Lentillas pijama: cómo funcionan estas lentillas nocturnas y qué esperar de ellas
Aunque no son aptas para todos los públicos, estas lentes nocturnas son perfectas en ciertos casos muy concretos para prescindir de gafas y lentillas
Desde hace unos años, las bautizadas coloquialmente como lentillas pijama se han convertido en objeto de deseo de cientos de opositores. Las razones, evidentes cuando comprobamos los beneficios de la ortoqueratología, es que permiten ver sin defectos de refracción sin utilizar gafas.
No solo eso, evidentemente, sino que harán pasar por visiones perfectas a personas que tienen miopía, hipermetropía o astigmatismo. También llamadas lentes orto-k, por la derivación de la ortoqueratología, estas lentillas pijama parecen haber convertido en un milagro, ¿pero qué tienen de milagro?
Alternativa sencilla para no usar gafas diariamente, pero también para no usar lentes de contacto, estas lentillas también tienen contraindicaciones. De hecho, también presentan algunos riesgos respecto a las bautizadas como lentes desechables o de uso diario.
Eso no significa que las lentillas pijama no sean 100% seguras, pero sí que debemos tener claros ciertos parámetros. Particularmente saber para qué tipo de usos son más recomendadas. En este sentido, como sucede con cualquier otro tipo de lentillas, se recuerda que forman parte de un tratamiento y de que es clave mantener buenos hábitos de limpieza, como explican en Clínica Oftalmológica Barraquer.
Cuándo usar las lentillas pijama o lentes orto-k
No, nos referimos a su uso nocturno, pues se da por hecho. Esa es la razón por la que se hayan bautizado como lentillas pijama, sino al tipo de personas que pueden usarlas. También se insiste en que, si no hay alteraciones con la contactología cotidiana, ya sea con lentes mensuales de uso diario, mensuales o rígidas, las lentillas pijama no tienen por qué ser utilizadas.
En lo que sí puntualizan desde Barraquer como motivos para utilizarla es en ciertos casos muy claros. Lo más evidente es que se utilicen cuando hay intolerancia a otros diseños, del mismo modo que si realizamos actividades acuáticas recurrentes, como sucede en verano. Este problema, que suele acarrear infecciones en personas que utilizan lentes de contacto, ya te lo hemos contado en THE OBJECTIVE a menudo.
Entre el resto de recomendaciones está la ‘trampa’ de utilizarlo en exámenes y oposiciones. Esto pasa porque permiten corregir los defectos de refracción que podrían descartar a un candidato en estos procesos. Por eso también es habitual que personas que no se pueden operar las usen. Especialmente para pasar las pruebas médicas que no permiten uso de lentillas o gafas.
También se apunta al control miópico, especialmente en niños y jóvenes en los que se produce un aumento demasiado rápido de las dioptrías. Como veremos, también hay que mantener una gran adherencia a las lentillas pijama. En este sentido se insiste que no todas las graduaciones son aptas para su uso, pues, por ejemplo, la miopía magna no se puede tratar con lentillas orto-k.
Complicaciones de las lentillas pijama
Es posible que, como en otros casos relacionados con oftalmología o contactología, lo que a una persona le va bien a otra le va mal. Hemos de abundar en que el éxito de estas lentillas depende, por ejemplo, de una correcta manipulación tanto en la inserción como en la retirada.
Además, desde Clínica Barraquer ahondan en la necesidad de monitorizar las horas de sueño del paciente, pues debe dormir entre seis y ocho horas. Este será el tiempo suficiente para que estas lentes de contacto que moldean temporalmente la córnea puedan causar efecto. Además hay que recordar que estos tratamientos son a largo plazo, por eso influyen otros matices.
Entre los más citados, una correcta oclusión de los párpados durante el sueño, la minuciosa desinfección de las lentes tras su uso y el moldeo de éstas tras varios meses de uso. Por este motivo, las lentes de ortoqueratología exigen un período de adaptación que comienza con un estudio topográfico de la córnea, por lo que a veces no todos los pacientes son aptos. Además, la visión ‘perfecta’ no se comenzará a dar hasta los primeros siete o diez días de su uso.
Una vez comenzado el tratamiento, que insistimos es reversible y donde dejaremos de ver bien cuando discontinuemos su uso, se deben tener en cuenta los problemas habituales de las lentes de contacto. Desinfectar correctamente los estuches y cambiarlos periódicamente, no utilizar el líquido de las lentillas de uso diario para este tipo de lentes y seguir los patrones de renovación de lentillas pijama cuando lo estipule el facultativo son claves para el éxito del tratamiento.