Autobronceador: trucos de experto para conseguir el moreno ideal sin depender del sol
La clave para conseguir el bronceado perfecto es elegir el producto indicado y saber cómo aplicarlo sobre la piel teniendo especial atención en las zonas críticas
Con la llegada de la primavera y el buen tiempo a todos nos apetece lucir una piel bronceada. Sin embargo, aún no hemos tenido el tiempo suficiente de ponernos bajo el sol o preferimos cuidarnos de los efectos nocivos de la radiación solar. ¿Cuál es la solución para ponerse moreno de manera rápida y sana? La respuesta está en los autobronceadores.
Hoy día, los autobronceadores se han convertido en la alternativa perfecta para todas aquellas personas que no quieren, o no tienen tiempo de tomar el sol. En este grupo están aquellos que son alérgicos, se queman con mucha facilidad o tienen tendencia a la aparición de manchas cutáneas. También es una solución ideal para las personas que disfrutan viéndose ante el espejo con un aspecto bronceado en cualquier momento del año.
El autobronceador es la solución para conseguir un tono dorado, sin exponerse a ningún tipo de riesgo. Pero aún existe el recelo de probarlo por miedo a que nos quede con manchas o con un aspecto anaranjado. Además, en el mercado podemos encontrar tal cantidad de autobronceadores que puede ser una difícil tarea encontrar el más adecuado.
Efectivamente, no todos los productos son iguales, ni en calidad ni en efectividad. Encontrar el autobronceador perfecto que deje una piel homogénea, con un aspecto bonito y natural es difícil pero no imposible. Para lograrlo, desde THE OBJECTIVE te damos las claves que tienes que tener en cuenta a la hora de la compra y en el momento de utilizarlos en casa.
Cómo funcionan los autobronceadores
Los autobronceadores clonan los efectos del sol y potencian el bronceado de forma supernatural desde la primera aplicación. Eso sí, no basta con saber elegir el más adecuado. También tienes que saber aplicarlo correctamente para que el tono quede homogéneo y no se produzcan esos parches indeseados. Además, los autobronceadores aumentan la luminosidad en las pieles apagadas y aportan un bronceado muy bonito en las pieles más claras que tienen tendencia a enrojecerse con los rayos solares.
Existen diferentes formatos para satisfacer todos los gustos y necesidades de la piel: en versión spray, leche, crema, mousse, sérum e, incluso, en formato drop o gotas. «Es imposible no encontrar uno que se adapte a la perfección a tu piel y a tus deseos de bronceado», afirma Rosa Roselló, directora de formación de Druni.
Para los expertos de la firma Topicrem, el autobronceador ideal debe de cumplir los siguientes requisitos:
- Garantizar un bronceado uniforme y natural sin dejar antiestéticas marcas
- Fácil de extender y de aplicar.
- Estar testado dermatológicamente.
- Contar con un perfume ligero y agradable.
- Tener una formulación con ingredientes que cuiden la piel.
Son muchas las personas que son el perfil perfecto del comprador de autobronceador. A nivel estético, satisfacen las necesidades de aquellos que quieren tener la piel bronceada a lo largo del año sin tener que depender del sol. Es también la solución más rápida para estrenar el buen tiempo y lucir de inmediato una piel bronceada de la noche a la mañana. En cuestiones de salud, es la fórmula a la que pueden recurrir las pieles alérgicas o intolerantes al sol para conseguir un favorecedor aspecto bronceado.
Así debes aplicarlo
En primer lugar, antes de aplicar cualquier autobronceador , ya sea facial o corporal, es fundamental realizar una exfoliación. «Esto eliminará las células muertas de la epidermis dejando una piel suave, lisa y perfecta para aplicar el autobronceador y evitar que aparezcan parches y que el tono quede completamente homogéneo», cuentan los expertos de Druni. Además, la exfoliación prolongará más los resultados.
En segundo lugar, en el rostro se aplica desde la parte central de la cara hacia la parte externa y terminando en el cuello. Extiéndelo en pequeños círculos con la yema de los dedos y evita la línea del pelo, los párpados, las cejas y las pestañas. En el cuerpo, se recomienda usar un guante aplicador de autobronceador. Comienza por las piernas, primero por las pantorrillas y ve subiendo hacia los muslos. Repite el mismo gesto en los brazos.
