El 'boom' de los anticonceptivos masculinos: de la píldora a las pastillas para los hombres
Cada vez hay más investigaciones al respecto y más mujeres que se niegan a seguir tomando ellas la píldora
Anticonceptivos masculinos, ¿el futuro? | Freepik
Cada vez más mujeres son reacias a tomar anticonceptivos, especialmente porque no están ya dispuestas a soportar todos esos efectos secundarios como cambios de humor, acné, aumento de peso, falta de libido, vaginitis, dolor abdominal, hongos vaginales, retención de líquidos y cambios en el sangrado; unas consecuencias frecuentes de este tipo de tratamientos hormonales.
Así, durante décadas, las mujeres han asumido estos tratamientos por la falta de alternativas, pero la mayor información y los cambios sociales han llevado a que cada vez sean más las que se niegan a pasar por ello. Y esto está virando, de forma remediable, el foco hacia los hombres.
Al respecto, el 78% de los varones se muestran receptivos y positivos respecto a los anticonceptivos masculinos y se plantearían tomarlos, según un estudio llevado a cabo por We-Vibe y el instituto de investigación estadounidense YLabs, del Laboratorio de Investigación de Harvard, en el que han participado personas de siete países, incluido España.
Sin embargo, e igual que sucede en el caso de las féminas, el porcentaje de hombres que no estarían dispuestos a soportar ningún efecto secundario también es muy elevado pues se sitúa en el 41%, a lo que se suman los que no estarían dispuestos a tolerar algunos efectos en concreto, como el aumento de peso, la pérdida del deseo sexual o el acné, todos ellos habituales en la toma de anticonceptivos hormonales femeninos actualmente.
El boom de los anticonceptivos masculinos: ¿ahora les toca a ellos?
«La variedad en la anticoncepción masculina es muy limitada con respecto a las opciones disponibles en el mercado para el público femenino. Hasta ahora, la mayor parte de la responsabilidad reproductiva ha recaído en ellas, que cuentan con muchos más métodos para prevenir el embarazo. Sin embargo, las alternativas de las que disponen ellos son algo menores», detalla la psicóloga y sexóloga Lucía Jiménez, quien colabora con Diversual, a THE OBJECTIVE.
Así, los métodos anticonceptivos de los que disponemos actualmente son:
- Métodos de barrera: los preservativos. Con un 98% de eficacia, ya que crean literalmente una barrera física que impide la fecundación.
- Geles espermicidas: inciden sobre los espermatozoides para impedir su llegada al óvulo, con una eficacia de hasta un 82%.
- Vasectomía: un procedimiento quirúrgico irreversible.
Sin embargo, habrá más, y las investigaciones dan buena cuenta de ello.
Hacia una píldora masculina libre de hormonas
¿Y ya no hay nada más? «La investigación en el campo de los métodos anticonceptivos masculinos apunta en la siguiente dirección: desarrollar un sistema de acción mediante el cual se controle la espermatogénesis, o sea, la fabricación de esperma, de manera temporal y sin la intervención de hormonas. Y cada vez estamos más cerca de ello», detalla la experta, quien recuerda que «el número de espermatozoides asciende a 39 millones por eyaculación, y este esperma es fértil durante cinco días aproximadamente. Este es uno de los motivos por los que puede resultar más complicado dar con un método que controle la producción de esperma, de manera temporal y cuyo efecto se pueda revertir».
Pero que sea complicado no quiere decir que sea imposible. Una investigación pionera en este ámbito, capitaneada por Gunda Georg, una médica química alemana que, junto con la Universidad de Minnesota en Estados Unidos, promete dar la vuelta a la industria farmacéutica y las relaciones sexuales.
«Su objetivo de conseguir una píldora anticonceptiva masculina libre de hormonas está cada vez más cerca, pues su fórmula ya ha sido testada en ratones, con una efectividad del 99%: de los 200 embriones de ratones que se esperaban, tan solo nacieron dos. Gunga Georg y su equipo ha desarrollado el compuesto químico, y le ha cedido la licencia a una compañía que será la responsable de llevar a cabo los ensayos clínicos en hombres y monitorizarán sus respuestas. A partir de ahí, este anticonceptivo que es capaz de influir sobre la producción de esperma de forma reversible pasará por un largo proceso, pudiendo empezar a ser comercializado de aquí a 10 años», añade Giménez.
Pastillas anticonceptivas para hombres
Existen métodos anticonceptivos masculinos en estudio clínico en etapas más avanzadas de su desarrollo, como «pastillas que se toman por vía oral y un gel que se absorbe mediante la piel, que absorbe el producto y que parece producir menos efectos secundarios», afirma la sexóloga.
«Estos compuestos basan su funcionamiento en los mecanismos de acción de la testosterona, reduciendo la producción de espermatozoides, y que en algunos parece tener relación con la depresión. Por eso es difícil que estos métodos avancen, pues la mayoría de hombres no está dispuestas sufrir esos efectos, disponiendo de otros métodos que no interfieren directamente en su estado de ánimo o fertilidad», añade Giménez.
Sin embargo, «el uso de la píldora anticonceptiva por parte de las mujeres está mucho más normalizado, asumiendo también los múltiples efectos adversos que produce; entre los cuáles también se encuentran los síntomas depresivos, aumento de peso y pérdida de la libido, entre otros».
Aún queda un tiempo para que podamos ser testigos de todos estos avances en el campo de la contracepción. «Ojalá las mejoras que se están consiguiendo en la anticoncepción masculina sirvan de precedente para seguir invirtiendo en la mejora de los métodos ya existentes para las mujeres, y que no haya que pasar por la pérdida absoluta de ganas de tener sexo (en el mejor de los casos) para evitar un embarazo no deseado».
