Este hábito diario puede estar dañando tu función cognitiva, según un reciente estudio
Aunque ya sabemos que el desayuno no es la comida más importante del día, sí que parece ser determinante para nuestro cerebro
Aunque ya sabemos que el desayuno no es la comida más importante del día, como nos han repetido hasta la saciedad, sí que parece ser determinante para nuestro cerebro, pues un nuevo estudio ha descubierto que saltarse la primera comida del día podría dañar gravemente nuestra función cognitiva .
Los resultados de la investigación del Dr. Changzheng Yuan y el Dr. Dongmei Yu de la Universidad de Zhejiang fueron publicados recientemente en Life Metabolism. A continuación, te contamos las claves de este nuevo estudio que puede hacer que te replantees tus hábitos alimentarios.
Saltarte el desayuno puede dañar tu función cognitiva
El estudio contó con 3.342 participantes de China. Todos ellos eran hombres con una edad media de 62 años. Los datos se centraron en los hábitos alimenticios de los participantes, específicamente en cuándo comían y qué comidas tendían a saltarse, al mismo tiempo que realizaban pruebas telefónicas relacionadas con funciones cognitivas como recordar, contar y hacer cálculos matemáticos básicos.
Aunque los investigadores observaron que varios factores relacionados con el estilo de vida y la salud podrían afectar los resultados, finalmente descubrieron que hacer comidas regulares era lo mejor para la salud cognitiva, es decir, siempre a la misma hora, más o menos. Por otro lado, también hallaron que saltarse el desayuno aumentaba el riesgo de daño a la función cognitiva.
¿Es tan grave el hábito de saltarse el desayuno?
Como decíamos, hace tiempo que se olvidó el mito de que el desayuno es la comida más importante del día, pues la realidad es que almuerzo, cena, merienda e incluso media mañana son importantes. Pero ¿que no sea importante significa que tengamos que saltárnoslo? No, desde luego, ya que hacerlo, o consumir alimentos erróneos a primera hora del día, impedirá que arranquemos con fuerza, ya que lo que ingiramos por la mañana será la gasolina que necesitamos para funcionar.
Al respecto, desde Estilo de Vida Saludable, un site dependiente del Ministerio de Sanidad, muestran los siguientes porcentajes de ingesta calórica que un adulto necesita durante el día:
- Desayuno: 20%
- Media mañana: entre 5% y 10%
- Comida: 30%
- Merienda: entre 5% y 10%
- Cena: entre 25% y 30%
Así, la comida y la cena serían las más importantes en cuanto a cantidad, pero el desayuno también lo es, pues debería representar un 20% de la cantidad de calorías totales consumidas en el día.
En cuanto a los resultados del estudio, la nutricionista Kiran Campbell asegura a Eat This que no le sorprenden en absoluto, ya que «sus resultados coinciden con estudios similares realizados en niños, adolescentes y adultos jóvenes que se saltan las comidas».
«Nuestros cuerpos dependen de la glucosa, que es usada como combustible, para mantener nuestro cerebro funcionando a un nivel óptimo, y si nos saltamos por completo la primera comida del día, esencialmente estaremos privando a nuestro cuerpo y cerebro del combustible que necesitan para ponernos en marcha», añade.
Asimismo, Campbell señala que «saltarse comidas tiene efectos negativos en otras áreas además del deterioro cognitivo, ya que, según los estudios, puede provocar aumento de peso y un mayor riesgo de padecer enfermedades metabólicas, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, resistencia a la insulina y concentraciones elevadas de lípidos en ayunas».
Los mejores alimentos para el desayuno
Ahora que sabemos que el desayuno es importante, veamos qué alimentos son los mejores para tomar a primera hora del día:
- Huevos. Ricos en proteínas y con una gran cantidad de vitaminas y minerales, como el selenio y la riboflavina, los huevos son imprescindibles en cualquier dieta.
- Café o té. El café supone un estimulante, incluye antioxidantes y su consumo de forma puntual se vincula a reducir el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y patologías neurodegenerativas como el alzheimer o el parkinson. Lo mejor, obviamente, es tomarlo solo y no añadirle ni azúcar ni edulcorantes. Unas reglas que se aplican también al té verde.
- Frutas. Si eres de los que se levanta con antojo de dulce, sin duda las frutas son para ti. Son altas en fibra y bajas en calorías (una pieza suele tener menos de 100 calorías). Su formato, además, los hace perfectos para comerlos si nos despertamos con prisas o si desayunamos ya en el trabajo.
- Yogur griego: es un alimento muy saciante, además de una fuente natural de calcio y ciertas vitaminas y, por si fuera poco, estimula a nuestra microbiota con los lactobácilos que contiene, así que todo son ventajas
- Frutos secos. Están cargados de nutrientes y antioxidantes, son esenciales para cualquier hora del día.
- Avena. Es baja en calorías y rica en fibra y proteínas, además de una excelente fuente de betaglucano, un tipo de fibra regula el nivel de azúcar en la sangre, previniendo así las subidas y bajadas de insulina, que pueden aumentar nuestro apetito.
- Verduras. Aunque solemos asociar este alimento a la comida o a la cena, lo cierto es que son ideales para tomarlas en una tortilla, por ejemplo, como plato único o como acompañamiento de una tostada.
- Pan. Lo ideal es que sea pan integral o de centeno, mirando siempre la información nutricional y asegurándonos de que estamos consumiendo un pan con más grasas insaturadas, más proteínas y más saciante de lo habitual.