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Mejillones contra la anemia: los dos caminos para fortalecer tu salud con marisco de concha

La mejor forma de combatir el déficit de hierro o de vitamina B12 no pasa por las carnes, sino por echar un vistazo a la pescadería

Mejillones contra la anemia: los dos caminos para fortalecer tu salud con marisco de concha

Mejillones

Es habitual que cuando se habla de anemia se acabe poniendo el foco en la alimentación como una forma de erradicarla. Aunque entre las ideas más habituales esté el contemplar que la carne es una de las mejores formas de combatirla, también hemos de poner sobre el mapa a los mejillones y a otros mariscos de concha.

Además y, sobre todo, conviene también tener claro que no todas las anemias se producen por las mismas causas, algo que es un error bastante común. Lo más recurrente es que se trate de anemias por déficit de hierro, que es lo que conocemos como anemia ferropénica, pero no todas son iguales. Sí es cierto que es la que presenta una mayor prevalencia y la que, además, suele afectar con más vehemencia a ciertos grupos o personas.

Entre las víctimas propiciatorias de esta falta de hierro se suelen citar a las mujeres embarazadas y a las mujeres en período de lactancia, pero también durante la menstruación. En otro sentido, las personas inmunosuprimidas y las personas mayores también pertenecen a esos grupos de riesgo donde la anemia ferropénica hace especial mella.

Sin embargo, como ya te explicamos en THE OBJECTIVE, distintos déficits de vitaminas pueden también vincularse a esta patología que generalmente tiene en la fatiga y el cansancio como sus principales síntomas. Es lo que ocurre con la anemia perniciosa, que se produce por bajas cantidades de vitamina B12 en el organismo. Igual que el resto de anemias, su aparición produce un descenso de glóbulos rojos, que son los responsables de transportar a través de la sangre el oxígeno que nuestros tejidos necesitan para funcionar. Cuando esto se produce aparecen esa sensación de fatiga que tan comprensible.

Un fondo blanco con mejillones
La mejor manera de obtener las ventajas del mejillón está en su consumo al natural. | Freepik.

Como es habitual, además de ciertas suplementaciones que deben ser pautadas por profesionales médicos, la anemia en cualquiera de sus vertientes puede ser combatida a través de la dieta. No obstante, siempre ha sido recurrente pensar que la mejor forma de intentar poner freno a episodios anémicos es a través de la carne de ciertos animales o del consumo de huevos. Sin embargo, hay dos bazas por las que el marisco puede convertirse en el mejor aliado dietético a la hora de presentar batalla.

Las ventajas de los mejillones para combatir la anemia

Uno de los caminos más evidentes para pensar en los mejillones como herramientas para que la anemia no haga mella es avalar la presencia de ese hierro, el cual es notable en también otros alimentos como la casquería o la carne roja. En el caso de la casquería, como también es evidente, hablamos de productos con dosis muy altas de oligoelementos y vitaminas, aunque es comprensible que sean más ásperas de consumir que la carne magra.

También los huevos son una buena fuente de obtención de hierro, sobre todo porque estamos hablando del hierro hemo, que es el más biodisponible y del que se maximiza su ingesta. Algo que también sucede si ponemos en el mapa la presencia de las proteínas de alto valor biológico, algo que en pescados, carnes y mariscos es especialmente potente si lo comparamos con los vegetales o las verduras, que pueden tener proteínas, pero carecen de esos aminoácidos esenciales.

Mejillones en salsa en una cazuela de metal
Tampoco conviene cargar las recetas con grasas saturadas como las de las natas.  | Freepik.

Focalizados en los mejillones, esta respuesta a la anemia la dan otros bivalvos o mariscos de concha como pueden ser las almejas, los berberechos, las navajas o las ostras aunque no tienen la misma presencia en nuestras cocinas porque son notablemente más caros. Además, conviene también hacer una mención a la forma de consumir estos mejillones, pues han de ser en opciones frescas o, si es en conserva, que sean al natural.

Principalmente porque si hablamos de conservas en escabeche aparece una cantidad demasiado elevada de sales (alrededor de 1,5 gramos por cada 100 gramos de producto escurrido), lo cual no es tampoco recomendable si atendemos a los consejos de la OMS respecto a la ingesta de sodio.

Varias latas de mejillón en escabeche
La opción del escabeche no siempre es la más conveniente por la cantidad de sal que tiene.  | Freepik.

Aún así, la puerta que abrimos a plantear el consumo de mejillones al enfrentarse a la anemia está también en esa anemia perniciosa que deriva del déficit de la vitamina B12. Sobre todo, porque es una de las mayores fuentes que podemos encontrar de la cianocobalamina (el otro nombre que recibe esta vitamina), la cual se estima que se deben tomar unos 2 mg diarios de ella para un adulto.

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