Seis errores alimenticios que cometes con tu dieta y te impiden adelgazar al ritmo que deseas
Muchas personas no logran adelgazar porque no tienen la información correcta, o tienen una sesgada que les lleva a tomar malas decisiones
No hay nada peor que querer adelgazar, intentarlo seriamente y no ver ningún resultado, ni en la báscula ni en el agujero del cinturón. Las copas que te perdiste, las pizzas a las que renunciaste y el hambre que pasaste a mitad de la noche no dieron resultado, y te preguntas: ¿qué está pasando? ¿Hay algo que estoy haciendo mal y por eso no soy capaz de perder peso?
Estás seguro de que te estás esforzando y estás tomando buenas decisiones alimenticias para lograr tu objetivo de pérdida de peso, pero ¿y si estás cometiendo errores sin saberlo?
Lo cierto es que muchas personas no logran adelgazar porque no tienen la información correcta, o tienen una sesgada que les lleva a tomar malas elecciones. Si crees que lo estás haciendo todo correctamente y aún así no logras perder peso, puede, lector, que sea tu caso.
A continuación, para que salgas de dudas, te decimos algunos de los errores alimenticios más comunes que tomas a diario y que te alejan de tu deseo:
1. Comes demasiados alimentos saludables
Tal y como vimos en THE OBJECTIVE, los aguacates son muy sano, a pesar de las grasas y calorías que contienen, pero si queremos adelgazar quizá no es buena idea tomarnos tres piezas al día. Y lo mismo sucede con otros muchos alimentos saludables, como los frutos secos o la fruta.
Para que no te líes: sí que debes comer ese tipo de alimentos, incluso diariamente, pero en las cantidades correctas, ya que, al final del día, debes tener un balance calórico negativo.
Es decir, siguiendo con los ejemplos anteriores, con dos piezas de fruta al día (contienen mucha azúcar), con un puñado de frutos secos y con medio aguacate diario (contienen mucha grasa y calorías) vas bien. Pasarse de esas cantidades no es perjudicial para ti, al contrario, pero sí que puede alejarte de tu objetivo de pérdida de peso.
2. No estás comiendo suficientes proteínas
Hasta ahora, las investigaciones han determinado que aquellos que comen proteínas tienden a tener menos grasa acumulada en el cuerpo.
También se ha demostrado que el consumo de alimentos proteicos ayuda a acelerar el metabolismo hasta en un 30% durante algunas horas después de ingerirlos. Así lo han reflejado numerosas investigaciones, las cuales han halado que estos alimentos aumentan más el efecto térmico del cuerpo además de la saciedad, lo que te hace comer menos durante el día, ayudándote así a adelgazar.
Lo ideal es que elijas alimentos proteicos como la carne blanca, el pescado, las verduras, los huevos y las legumbres.
3. Estás cocinando con demasiado aceite
Relacionado con el punto número 1, tenemos este: consumir demasiado aceite de oliva al día. Sí, es muy sano, pero también es una bomba calórica de grasa buena, pero grasa al fin y al cabo.
Las grasas monoinsaturadas, como la del aceite, pueden ayudar a reducir el colesterol en sangre y protegernos de enfermedades cardíacas, pero no hay que olvidar que también añaden calorías a nuestra comida.
Para que te hagas una idea, una cucharada de aceite de oliva aporta 120 calorías y 14 gramos de grasa. Y si inundas tu ensalada de este líquido, o cocinas tu sano filete de pollo con tres cucharadas en la sartén, ya estás sumando, mínimo, 400 calorías a tu plato.
Por eso, igual que sucede con otros alimentos sanos, has de vigilar las cantidades pero no dejar de comerlo, ya que no puede ser mejor para tu salud.
4. Sigues comiendo hidratos simples
Debemos saber que hay diferentes tipos de carbohidratos, y uno de ellos es muy bueno para hacernos perder peso. Están:
- Los hidratos de carbono simples: son aquellos que solo están compuestos por uno o dos azúcares, se digieren rápidamente y tienen un valor nutricional relativamente bajo. Aportan energía rápida y, generalmente, carecen de minerales, fibras o vitaminas (a excepción de las frutas). Entre ellos encontramos el azúcar simple, dulces, pasteles, harinas, chocolates, galletas y también refrescos, mermeladas o frutas.
- Los hidratos de carbono complejos: son aquellos compuestos por cadenas de más de dos azúcares como cereales integrales, legumbres y hortalizas con fécula, como la patata.
Lo mejor, si estamos tratando de adelgazar, es que eliminemos de la dieta los hidratos simples (menos las frutas) y que prioricemos los hidratos de carbono complejos, los cuales no debemos dejar de consumir ni estando a dieta, ya que son nuestro combustible diario y nos aportan la fibra que necesitamos.
5. No estás controlando las porciones
Relacionado con los puntos anteriores, puedes comer muy sano y muy bien, pero si en vez de un filete de pollo a la plancha te comes el pollo entero, pues quizá no sea tan bueno para tu objetivo de adelgazar.
Si quieres perder peso y no lo consigues, debes controlar tanto lo que comes como cuánto. Un truco que siempre funciona es usar platos pequeños en vez de grandes, así parecerá que hay más comida e ingerirás menos.
6. Sigues bebiendo alcohol
El alcohol hace que tu cuerpo no pueda eliminar grasa. ¿Cómo? «El cuerpo reconoce el alcohol como un tóxico, y por ello detiene su capacidad de acceder a todos los demás macronutrientes almacenados (carbohidratos, proteínas y grasas) para utilizarlos, ya que está centrado en quemar el alcohol primero», asegura la médico Krissy Maurin, a Health.
Así, el efecto principal del alcohol es «reducir la cantidad de grasa que tu cuerpo puede quemar para obtener energía. Básicamente, lo que estás haciendo es desacelerar tu metabolismo, lo que conlleva al aumento de peso», sentencia.
Además, el consumo de de alcohol provoca un aumento de los niveles de cortisol, una hormona que se ha relacionado con el aumento de peso y que se libera como respuesta al estrés y a un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre.