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Vitamina D, el arma secreta para mejorar tu salud dental

Un mal invierno puede pasar más factura a nuestros dientes de lo que pensamos y parte de la ayuda puede venir de mucho más cerca de lo que crees

Vitamina D, el arma secreta para mejorar tu salud dental

Un hombre aprieta los dientes en un día de invierno | ©Freepik.

Es habitual que pensemos que nuestros dientes solo necesitan calcio para mantenerse fuertes, pero también nuestra salud dental tiene otras aliadas. Así sucede con la vitamina D, que pasa más desapercibida a la hora de fortalecer a nuestros dientes. Curioso pues, ya que generalmente pensamos que la vitamina D solo afecta a nuestra piel, pero hay vida más allá.

Famosa por ser absorbida a través de la radiación solar, lo cierto es que este nutriente es clave para los dientes y los huesos. Sin embargo, no solo necesitamos que dientes y huesos apuren la vitamina D. Lo cierto es que influye en ciertas funciones celulares y tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras.

La otra curiosidad es que de forma natural esta vitamina D no se encuentra en nuestros alimentos de forma normal. Eso no quita que sí haya ciertos alimentos que la contengan como el salmón, la sardina o la caballa, por su cualidad de pescados azules. Además, lo que sí es habitual es que veamos leches o cereales enriquecidas, pero de por sí no son alimentos que tengan vitamina D.

Lo que sucede con la vitamina D con la luz solar es que se sintetiza a través de su forma activa, que es el calciferol. El problema, como hemos contado otras ocasiones en THE OBJECTIVE, es que incluso en poblaciones como la española podemos presentar déficits de vitamina D.

Una mujer toma el sol en un día de invierno
A pesar de vivir en España, el déficit de vitamina D es notable en invierno en nuestro país. ©Freepik.

Quizá resulte un contrasentido, pues presumimos de horas de sol, pero la realidad es que en el invierno ni estamos tan expuestos ni los rayos de sol llegan con la misma virulencia. Por eso, comprobar que un invierno crudo puede afectar a nuestra salud dental es más que necesario.

La importancia de la vitamina D para el organismo

Ya sabemos que la vitamina D que generamos a través de la piel depende de la hora del día, de la estación del año o de la latitud en la que vivamos. Incluso importa el nivel de pigmentación de nuestra piel. A ello hay que sumar más factores externos, incluyendo nuestro estilo de vida. Por eso, a veces cae en saco roto la suplementación con esta vitamina en los meses de invierno, a pesar de que su metabolización orgánica puede ser nula.

La fortuna es que se pueden hacer análisis de sangre para comprobar este déficit, el cual nos puede servir para comprobar por qué nuestros dientes sufren más de la cuenta. Para comprobar el buen matrimonio que hacen dientes y vitamina D, tenemos que entrar en una ecuación con más factores: el calcio y el fósforo.

Alimentos ricos en vitamina D como la leche o el salmón
Aunque se puede obtener vitamina D a través de la dieta, la síntesis de la radiación solar sigue siendo clave. ©Freepik.

Ambos minerales, muy abundantes en los pescados y en los lácteos, son fundamentales para nuestro organismo. Quizá lo más habitual sea relacionarlo, como es este caso, con la salud dental y la salud ósea, pero no es el único caso. De hecho, también están muy vinculados a una correcta salud neurológica o la secreción de ciertas hormonas. Además, se vincula en un cierto sentido con una mejor circulación sanguínea.

Por qué tus dientes necesitan esta vitamina

La correlación entre vitamina D y dientes pasa por ese interlocutor antes mencionado, que es el calcio. Responsable de dar estructura y solidez a nuestros dientes, ya que hace que esté más mineralizada. Al fortalecer el esmalte, por ejemplo, los dientes son más resistentes a roturas o a la aparición de caries. Motivos por el cual participación de la vitamina D es clave por partida doble.

De un lado, ayuda a absorber el calcio y a depositarlo, tanto en los propios dientes como en los huesos que los sostienen. Por el otro, aumenta la densidad mineral del tejido dentario, haciéndolo más robusto y menos propenso a la citada caries o a ciertas patologías dentales. Algo de lo que se hace eco esta investigación de varias universidades chinas, vinculando la caries al déficit de vitamina D.

Una pareja se somete a una consulta telemática de salud dental
Caries, gingivitis o pérdida dental son patologías que se pueden asociar a un déficit de vitamina D. ©Freepik.

Como prueba de esto, acudimos a un estudio realizado por varias universidades de Boston (Estados Unidos), que avalan que las personas mayores que toman suplementos de calcio y vitamina D tienen menores pérdidas dentales. Una realidad que además consolida otro estudio, esta vez de la Universidad de Manitoba (Canadá), que relaciona el déficit de vitamina D con ciertas enfermedades periodontales.

En la investigación se centran en la gingivitis y en la periodontitis, donde se aprecia que concentraciones bajas del calciferol se manifiestan en el índice gingival —una medida que estima la inflamación de las encías— y en la propia pérdida de tejido gingival. Una misma realidad de la que han encontrado pruebas en la Universidad de Ciencias de la Salud de Lituania, ahondando en la relación entre la vitamina D y las patologías periodontales.

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