Hay que tener especial cuidado con las rodillas y los codos. De hecho, debes aplicar menos cantidad. Esto se debe a que estas zonas son mucho más secas que el resto de la piel y podrían lograr un bronceado más intenso porque absorben más producto. Por último, las últimas áreas donde aplicarlo serán la barriga, el escote y espalda.
Desde Topicrem nos advierten que es importante aplicar el producto por toda la piel de forma meticulosa. Para que el resultado sea homogéneo, lo mejor es extender el producto en sentido horizontal y luego en sentido vertical. Y por último, recuerda lavar las manos después de utilizar un autobronceador.
Atención especial para manos y pies
Ya hemos indicado la importancia de tener más cuidado a la hora de autobroncear los codos y las rodillas. No son las peores zonas en las que conseguir el bronceado perfecto, las manos y los pies ganan ese título. La firma St. Tropez nos da los consejos para lograr el autobronceado ideal en estas zonas difíciles.
A la hora de exfoliar los talones y los tobillos, hay que dedicar el triple del tiempo. Es indispensable para eliminar el máximo de células muertas en estas zonas e impedir que queden más oscuras. El producto que se aplica sobre las manos y los pies debe ser siempre el sobrante tras haber bronceado el resto del cuerpo.
En los pies comienza deslizando la manopla desde los tobillos, pasándola muy ligeramente por los dedos y los laterales. Para un mayor control, puedes utilizar una brocha de maquillaje. Frótala por la manopla para tomar esa parte del producto sobrante y aplícalo en el pie con movimientos de barrido, difuminándolo en los pliegues y los dedos.
En las manos, repite el mismo ejercicio, siempre desde las muñecas y hacia los dedos. Cierra el puño cuando apliques el producto sobre las manos para que se reparta bien en la zona de los nudillos.
Siempre conviene usar manopla aplicadora. Si no lo haces, recuerda lavar las manos a conciencia, con agua tibia y jabón, para eliminar los restos de producto. Después, espera a que sequen por completo antes de autobroncearlas.
Por último, utiliza una toallita húmeda para limpiar las uñas y las plantas de pies y palmas de las manos para que no quede señal de que tu bronceado no es real.
Consejos para un evento especial
Una piel dorada será el mejor accesorio si tienes previsto en el calendario un evento importante. Si vas a vestir de colores claros, opta por un bronceado suave, que aporte calidez a la piel de forma sutil. Si tu look tiene un tono más especial, como el azul cobalto, el fucsia o el esmeralda, no dudes en ir un poco más allá, pero siempre sin excederse. La medida perfecta es nunca excederse más de dos tonos de tu piel natural.
También hay que tener en cuenta el entorno. Si el evento es en ciudad, busca un bronceado suave. Pero, si es en plena naturaleza, busca darle a la piel ese tono que adquiere tras un fin de semana en el campo. Por último, si la fiesta se celebra en la playa, no tengas miedo a apostar por un bronceado muy potente.
Lo mejor es no dejarlo todo a la improvisación. Unas semanas antes del evento deberías probar el autobronceador para comprobar cómo se desarrolla en tu piel y qué intensidad es la mejor con tu tono natural y el outfit elegido. Comienza a usar autobronceador semanas antes y hazte una foto cada dos días para comprobar qué tono de dorado es el que va mejor.
Si tu vestido lleva un escote original, asegúrate de que la aplicación queda absolutamente uniforme. Las fórmulas en spray son perfectas para llegar sin problema a todas partes. Para evitar las manchas, hay dos trucos que no fallan. Usar una manopla aplicadora y, una vez aplicado el producto, no lleves ropa ajustada.
Para perfeccionar el resultado, elige fórmulas específicas para el rostro y para el cuerpo. Para la cara, funcionan de maravilla los productos en loción, bruma o sérums. En el cuerpo, es mejor optar por geles, espumas o brumas.
¿Te decides a cambiar el sol por los sistemas autobronceadores?