritmo respiratorio».
Beneficio nº3: las ventajas del deporte en el mar
Es un plano físico, pero guarda más relación con la estética, pero no debemos olvidar, según explica la wellthy expert del hotel cinco estrellas Royal Hideaway Sancti Petri que «estamos disfrutando del efecto exfoliante del agua del mar». Hacer surf permite ir eliminado parte de esas pieles muertes mientras lo practicamos, aunque no hay que olvidar que estamos expuestos al sol, así que también hay que tener a mano la protección solar y las cremas hidratantes.
Además de la mera exfoliación, practicar surf también está relacionado con cierta paz mental. No es un mito, sino una realidad que encontramos en los iones negativos de los que está cargada la brisa marina. Estos estimulan la renovación celular y la producción de serotonina, que además van reforzados por la generación de endorfinas que el propio deporte genera.
Beneficio nº4: equilibrio dentro y fuera
Si alguna vez has practicado surf te habrás dado cuenta de lo cansado que es. Puede parecer una desventaja, pero la realidad es que coger la cama después de una de estas maratones sobre las olas es una bendición. Poner en orden los ritmos circadianos y a la melatonina endógena es pan comido tras estar sobre la tabla. Lo que comenta Katia Olmo es lo siguiente: «La fatiga que supone la actividad y la regulación de los ritmos circadianos mediante la secreción de melatonina liberada; ayudan a mantener patrones de sueño regulares y saludables».
Junto a ese equilibrio interno, el externo; hacer surf obliga a varias cosas mentalmente, entre ellas a aumentar la concentración y saber elegir el tipo de olas que podemos cabalgar y cuáles no, además de a tolerar cierta frustración cuando las olas no son las deseadas. En el mismo sentido, hacer surf también ayuda a generar esos sinsabores y a su vez a alegrarse de las pequeñas victorias sobre el mar.
