Estos son los riesgos para tu salud de estar sentado mucho tiempo
Unas horas de más sobre la silla pueden jugarnos una mala pasada a corto, medio y largo plazo
Pasa a menudo y cada día más. Permanecer sentado muchas horas al día es el pan nuestro de muchos trabajadores. El problema, evidente, está también cuando nuestro ocio también nos invita a la sedestación. España, Europa y Occidente se enfrentan a una lacra que se enreda en un círculo vicioso donde nuestra salud está en juego.
Ya no es sólo el hecho de permanecer sentado, sino también las horas que lo hacemos. Junto a ello, lo que supone de restarle tiempo a la actividad física que estar en sillones, sofás o taburetes implica. Crece así una bola de nieve que nos hace un flaco favor. Por un lado, menos actividad. Por el otro, hábitos cada vez más nocivos.
No es de extrañar que proliferen estudios científicos que demuestran que, casi como sucedía con las cajetillas de tabaco, adviertan que estar sentados perjudica seriamente a la salud. No en los mismos niveles, evidentemente, pero sí que hay una perjudicial relación entre el tiempo que permanecemos sentados y nuestra salud.
A veces por la obligación laboral, pero también a menudo por el tipo de ocio que consumimos, el hecho de que en los países occidentales pasamos más tiempo sentados de lo que deberíamos es evidente. Una correlación a la que apunta diferente literatura científica como este estudio del University College London, publicado en European Heart Journal, y que avala las ventajas de hacer un poco de deporte frente al sedentarismo puro y dudo.
El drama occidental del sedentarismo: cómo permanecer sentado mucho tiempo es un riesgo para la salud
Puede parecer demasiado impactante vincular el hecho de estar sentado con que nuestra vida esté en riesgo. Sin embargo, no es sólo el hecho de estar sentado donde nos estaríamos jugando la vida. También en lo que hacemos mientras estamos sentados. Por tanto, no se trata sólo de lo que hacemos, sino también de lo que dejamos de hacer y a lo que lo aparejamos.
Como hemos explicado en otras ocasiones en THE OBJECTIVE, nos movemos en un círculo vicioso que provoca que la sedestación se acompañe de una peor dieta. Una dieta que repercute en la calidad del sueño y en el sobrepeso y que, a su vez, también acaban trascendiendo a los niveles de estrés, de insomnio y de alteraciones hormonales.
Algo que, aunque parezca nimio, pasa también con los efectos de estar sentados más de la cuenta. La pregunta del millón es: ¿qué consideramos más de la cuenta? Pues el citado estudio del University College London apunta a que pasar más de 12 horas sentado al día aumenta el riesgo de muerte prematura. ¿12 horas? Seguro que pensamos que son muchas y que no va con nosotros, pero si prorrateamos el día quizá nos salgan las cuentas.
La trampa del ocio
Pensemos en un trabajo de oficina, sumado al tiempo que tardamos en desplazarnos a ella y luego añadamos, por ejemplo, lo que gastamos en comer, cenar o desayunar. Al mismo tiempo, si incluimos algo de ocio que implique de nuevo una silla, aumentamos la cuenta diaria.
Lo que sabemos, por ejemplo, es que la forma en que nuestro cuerpo procesa el azúcar se ve afectado por el hecho de estar sentados. Además, permanecer en esta postura aumenta desequilibrios musculares en las zonas que más grasa se acumula como tronco y piernas. Del mismo modo, favorece una debilidad muscular que, al mismo tiempo, se podría traducir en una peor postura corporal. Algo que avala este estudio de la Universidad de California State, en Estados Unidos.
Como vemos, el círculo vicioso aumenta. A él, por ejemplo, también se vincularía a una peor higiene postural —sumada al debilitamiento muscular— y, al mismo tiempo, peor circulación y, a la larga, aumento de peso y obesidad. Una tormenta perfecta que amenaza nuestra calidad de vida. De hecho, también hay trabajos que relacionan el sedentarismo con la demencia.
La solución: moverse más
Era evidente que el remedio era tan sencillo como las propias causas del malestar. El estudio refrenda que mantener una actividad cotidiana de intensidad moderada como salir a caminar durante 22 minutos al día podría paliar este abuso de la sedestación. Evidentemente, la recomendación es que no nos conformemos con este pacto de mínimos.
En cualquier caso, en el estudio (realizado a 12.000 personas de 50 o más años de Noruega, Suecia y Estados Unidos durante 16 años) es observacional. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no se basa en analíticas, sino en el comportamiento de los propios sujetos de estudio. De esta manera, el estudio advierte que no se tuvieron en cuenta otros factores.
Entre los ejemplos citados, por mencionar varios, no se tuvieron en consideración la dieta, la salud general o los problemas de movilidad. ¿Significa esto que el estudio no valga? No, en absoluto, pero sí que conviene entender los problemas de salud que derivan del sedentarismo desde un plano multifactorial.
Basado en esa premisa, el estudio también comprobaba que los riesgos de la muerte prematura decrecían a medida que se hacía cierto ejercicio. En este caso, hacer 10 minutos de deporte diario disminuía ese riesgo en un 35%. Sin embargo, si se hacían más de 22 minutos de ejercicio moderado a intenso diarios, se eliminaba el riesgo.