Salud dental y madurez: los peores enemigos de tus dientes al hacerte mayor
Enemigos externos e internos se suman a una pelea contra nuestra dentición natural
Un hombre mayor en el dentista | ©Freepik.
Los dientes, como los diamantes, deberían ser para siempre. Sin embargo, la realidad es más tozuda y se empeña en poner trabas a nuestra salud dental en la madurez. Un problema que afecta por igual a hombres y mujeres, aunque hay factores que multiplican este deterioro, y que implica que las soluciones protésicas estén a la orden del día.
Menos densidad ósea y pérdida de sujeción, una mayor desmineralización del esmalte, un sistema inmune más delicado… Las razones por las que nuestros dientes durante la madurez empiezan a flojear son de sobra conocidos. El problema, además, es que aparte de ser conocidos también no son del todo evitables.
Concebida como una carrera de fondo, la batalla por la salud dental en la madurez no debe empezar en la edad adulta. Más bien todo lo contrario, ya que debe entenderse como algo que nos preocupe ya desde la adolescencia y la juventud, momento en que se produzca la dentición definitiva.
Junto a ello, diversidad de factores que pueden jugar malas pasadas con nuestra salud dental y acabar haciendo mella —y nunca mejor dicho— en nuestros dientes. Por eso, conviene prestar atención a qué factores pueden suponer un deterioro acelerado de la salud dental.
Salud dental y madurez: cómo cuidar nuestros dientes al envejecer
La pérdida de dientes es inherente a las últimas etapas de la vida. Lo primordial es prevenir esta pérdida antes de lo que concebiríamos como asumible. Sin embargo, es cada vez más frecuente ver personas que apenas superan los cincuenta años tener problemas de dentición y falta de piezas.
Las razones son muchas, pero las más habituales siempre van asociadas a una incorrecta higiene dental. Junto a ella, el hecho de prescindir de servicios odontológicos supondría uno de los riesgos añadidos para empezar a presentar estas pérdidas. Lo más normal, independientemente de la edad, es que estas pérdidas obedezcan a la caries, pero también a enfermedades en las encías.
Es lo que sucede con la gingivitis y su particular evolución de la periodontititis, muy asociada también a salud dental y madurez. Sin embargo, también los traumatismos e incluso otras afecciones médicas influirían. En el mismo sentido, los dientes están sujetos a un continuo desgaste que también contribuye a su deterioro. Algo que, por ejemplo, acontece con el bruxismo del que ya te hablamos en THE OBJECTIVE.
De todas formas, las realidades de esta incorrecta higiene gingival también se ve potenciada por hábitos como el tabaquismo, el consumo de alcohol o dietas ricas en azúcares e hidratos de carbono. En el caso de estos últimos, los alimentos cariogénicos juegan un papel fundamental en el desarrollo de caries.
Todo junto también puede redundar en la aparición de problemas de hipersensibilidad dental y la salud dental durante la madurez. Una situación que se acrecienta con los años a medida que se suceden otras enfermedades que también guardan cierta vinculación. Es el caso del alzhéimer, pero también de la diabetes. Lo cierto, con este portafolio de sucesos, es que además el estrés también repercute en la salud dental.
Los beneficios de la ortodoncia en la edad adulta
Muy relacionado con el bruxismo, los riesgos de que se suceda la maloclusión —apiñamiento— o los problemas de mordida también permiten que esa sensibilidad, el desgaste y la hipotética pérdida de dientes aumenten. Junto a todo ello, no menos evidente es ese factor orgánico de una peor absorción de nutrientes, entre los que se incluye el calcio, que además se puede ver empeorado por enfermedades como la osteoporosis.
Cómo mejorar nuestra salud dental durante la madurez
De nuevo, el dicho de ‘más vale prevenir que curar’ es más lógico que nunca. Por este motivo, buena parte de los remedios para proteger los dientes durante la madurez van a pasar por una correcta higiene bucodental. También por minimizar los elementos cariogénicos, además de recurrir —si es necesario— a ortodoncias. Otra realidad a la que cada vez más personas adultas se apuntan, independientemente de la edad, teniendo claro que no se trata sólo de una realidad estética al hablar de salud dental y madurez.
Junto a ello, en determinados escenarios también se debe recordar la necesidad de mejorar la ingesta de calcio, mineral fundamental para fortalecer huesos y dientes, es recurrente. También, en caso de pacientes con bruxismo, el uso de férulas de descarga que limiten la fricción y el contacto entre dientes es fundamental. No obstante, en el caso del bruxismo conviene intentar atajar las causas que pueden estar relacionadas con su aparición.
