Cómo perder peso rápido con la cetosis (y qué beneficios tiene para tu salud)
Adelgazar con una dieta cetogénica o proteica es relativamente fácil si se tienen las claves que te damos a continuación
Adelgazar con las dietas cetogénicas es sencillo | Gtres
Adelgazar con una dieta cetogénica o proteica es relativamente fácil. Esto explica, quizá, por qué estos regímenes siguen a la orden del día en cuanto a perder peso se refiere.
Estos tipos de dietas son particularmente efectivas para adelgazar porque hacen que el cuerpo entre en cetosis, que es un proceso metabólico normal que proporciona varios beneficios para la salud y un gran adelgazamiento. Cuando el cuerpo entra en cetosis, el cuerpo convierte la grasa en compuestos conocidos como cetonas y comienza a usarlos como su principal fuente de energía, es decir, la persona empieza a perder peso.
Numerosos estudios han comprobado que entrar en cetosis es altamente beneficioso para la adelgazar, especialmente porque es fácil de conseguir y porque suprime el apetito, lo que hace más sencillo seguir el régimen. Asimismo, las investigaciones también sugieren que la cetosis puede ayudar contra la diabetes tipo 2 y los trastornos neurológicos, entre otras afecciones.
¿Todos podemos entrar en cetosis?
«A través de la dieta cetogénica se puede obtener una perdida de peso rápida, duradera y, sobre todo, saludable», afirma el Dr. Molins, reputado especialista en Nutrición y Dietética y en Medicina Estética con tres décadas de experiencia médica.
En cuanto a si es peligrosa, el doctor tiene claro que no: «Cualquier pérdida de peso genera cuerpos cetónicos, no hay ninguna otra forma de eliminar las grasas de nuestro organismo a menos que sea de una forma traumática como una cirugía o una liposucción. La bioquímica en nuestro organismo hace que se generen cuerpos cetónicos para ser liberados al exterior por la orina y por el aliento. Por lo tanto, no es peligrosa la cetosis siempre que sea controlada y estable», asegura en su artículo de TopDoctors.
El efecto de la cetosis en tu salud
Como te hemos avanzado en línas superiores, la dieta cetogénica no solo es buena para adelgazar, sino también para controlar otras afecciones.
«Con las investigaciones clínicas que se vienen desarrollando en los últimos tiempos hemos podido observar el descenso en los pacientes de la tensión arterial, de las tasas de colesterol, de la mejora de las condiciones metabólicas en general y, sobre todo, el descenso de la glucemia en pacientes diabéticos de tipo 2, e incluso en insulino-dependientes es muy superior a lo obtenido con una dieta convencional o mal equilibrada. El beneficio en las patologías médicas asociadas a la obesidad es muy superior con la dieta cetogénica. En el caso de un problema serio de obesidad, esta dieta resulta beneficiosa para la salud», sentencia el doctor.
Cómo adelgazar eficazmente con la dieta cetogénica
Para seguir esta dieta de forma correcta y así adelgazar, ten en cuenta lo siguiente:
- Debes limitar tu consumo de hidratos de carbono a unos 20 gramos por día (un 5-10% de las calorías totales de la dieta). Estos datos deberán ser confirmados por tu especialista, ya que varía de una persona a otra (por ejemplo, si una hace ejercicio puede consumir más carbohidratos sin salir de la cetosis).
- Consumir una cantidad adecuada de proteínas, que es esencial para suministrar al hígado los aminoácidos que se pueden usar para la producción de glucosa. Generalmente, la ingesta diaria de proteínas de 1 a 1,5 gramos por kilogramo de peso de la persona será efectiva.
- Consumir grasas saludables, ya que puede aumentar tus niveles de cetonas y ayudarte así a entrar en cetosis.
- Hacer algo de ejercicio, pues así agotas las reservas de glucógeno de tu cuerpo, lo que hará que tu hígado aumente la producción de cetonas, que pueden usarse como una fuente de combustible alternativa para los músculos, lo que, a su vez, te ayudará a adelgazar.
Qué alimentos consumir para entrar en cetosis
Como hemos visto, para entrar en cetosis y adelgazar hemos de priorizar el consumo de proteínas y grasas buenas. Algunos de los alimentos que se incluyen en este grupo son:
- Pescado blanco, como la merluza, el bacalao, el rape, el fogonero, la pescadilla, la bacaladilla, la lubina, la corvina, la dorada, el gallo o el lenguado.
- Carnes blancas: el pavo, el pollo o el conejo.
- Huevos: la opción para disfrutar al máximo de sus proteínas es ingerir solo la clara, pues la yema tiene más grasas —y más minerales—. En cualquier caso, la opción huevo siempre es buena.
- Lácteos bajos en grasa. Si apostamos por el mundo del queso, recordemos que siempre mejor los quesos más tiernos, frescos y blandos, pues cuanto más añejos, más se concentran la sal, las grasas y las proteínas. También podemos recurrir a diferentes tipos de yogures que veamos con un bajo contenido en carbohidratos y grasas, como sucede con algunos yogures griegos y con ciertas leches.
- Marisco: gambas, cigalas, langostinos, almejas, berberechos, chirlas, langostas, ostras, mejillones… Eso sí, sin pasarse, ya que debemos recordar que su consumo eleva el nivel de ácido úrico, así que las personas con hiperuricemia o con el ácido úrico alto no deberían consumirlo demasiado.
En cuanto a qué alimentos no consumir, los tienes en el siguiente artículo publicado en THE OBJECTIVE:
