Por qué debes comer grasas para adelgazar (aunque toda la vida hayas creído lo contrario)
Aunque muchos huyan de las grasas cuando desean adelgazar, es importante incorporarlas a la dieta por numerosas razones
Las personas que no saben de alimentación huyen de las calorías y las grasas cuando quieren adelgazar, pero lo cierto es que no debería ser así, ya que hay grasas buenas y grasas malas.
Así, para perder peso, hemos de incluir en nuestra dieta grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, ya que nos ayudarán a sentirnos más satisfechos y, por tanto, a comer menos durante el resto del día. Estas son las que se encuentran en alimentos como el aceite de oliva, las nueces, los aguacates, los pescados grasos y huevos, ya que pueden ayudar a aumentar la saciedad mientras brindan una variedad de beneficios para la salud cuando se consumen con moderación.
Por qué debes comer grasas para adelgazar
Obviamente, si te hinchas a alimentos grasos, pues engordarás, pero lo mismo te sucederá si comes demasiados carbohidratos o demasiadas proteínas. Pero has de tener claro que la grasa ‘buena’, de por sí, no te hace ganar peso.
De hecho, un estudio de JAMA no encontró diferencias significativas en la pérdida o ganancia de peso entre las personas que siguieron una dieta saludable baja en carbohidratos y aquellas que siguieron una dieta saludable baja en grasas, ya que, aunque la grasa tiene más del doble de calorías por gramo que las proteínas o los carbohidratos, también proporciona una mayor saciedad.
Y dado que las grasas se digieren más lentamente, nos permiten sentirnos satisfechos por más tiempo después de comer, lo que evitará que andemos picando entre horas, que nos saltemos la dieta o que devoremos en la siguiente toma.
Otros beneficios de las grasas buenas en la dieta
Además de ayudarnos a adelgazar, llevar una dieta alta en grasas buenas tiene otros beneficios para la salud. Uno de los más importantes que es mejoraremos la salud de nuestro corazón.
«Muchas grasas (como las grasas omega-3, algunas grasas poliinsaturadas y prácticamente todas las grasas monoinsaturadas) son muy útiles para prevenir enfermedades cardíacas y mejorar la memoria», asegura Karol Watson, profesora de Cardiología en la Escuela de Medicina David Geffen, en Prevention.
Estas grasas saludables, que se encuentran en alimentos como aguacates, semillas, nueces y pescados grasos como el salmón y el atún, los cuales pueden ayudar a reducir el colesterol total y la inflamación, ambos factores de riesgo de enfermedades cardíacas.
Asimismo, comer grasas no saturadas, especialmente si reemplazan las grasas saturadas y trans en la dieta, puede mejorar el colesterol y proteger contra enfermedades del corazón, según la Asociación Estadounidense del Corazón.
Estas grasas, que generalmente se encuentran en alimentos de origen vegetal y pescado graso, reducen el colesterol malo que potencialmente obstruye las arterias y elevan el colesterol bueno, que funciona para eliminar el exceso de colesterol. Las investigaciones muestran que los aguacates, las legumbres (frijoles y lentejas), las almendras y las nueces son especialmente buenos para reducir el colesterol malo.
Cuidado con las grasas de origen vegetal
Como hemos visto, no todas las grasas son saludables. Y un ejemplo de ello lo tenemos en algunas vegetales, como el aceite de palma, el de palmiste y el de coco, por ejemplo, tienen un alto contenido de grasas saturadas. Todos estos aceites, que normalmente se encuentran en productos vegetarianos y veganos, aumentan significativamente el colesterol malo.
Por ello, los expertos recomiendan sustituirlos por aceite de oliva —cargado de polifenoles, compuestos vegetales que son saludables para el corazón y el cerebro— o aceite de perilla —que contiene ácido alfa-linolénico, un ácido graso omega-3 que disminuye el riesgo de enfermedad cardíaca—.