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¿Cómo preparar una mascarilla de arcilla en casa?

Las arcillas no solo benefician a la piel, sino que también son eficaces para problemas musculares, digestivos e inflamatorios

¿Cómo preparar una mascarilla de arcilla en casa?

¿Cómo preparar una mascarilla de arcilla en casa?

Desde hace mucho tiempo, la arcilla ha sido aprovechada como un remedio natural para abordar diversos problemas de salud. La medicina natural la ha incorporado ampliamente, obteniendo resultados positivos, especialmente debido a lo fácil que es de preparar.

Existe una diversidad de arcillas, muchas de las cuales poseen propiedades medicinales, respaldadas tanto por prácticas tradicionales como por investigaciones científicas confiables.

¿De dónde se obtiene la mascarilla de arcilla?

Ésta se origina a partir de la descomposición de los feldespatos, un grupo mineral que representa el 60% de la capa externa de la Tierra, compuesto principalmente de sílice y alúmina.

Las arcillas tienen una fuerte afinidad por el agua, lo que significa que retienen eficientemente el líquido, y poseen una destacada capacidad de adsorción, lo que contribuye a explicar sus propiedades terapéuticas.

Esto les permite retener gases y exhibir efectos cicatrizantes, además sus beneficios adicionales provienen de su composición mineral, que varía según el tipo de arcilla.

La mayoría de las arcillas curativas son bentonitas, que se forman en lechos de cenizas volcánicas. Cuando la ceniza volcánica se compacta e interactúa con el agua, se transforma principalmente en caolinita (en ambientes ácidos), esmectita (en entornos ligeramente alcalinos, como el agua de mar) o zeolita (en ambientes muy alcalinos).

Cuando buscas arcillas medicinales, es posible que te encuentres con opciones como arcilla verde o blanca, algunas de las cuales también llevan nombres relacionados con su lugar de origen o uso tradicional, como el rhassoul del Atlas de Marruecos o la arcilla verde francesa.

Mujer utilizando mascarillas faciales. (Fuente: Freepik/sanivpetro)
Mujer utilizando mascarillas faciales. (Fuente: Freepik/sanivpetro)

Pasos para preparar una mascarilla de arcilla efectiva

Es crucial asegurarse de que la arcilla tenga muy poca arena o impurezas.

  1. Coloca la arcilla en un recipiente de barro, cerámica, madera o vidrio, evitando los recipientes de metal o plástico.
  2. Añade agua pura y deja que la arcilla repose. Si la mezcla resulta demasiado líquida, agrega más polvo de arcilla hasta lograr una consistencia que sea fácil de modelar y pueda formar una bola sin dificultad.
  3. Puedes preparar una cantidad suficiente para varios días y dejarla al sol y al aire, asegurándote de taparla adecuadamente para evitar impurezas.

El amasado con agua favorecerá la proliferación de bacterias en la arcilla, lo que modificará sus propiedades terapéuticas. Una vez preparada, puedes aplicarla en forma de cataplasma, compresa, envoltura, mascarillas, etc., según sea más conveniente para la zona que deseas tratar.

La aplicación puede ser fría o caliente, pero en la mayoría de los casos se prefiere la aplicación en frío. Si es necesario calentarla, hazlo al baño maría o mézclala con agua caliente.

Para potenciar efectos específicos, puedes combinar la arcilla con otros ingredientes como col, ajo, miel, aceite, cebolla, entre otros. Por ejemplo, puedes agregar plátano o aguacate a una mascarilla facial, o incluir levadura de cerveza para tratar el acné.

Beneficios de la arcilla

La arcilla es beneficiosa especialmente para problemas de la piel, lesiones y procesos inflamatorios.

  • Problemas de piel: Son eficaces para eliminar el exceso de grasa y toxinas de la piel, contribuyendo a mantenerla limpia y saludable. También es efectiva en abscesos y heridas infectadas gracias a su acción antibacteriana, y puede utilizarse bajo supervisión médica en quemaduras de segundo grado.
  • Dolor e inflamación: La aplicación de arcilla en cataplasmas frías puede aliviar condiciones como artritis y gota, así como lumbagos y artrosis en cataplasmas calientes.
  • Traumatismos y golpes: Aplicar arcilla en traumatismos o golpes puede provocar un cambio de color en la piel o la aparición de un hematoma considerable. Este cambio se interpreta como positivo, ya que indica que la sangre extravasada debido al traumatismo se está drenando hacia la piel, acelerando el proceso de recuperación.
  • Otros usos: La arcilla también se recomienda para condiciones como cistitis, prostatitis, flebitis, tromboflebitis, amigdalitis, faringitis, rinitis, sinusitis, bocio y para aliviar la congestión en el cáncer de mama.
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