Sexo tántrico: los mejores trucos para iniciarse en esta práctica íntima

Cada vez más parejas se lanzan a probar el sexo tántrico, una práctica sexual que está ganando adeptos en todo el mundo en contraposición al intenso y acelerado ritmo de vida que llevamos.

Sin embargo, aún hay muchas personas que quieren probarlo pero no saben ni qué es ni cómo empezar. Vayamos poco a poco. El sexo tántrico es una forma más lenta y meditada del sexo basada en el tantra, una filosofía de vida que nació hace más de 4.000 años en el Tíbet.

Una de las principales características del sexo tántrico es que el objetivo no es el orgasmo, sino disfrutar en sí de la actividad sexual. «La sexualidad tántrica es respiración, escucha, autoconocimiento. Es adorar y respetar el cuerpo, estar en el momento presente y confiar en la persona que nos acompaña. Es placer sin objetivo, sin buscar un clímax, ni una penetración ni una genitalidad», explica la experta Paola Benavides, portavoz de JOYclub.

Asimismo, el sexo tántrico entrelaza la espiritualidad, la sexualidad y un estado de atención plena. Además, fomenta una experiencia sensual que se puede vivir solo o en pareja.

Mitos en torno al sexo tántrico

El objetivo del sexo tántrico, como hemos visto, es lograr un contacto espiritual o energético durante una experiencia sensual. Esta práctica es lenta y, como hemos dicho, el objetivo no es siempre alcanzar el orgasmo. Y las técnicas tántricas incluyen la respiración, el yoga y la meditación, que pueden aumentar la energía sexual. 

Como se trata de un concepto muy complejo, tiene muchos mitos alrededor. Los más comunes son los siguientes, detallados por los expertos de WebMD:

• «Un concepto erróneo común sobre el sexo tántrico es que implica experiencias sexuales salvajes y desinhibidas. Si bien las técnicas tántricas pueden abrirte a nuevas sensaciones, es una práctica tanto mental como espiritual».
• Otro concepto erróneo sobre el tantra es que «siempre es necesario tener un compañero. Si bien muchas parejas practican el sexo tántrico juntas, también puede ser una práctica individual».
• Además, «el contacto genital o las relaciones sexuales ni siquiera tienen que suceder para tener una experiencia tántrica. Las relaciones sexuales pueden mejorar tu experiencia, pero también puedes practicar el sexo tántrico para sentirte más conectado con tu propia mente y cuerpo y darte placer, (….) ya que el objetivo general de liberar el alma y expandir la conciencia».
• El sexo tántrico «tampoco se trata de inclinarse en poses o posiciones extenuantes. Se trata de estar cerca de tu pareja de una manera que te resulte cómoda. Tienes la libertad de moverte y tocarte como tú y tu pareja decidan».

Cinco trucos para iniciarse en el sexo tántrico

En este contexto, los expertos de la citada plataforma comparten cinco trucos para su iniciación:

1. El diálogo. Asegúrate de que la persona con la que vayas a practicar sexo tántrico sabe lo que es y tiene ganas de probarlo. Comunica y aprende junto a tu pareja. Rompe los tabúes y cuéntale sin miedos por qué te apetece experimentar con el sexo tántrico.
2. El tamaño no importa, pero el lugar sí. Cuando hay ganas, el sitio es lo de menos, pero para el sexo tántrico sí necesitaréis un espacio en el que os sintáis relajados.
3. La respiración y las miradas: tus mejores aliadas. Al igual que en el yoga o el mindfulness, la respiración y las miradas son las claves del sexo tántrico. Aguantaos la mirada y concentraos tanto en los propios sentimientos como en los de la otra persona. Respirad hondo, controlad vuestra respiración. Inhalad y exhalad sintiendo cada bocanada.
4. La excitación: hora de entrar en calor. Lo tenemos todo preparado y estamos conectando con nuestra pareja a través de las miradas y los sentidos. Ha llegado la hora de dar un paso más: un masaje con aceites, unas caricias con plumas u otros juguetes sexuales para poneros a tono. Con calma, olvidad el reloj y la presión por tener un orgasmo.
5. La eyaculación se queda de suplente. La eyaculación deja de ser el objetivo del encuentro sexual para pasar a ser una etapa más. Si conseguís llegar un nivel de conexión y complicidad intenso, alcanzaréis el clímax.

El verano, como bien sabes, es perfecto para explorar nuestra sexualidad, ya que el deseo sexual aumenta, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE. Además, estamos más tranquilos y descansados, lo que nos lleva a desear probar cosas nuevas, también en la cama. Así que ¿por qué no animarse con el sexo tántrico?