Juguetes sexuales tamaño mini para poder meterlos en la maleta y cosas a tener en cuenta

Bañador, chanclas, protector solar, ropa de playa y, por qué no, un juguete sexual. Las vacaciones de verano son uno de los momentos más esperados del año y, en muchos casos, de los más relajantes y placenteros. Por eso, no tenemos por qué dejar de lado a uno de nuestros aliados en otro de los aspectos más placenteros de la vida. 

Las vacaciones son el momento ideal para relajarse de muchas maneras distintas y, por supuesto, para aprovechar esos días sin estrés ni obligaciones para dar rienda suelta a nuestra sexualidad, ya sea solos o acompañados, de formas que a veces la rutina nos impide. 

Por eso, los juguetes sexuales pueden convertirse en un muy buen compañero de viaje. Para que no haya inconvenientes por el reducido espacio con el que a menudo contamos a la hora de hacer la maleta, son varias las marcas que ofrecen productos de este tipo tamaño mini, ideales para meter en el equipaje sin robar espacio a otros artículos. 

En THE OBJECTIVE hemos hecho una selección, que va desde estimuladores de clítoris hasta masturbadores masculinos, para aquellos que no quieran dejar en casa su juguete sexual este verano.

Ghost

Empezamos con un masturbador para hombres. Esta opción de la marca Arcwave es de un tamaño muy pequeño, lo que lo hace discreto y fácil de transportar. Es, por decirlo de alguna manera, una especie de calcetín de silicona, texturizado y reversible, para hacer de la masturbación una experiencia distinta. 

Cuesta 19,90 euros y se puede comprar aquí. 

Tango X

Este mini vibrador de We-Vibe está pensado para estimular el clítoris, ofrece ocho tipos de vibraciones y cuenta con una punta realzada diseñada para este punto de placer. Es ideal para meter en cualquier lugar de la maleta, ya que tiene aproximadamente el tamaño, de largo, de un dedo. 

Su precio es de 89 euros y se puede comprar aquí. 

Divy 

Hablando de vibradores mini, Divy, de Diversual, es otra opción para llevar un estimulador potente, de tamaño pequeño y, además, muy discreto. Con forma de pintalabios, pasa desapercibido en el bolso. Pero no por pequeño es menos potente, y sus siete modos de vibración se pueden usar para cualquier zona erógena del cuerpo, por lo que sirve para usar en pareja también.

Moxie+

Este estimulador de clítoris de We-Vibe está pensado para llevarlo en la ropa interior, o incluso en el bikini o bañador, a donde se fija con un imán que impide que se mueva. Se puede utilizar a distancia con un mando o a través de la aplicación para el móvil, lo que lo hace ideal para jugar en pareja, ya sea juntos o a distancia. 

Se puede comprar aquí por 129 euros.

Infinity 

No todo van a ser vibraciones intensas ni juguetes para el clítoris. Los plugs anales también son un buen juguete para transportar de forma sencilla y explorar de formas distintas. El plug Infinity de Diversual se puede enfriar en la nevera para después recorrer el cuerpo con él o jugar con el contraste de temperaturas al introducirlo para la estimulación anal. 

The Surfer

No solo en sex shops se pueden comprar juguetes sexuales. Cada vez más, las tiendas de productos de belleza se están uniendo a esta revolución y vendiendo este tipo de productos. Es el caso de Sephora, que entre su catálogo incluye esta bala vibradora de tamaño ideal para transportar sin complicaciones. Tiene tres pequeñas aletas en su redondeada cabeza para «un toque suave en la vulva», así como tres velocidades. Es impermeable y vegano. 

Se puede comprar en este enlace por 24,99 euros. 

Complementos y accesorios 

Los juguetes sexuales van mucho más allá de los estimuladores y vibradores. Los complementos y accesorios también añaden erotismo y placer a los encuentros sexuales, y muchos de ellos ocupan poco espacio. 

Geles y aceites para masajes, lubricantes de distintos tipos, juegos eróticos, antifaces… las posibilidades son muchas y la mayoría ocupa poco espacio. Eso sí, cuidado con incluir en la maleta cosas como látigos o esposas, ya que podrían considerarlas como elementos peligrosos y corres el riesgo de que se queden en el aeropuerto. 

Para experimentar con este tipo de complementos, Diversual ofrece sus secret box, una combinación de varios artículos para usar solo o en pareja. 

Precauciones a tener en cuenta para viajar con un vibrador 

Los juguetes sexuales pueden viajar en nuestra maleta sin problema, pero debemos tener en cuenta algunas cosas para evitar momentos incómodos, garantizar la higiene de estos durante el trayecto e incluso evitar que sean confiscados. 

Una de las primeras recomendaciones es tener cuidado con el tamaño que, en este caso, sí importa. A partir de determinada longitud, los objetos que se portan en la maleta pueden considerarse peligrosos por su posibilidad de usarlos para aturdir a alguien. Esta medida suele ser de 17,5 centímetros.  Por eso, los juguetes de tamaño mini, como los que hemos mencionado, son una buena opción para evitar que sean confiscados y tener que viajar finalmente sin ellos. 

Otro aspecto al que hay que prestar atención es al de las vibraciones involuntarias. Si queremos evitar momentos incómodos, y no por la vergüenza de enseñar el juguete, que no hay por qué esconder, sino porque se confunda con un elemento peligroso, es mejor evitar que pueda vibrar por el roce con otro objeto. 

Por eso, si funciona con pilas, lo mejor es quitarlas y llevarlas en una bolsa aparte y, si funciona con batería, mejor si está descargada para evitar que se encienda involuntariamente. 

Y en caso de que el responsable de seguridad tenga que sacarlo de la maleta, ya sea por un control rutinario o porque ha detectado algo extraño, llevarlo en una bolsa de plástico transparente evitará que tenga que sacarlo de su envoltorio y, por tanto, tocarlo con los guantes, con los que durante horas toca otra maletas y productos de todo tipo. 

Por último, es importante revisar las normas del país al que viajas. Aunque no es habitual, aún hay alguno que prohíbe estos artículos y otros donde es mejor no jugársela por sus estrictas leyes e interpretaciones del pudor o el escándalo público. 

Así, según la información que publica el sex shop Amantis, Vietnam es un lugar al que no se pueden llevar estos productos en la maleta bajo ningún concepto. Eso sí, si se comete el error u olvido, el juguete sexual será confiscado, pero podrá ser recogido a la vuelta al aeropuerto cuando se abandone el país. 

Además, hay países donde castigan las prácticas que atenten contra el pudor y la moral, algo que puede ser muy relativo pero que suele incluir el porno y los artículos de este tipo. En estos se incluyen algunos como Malaui, Senegal y Etiopía. 

En cuanto a los que penan la pornografía están otros como Arabia Saudí, China, Egipto, Cuba, Emiratos Árabes, Indonesia, Irán, Singapur, Malasia y Kuwait. Lo importante es revisar las normas del país al que viajamos antes de hacer la maleta.