Hummus: cuatro razones nutricionales para incorporarlo a tu dieta esta temporada
Fresco, saciante, cargado de ácidos grasos insaturados, de fibra y de hidratos de carbono complejos… ¿Cómo resistirse a él esta temporada?
Convertido en una de las recetas más populares de la cocina de Oriente, medio, el hummus no solo está de moda en restaurantes, sino que también podría caber en nuestras casas. Fácil de hacer, refrescante, perfecto como plato principal, pero también como entrante, este puré de garbanzos ligeramente aliñado es un auténtico best seller de cualquier cocina.
Parte fundamental de lo que en la cocina de Oriente Medio se denominan mezze, algo así como entrantes, el hummus tiene varias ventajas que lo hacen ideal para el verano. Nos referimos, principalmente, a sus virtudes nutricionales. Gracias a ellas, tiene todos los mimbres para meterse en vuestros hogares y táperes esta temporada sin remisión.
En esencia, solo es un puré de garbanzos que se toma frío y que se aliña con diferentes ingredientes. Lo principal es que lleve un poco de tahini, una pasta de sésamo, además de un poquito de aceite de oliva y un poco de sal. También se suele añadir zumo de limón o de lima, además de sésamo tostado. En esa parte de lo fresco, también se puede incluir menta o hierbabuena frescas bien picadas.
La base no puede ser más sencilla: una buena cantidad de garbanzos cocidos sobre los que se añaden el resto de ingredientes, triturando y machacando todo. Tampoco hay que pasarse con la intensidad del machacado, puede ser un hummus ligeramente grueso. Además, no olvides que puedes hacer tu hummus con legumbres ya cocidas, como te recomendamos con estas cinco recetas con legumbres en conserva.
Sin embargo, es al gusto como podáis prepararlo: si lo queréis muy triturado o un poquito más basto. Sea como sea, el hummus es igualmente un plato sanísimo muy nutritivo para vuestro verano por estos motivos.
Los beneficios nutricionales del hummus
Allí donde hay legumbres, hay alegría. Y además de alegría, es evidente que donde haya legumbres habrá pocas calorías. Generalmente, tienen mala fama como pesadas aunque es un mito. La realidad es que la legumbre se convierte en pesada cuando su compañía de viaje es más grasa y densa de lo que necesitaríamos. Por eso, solemos tener miedo a las legumbres en verano, si las asociamos a grasas saturadas como las de los embutidos o a platos muy contundentes o calóricos.
Justo lo contrario de lo que sucede con el humus: es un plato frío que se acompaña de muy pocas grasas saturadas. Es cierto que llevo alguna grasa, como el tahini o el propio aceite de oliva. No obstante, la cantidad que lleva no es elevada y va a repercutir positivamente en nuestra salud. Por tanto, hablamos de un plato ideal para estar de ‘rodríguez’, como ya te explicamos en THE OBJECTIVE.
El hummus: un plato saciante y refrescante
La primera ventaja que vamos a encontrar en el hummus es que es un plato muy saciante y que aporta muy pocas calorías. Las legumbres tienen una cantidad relevante de hidratos de carbono complejos, además de alguna pequeña cantidad de proteína vegetal y una pequeña parte de grasas. No obstante, debido a la forma de sus carbohidratos, su deglución es algo más lenta, por lo que nos permitirá aumentar la sensación de saciedad sin esfuerzo.
Otra ventaja asociada a su consumo es la forma en la que le tomamos. Es cierto que podemos utilizar como dip o elementos para mojar algún producto más calórico como nachos, tortillas fritas o similares. Sin embargo, si recurrimos a crudités de verduras, conseguiremos que el hummus siga siendo fresco y poco calórico.
A ello debemos sumar que el hummus contiene una cantidad relevante de fibra alimentaria, como es habitual en las legumbres. Esto nos permitirá ir mejor al baño y equilibrar ese balance de fibra soluble y fibra insoluble tan importante. Algo especialmente relevante cuando hablamos de verano y sus dietas no siempre precisas.
La receta para no engordar
También en ese sentido, hemos de recordar que el hummus se trata de un alimento de bajo índice glucémico, es decir, sus carbohidratos se convierten en azúcar de manera lenta. Esto nos permite no enfrentarnos a un pico glucémico demasiado rápido y que volvamos a tener esa necesidad de azúcar muy pronto.
Como es lógico, si metemos en el mismo saco que tiene un bajo índice glucémico, una alta cantidad de fibra y pocas calorías, estamos desvelando, uno de los grandes misterios del hummus: se trata de un plato ideal para mantener la línea y no engordar.
Por último, aunque no sean un hummus purista, debemos tener en cuenta que hay alternativas para seguir refrescándonos con este estilo de purés o cremas para untar sin complicaciones. Todos hemos visto alternativas donde se trituran otro tipo de legumbres cocidas, pero también otros ingredientes como remolacha, zanahorias o todo tipo de hortalizas. Para ello, no hay más que triturar junto a nuestro puré de garbanzos todos estos elementos.